#Encuesta | Conozca quién es percibido como el hombre más poderoso del país

De acuerdo con la encuesta de la consultora Poder & Estrategia en la percepción política de los venezolanos hay una diferencia entre quién gobierna y quién realmente manda en el país.

Ante la pregunta ¿quién es el presidente de Venezuela? 59% de los encuestados respondió que Nicolás Maduro, un número que representa una caída de 10 puntos porcentuales en comparación con febrero de 2019, a pesar que el mandatario ha logrado resistir un año de presión internacional con bloqueo petrolero y financiero.

Juan Guaidó es reconocido como presidente de la República por 25% de los entrevistados, apenas 1 punto menos que hace un año. Como dato anecdótico, 5% de los entrevistados cree que ninguno de los dos debe ser considerado mandatario del país.

Si las respuestas a esta pregunta se miran por estratificación socioeconómica, el reconocimiento de Maduro es mayor en el estrato D con 70% y en el E, donde baja a 60%. Guaidó es presidente con mayor preferencia en los estratos A-B (34%) y C (37%); no obstante, en estos sectores el reconocimiento a Maduro es, también, mayor con un 43%.

La explicación es obvia: Maduro es generalizada y mayoritariamente reconocido como presidente porque tiene el control de la administración del Estado, es respaldado por la Fuerza Armada Nacional, ejerce control político sobre los poderes judicial y ciudadano, se hizo con un parlamento constituyente propio -más allá de lo cuestionado que pueda estar- y sus decisiones son acatadas por todos los ciudadanos.

Sin embargo, ante la pregunta «¿Cuál de las siguientes figuras considera usted que tiene más poder?» Maduro no es la respuesta con mayor puntaje, sino Diosdado Cabello, quien tiene una sólida percepción de 51% de los encuestados como el dirigente con mayor poder político en el país.

Maduro es, en este sentido, una desconcertante paradoja, pues es reconocido como presidente por 59% de los encuestados, como ya se ha anotado, pero solo es visto como la figura más poderosa por 30%.

Por estrato socioeconómico, Cabello es percibido como la figura de mayor poder por 62% en el segmento A-B y 67% en el C, mientras que en los sectores D y E, donde el chavismo concentra su mayor base social, la percepción de poder está más repartida entre el líder de la ANC y el mandatario nacional: en el D, Cabello supera a Maduro 48% a 35% y en el E la brecha se reduce a 39%-36%, porque en este segmento, apostilla Ricardo Ríos, se encuentra la base más leal a Maduro.

La percepción popular observa una competencia real por el liderazgo chavista y con dos agendas diferenciadas. Se podría creer que el origen militar de Cabello y sus conexiones con la FANB son la mejor explicación para este fenómeno sobre la percepción del poder, pero hay que tener en cuenta que el jefe directo del sector militar, el general en jefe Vladimir Padrino López, es visto como la figura de mayor poder solo por 8% de los encuestados, lo que sugiere que, además de poder sobre el componente castrense, Cabello también concentra el manejo del aparato partidista con amplio manejo de recursos.

Además, como figura política tiene una posición generalmente más radical y contundente, mientras que Maduro es visto como por muchos como un heredero impuesto.

¿Y qué pasa con Juan Guaidó? El líder opositor es visto como la figura con mayor poder político por solo 6% de los encuestados. Guaidó, como Maduro, es otra paradoja, pues su percepción de poder es menor en los segmentos socioeconómicos donde cuenta con mayor respaldo. Lo más curioso es que 12% de los encuestados en el estrato D considera al dirigente opositor como depositario del mayor poder político.

En buena medida, esta postura puede ser explicada por la polarización que el mismo chavismo ha inducido con la figura del presidente de la AN, al atribuirle la potestad de manejar la estrategia de «bloqueo y guerra económica» junto con la administración de Donald Trump; en consecuencia, ha de ser un villano poderoso.

– El voto por ninguno –

Las opciones «otro» o «ninguno» concentran 51% de las preferencias electorales del país de cara a la posibilidad de que se realicen unas nuevas elecciones presidenciales en Venezuela, según la más reciente encuesta de la consultora Poder & Estrategia, cuyo trabajo de campo se realizó en la segunda y tercera semana de enero, a escala nacional.

Esta es la medida del descontento y decepción que muestra la percepción más generaliza sobre la evolución de los acontecimientos políticos del país y la consecuente valoración sobre su liderazgo.

Sin embargo, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y mandatario interino reconocido por más de 50 países desde hace un año, sigue siendo el dirigente mejor valorado, pues 21% de los encuestados prefiere que él gobierne al país, mientras que Nicolás Maduro acapara solo 10% de las preferencias.

No obstante, el liderazgo del opositor se ha erosionado más rápidamente que el del mandatario chavista; de hecho, Guaidó ha caído 23 puntos porcentuales o 52,27% en preferencia, mientras que Maduro ha perdido 7 puntos porcentuales o 41,18% desde febrero de 2019, según el sondeo.

Hay que señalar que, en general, la oposición tiene una dirigencia mejor valorada que su contraparte chavista, aunque con niveles muy bajos de preferencia. Por ejemplo, María Corina Machado recoge 7% de preferencia; Leopoldo López, 4%; Henry Ramos Allup y Henrique Capriles Radonsky se quedan con 1%. El otro líder chavista con aprobación computable es Diosdado Cabello, con un exiguo 2%.

Ante este cuadro de deterioro del liderazgo político, la opción que parece preferir la población para resolver el conflicto y la polarización es la vía electoral. El sondeo de Poder & Estrategia, la consultora dirigida por el politólogo Ricardo Ríos, señala que un categórico 71% de los entrevistados está dispuesto a votar en las elecciones parlamentarias, siempre que exista una observación internacional creíble y un nuevo Consejo Nacional Electoral más equilibrado.

«A pesar de lo difícil que ha sido la gestión de la Asamblea Nacional, la gran mayoría de los consultados continúa dispuesta a participar en un escenario electoral competitivo», subraya el informe.

La encuesta se compone de 1.000 entrevistas válidas en las principales áreas urbanas del país (Región Occidental,
Región Centro Occidental, Región Central y Región Capital), aplicadas a personas naturales, de sexo femenino y masculino, mayores de 18 años, de los estratos Socio-Económicos A-B, C, D y E. La encuesta tiene un nivel de confianza estimado de 95% y un error máximo admisible de 2,5%.