El Papa Francisco elogiará desde Colombia labor de sacerdotes y monjas
El Papa Francisco honrará el sábado el compromiso y sacrificio de quienes se dedican a la vocación religiosa en su visita a la ciudad de Medellín, famosa por haber sido la sede del narcotraficante Pablo Escobar, quien sembró sangre y terror en Colombia en su lucha contra el Estado.
El Sumo Pontífice ha insistido en su visita al país en un mensaje de reconciliación y perdón, luego de que el Gobierno firmó el año pasado un acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero también ha tocado temas como la lucha contra la pobreza y la inequidad.
Medellín se ha transformado desde que recibió la última visita papal de Juan Pablo II en 1986, cuando los enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico, grupos paramilitares y guerrilleros irrumpían en los barrios pobres y el pontífice se conmovió por la violencia.
La ciudad, ahora anunciada como un modelo de desarrollo urbano, instaló teleféricos por las escarpadas montañas que la rodean para evitar a los residentes de la clase trabajadora una penosa escalada y construyó bibliotecas en barrios que alguna vez fueron campo de batallas armadas entre bandas rivales.
El temido narcotraficante Escobar, fue asesinado a tiros en la ciudad en una operación de la policía respaldada por Estados Unidos en 1993. Recientemente fue resucitado como personaje de la popular serie de Netflix Narcos.
Pero antes de morir ordenó explotar decenas de carros bombas que dejaron cientos de muertos en las principales ciudades de Colombia, además de asesinatos selectivos de políticos, jueces y periodistas en su lucha contra el Estado y la extradición.
Durante su visita a Medellín, el Papa argentino se centrará en destacar a aquellos que eligen el hábito y la sotana como misión de vida, pese a que el número de novicias y seminaristas de la Iglesia Católica cae en todo el mundo.
Francisco saludará a unos 12.000 asistentes -en su mayoría monjas, sacerdotes y miembros de órdenes religiosas- en un acto de oración en la plaza de toros de La Macarena.
El Papa beatificó el viernes a un sacerdote y un obispo, ambos víctimas de la violencia de décadas, durante una multitudinaria misa en la ciudad de Villavicencio.
En la reunión de La Macarena, el Papa también verá las reliquias de la Madre Laura Montoya, la primera santa colombiana. Montoya fue una profesora y se esforzó por evangelizar a indígenas en las selvas del noroeste del país.
Medellín, la segunda ciudad de Colombia con cerca de 3,7 millones de habitantes, es también conocida por ser un centro de vocación religiosa, con más de 1.000 sacerdotes.
Se espera que grandes multitudes salgan a las calles para ver al pontífice en su famoso papamóvil y que asistan a una misa al aire libre por la mañana.
Francisco también visitará un hogar para niños pobres y abandonados. El tema del día en Medellín será “La vida cristiana como discipulado”.
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