Los precios del petróleo tuvieron resultados dispersos el martes 25 de junio, afectados por las tensiones crecientes en Medio Oriente y la prudencia antes de la cumbre del G20, donde se prevé un encuentro entre los mandatarios de China y Estados Unidos, y una cita de la OPEP.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto subió 19 centavos (+0,3%) en Londres para cerrar en 65,05 dólares.
En Nueva York, el barril de crudo «light sweet» (WTI) con el mismo vencimiento perdió siete centavos (-0,1%) para terminar en 57,83 dólares.
Los precios aumentaron la semana pasada cuando se agudizaron las tensiones entre Estados Unidos e Irán luego de que un dron estadounidense fuera derribado por Teherán.
Cualquier conflicto en el Golfo Pérsico puede potencialmente empujar al alza los precios del oro negro, por el temor de los inversionistas a que la oferta mundial de crudo se vea perturbada.
Y «la retórica se mantuvo agresiva el martes», subrayó John Kilduff de Again Capital.
Aunque anunció nuevas sanciones contra Irán, dirigidas particularmente contra el líder supremo Alí Jamenei, el presidente estadounidense Donald Trump afirmó que la puerta estaba abierta para las negociaciones.
Por su lado, Irán acusó a Estados Unidos de haber cerrado de manera «permanente» la vía de la diplomacia y de mentir sobre sus intenciones de negociar.
«El problema es que no se sabe dónde está la línea roja para el presidente estadounidense», dijo Kilduff. «El mercado se mantiene nervioso».
Pero el mercado también desconfía del conflicto comercial entre China y Estados Unidos, pocos días antes de que Trump y su par chino Xi Jinping se encuentren al margen de la cumbre del G20 en Japón este fin de semana.
«El probable fin de las discusiones hacia un acuerdo comercial podría traducirse en una revisión a la baja de las perspectivas de la demanda mundial», señaló Tamas Varga, analista de PVM.
Luego del G20 otra tendrá lugar otra reunión internacional crucial para el mercado negro, porque la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, entre ellos Rusia, se encontrarán en Viena a inicios de julio.
Ahí deberán decidir si renuevan o no el acuerdo para limitar su producción para el segundo semestre del año.