Elecciones regionales: sobre encuestas y la postverdad
Las encuestas o sondeos previos referido al aspecto político particularmente a los procesos electorales mide o pondera la aceptación de los electores sobre determinados candidatos para asumir “cargos de representación” en razón a la “competitividad”, son guías para estimar resultados finales.
Las proyecciones conforme a una metodología previamente establecida durante el desarrollo del proceso electoral sirven a los “actores políticos” interesados para el diseño y elaboración de estrategias en base a los datos proporcionados para consolidar el “triunfo electoral”.
Resulta extensible a otros actores particularmente en el ámbito económico – financiero al servir de orientación a las “expectativas esperadas” al iniciar un determinado proyecto de inversión y el futuro particularmente referido a las dificultades que pudiesen atravesar.
Cuando las encuestas fallan o sus resultados no se aproximan a la realidad que habían reflejado se genera desconfianza incluso escepticismo sobre la efectividad de esta herramienta de medición; llegando a calificar a las encuestadoras por instrumentos de engaño y manipulación bien remuneradas.
En las elecciones norteamericanas del 2017 en general las encuestas ponían a la candidata demócrata Hillary Clinton cinco puntos por delante del republicano Donald Trump pero al final el resultado fue la victoria de Trump por la muy corta ventaja de un poco más de 254.000 votos a favor de Clinton.
Se equivocaron en Colombia donde los sondeos arrojaban que la opción aprobatoria representada en el “SI” arrasaría para refrendar los Acuerdos de Paz suscritos en La Habana entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; la realidad no resulto así.
En Reino Unido con el ‘brexit’, las encuestadoras deban por hecho el triunfo de la opción “unitaria” poniendo a la opción “secesionista” a 10 puntos detrás de la primera pero el día de celebración del referéndum fue lo contrario.
Venezuela: Caso de las elecciones regionales del 16 de Octubre del 2017.
Las elecciones regionales más que una renovación de autoridades locales constituía una medición sobre la capacidad de convocatoria de los proyectos políticos de la oposición y gobierno como niveles de aprobación o desaprobación en una crisis económica “sin precedentes” calificada así por los entendidos.
Legitimaria las próximas acciones políticas y económicas que cualquiera de los sectores a futuro pudiesen realizar en base a los resultados del proceso electoral obviamente repercutiría en lo económico. Particularmente el oficialismo buscaría por objetivo reivindicar la legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) como “instancia superior” sobre los “poderes constituidos” en tanto la oposición lo contrario bajo el argumento de su “origen fraudulento”.
Se hizo previamente “convocatorias unilaterales” con el objeto de legitimarse y consolidar niveles de aceptación; de acuerdo a la participación en estos eventos en fechas 16 y 29 de julio. Los resultados fueron: 1) Oposición: Consulta popular: 7.186.170 votos. 2) Oficialismo: Elección miembros de la Asamblea Nacional Constituyente -oficialismo-: 8.089.320 votos. (nota: un mismo votante podría ejercer dos votos a la vez conforme a los criterios poblacional y sectorial).
El Consejo Nacional Electoral (CNE) convoco elecciones regionales el 26-08-2017 – debiese haberse realizado en Diciembre del 2016 – siendo interpretada por una “medición de fuerzas”.
Algunas encuestadoras llegaron a mencionar que la oposición obtendría 16 gobernaciones en tanto el oficialismo la mitad; deducciones particularmente elaboradas por la “baja aprobación” de la recién electa Asamblea Nacional Constituyente y gestión presidencial de Nicolás Maduro calificada por una mayoría de encuestados por “mala”.
I
nclusive se presentaron simuladores dando resultados más optimistas, la oposición conquista 19 de los 23 estados con una participación estimada de 67,3% del total de los votantes inscritos en el Registro Electoral. Por cada 5 puntos adicionales de abstención en el grupo de votantes opositores, la Mesa de la Unidad Democrática pierde una gobernación.
Los resultados reflejaron lo contrario: el oficialismo se hizo con 18 gobernaciones y la oposición con 5, aunque realmente gano 2 gobernaciones más y se permutaron 3: Lara, Amazonas y Miranda. Fueron en número de votantes: Oficialismo: 5.814.903 votantes. Oposición: 4.983.626 votantes.
Es acotar que ninguno de los resultados se acercó al del mes de julio. La participación se calculo en un 61,03%, del registro electoral para los entendidos se considera “normal” o “esperado” para este tipo de evento.
Sobre la post verdad
Aplicable este “término” a los distintos ámbitos del acaecer humano es un anglicismo – post truth – cuya utilización no ha sido uniforme en la lengua castellana y en los diferentes campos científicos sea por las dificultades de adaptación de su contenido a las realidades propias de la cultura hispano- hablante.
No se considera sinónimo de “falsedad” o “mentira” por oposición a “verdadero” debido que en castellano inclusive en ingles existe término especifico para esta cualidad.
Su significado más acertado se relaciona a la percepción de los “fenómenos” no a través de la prudencia proporcionada por “razón” o “inteligencia” sino los “sentimientos” o “afectos” nos llevan a tomar decisiones.
La “verdad afectiva” no es una degradación desdeñable inclusive una perversión de la “verdad racional”; lo contrario la noción sobre “inteligencia emocional” o confluencia del intelecto y sentimiento abren la posibilidad de nuevos diagnósticos para la toma de decisiones debido que las “decisiones inteligentes” no se imponen por su “propio peso” sino adicionalmente es recomendable en la mayoría de casos realizar una actividad persuasiva al destinatario para que sean sentimentalmente aceptadas y capte su “bondad” más que su “eficacia”.
El término post – verdad en su aspecto positivo lleva a reconocer que el “afecto” o “sentimiento” como constitutivo de la naturaleza y condición humana forma parte de todo “proceso de diagnostico” o “conocimiento” que derivan en “toma” de decisiones.
Es saber y entender que la conducta política, social o económica no se limita al dato objetivo o indubitable sino en la mayoría de casos está cargado de subjetividad respondiendo a “afectos” y “humores” motivacionales.
En el ámbito político explicaría porque en épocas de crisis surgen liderazgos carismáticos y decaen los racionales o se elige a liderazgos de claros antecedentes “antidemocráticos” para salvar o reivindicar a la “democracia”.
Encuestas y postverdad
Según expertos las encuestas no están diseñadas para captar las emociones; al haber temas muy sensibles y más que racionales resultan «absolutamente emocionales» para identificarlos en las encuestas. En otras palabras la dimensión emocional influye en el comportamiento del elector en las elecciones.
Se concluye que todavía el método clásico de medición de intensión de voto se identifica con una decisión racional o lógica con rasgos institucionales al momento de elegir; en la mayoría de casos los resultados son altamente distorsionantes con la realidad.
Por otro lado durante la realización de encuestas en los procesos electorales se ha observado la teoría de la “espiral del silencio” o “voto oculto”: los electores no expresan sus “verdaderas preferencias en público” sea por miedo o vergüenza evidentemente están referidos al aspecto emocional.
Se tiende al mostrar opiniones favorables hacia los hechos o personas que son mejor valorados por la sociedad; mientras tendemos a ocultar nuestras simpatías con los hechos o personas que son más criticados por nuestro entorno social.
Al ser el hombre un ser social por naturaleza para superar el miedo a ser aislado al no tener la misma opinión lógica; es posible recurrir a la mentira frente a las encuestas para ocultar la opinión emocional siendo reivindicada en el “acto intimo” de votación.
Conclusión sobre las elecciones regionales del 2017
Sobre el chavismo: Si bien los partidarios del chavismo en su mayoría conformados por sectores “económicamente vulnerables” sientan de forma más contundente los efectos de la “crisis económica” inclusive llegar a responsabilizar al presidente Maduro de esta; puede resultar que los programas sociales particularmente los implementados por los Comités Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) sean percibidos a través de la “ bolsa de comida” por una “ayuda relevante” en una coyuntura de escases e hiperinflación de bienes.
Se percibe por muestra de “solidaridad” o “magnanimidad” del gobierno hacia estos expresándose “emocional y profundamente agradecidos” conformándose el denominado el “voto duro” del chavismo.
Sobre la oposición: Identificándose un amplio sector opositor por radical y aupando la “salida urgente” del gobierno no sería producto de la lógica o racional “salida institucional, pacífica, democrática y constitucional” entre otro argumentos “dictadura no sale con votos” o “comunistas no salen con votos” apoyando las acciones de resistencia o guarimbas o “calentamiento de la calle” aunque públicamente y ante los encuestadores dicen rechazar.
Este sector es bastante probable que perciba a la dirigencia opositora representada el Mesa de la Unidad Democrática haya abandonado los “métodos no convencionales” y “enfriado la calle” para un posible “Dialogo” siempre favorable al gobierno.
En consecuencia han jugado a la abstención como forma de “rechazo emocional” a la dirigencia opositora.
* Abogado UCAB- Licenciado Estudios Internacionales UCV.
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