"Esos" ceros aparecerán este mismo 2018

Definitivamente un Gobierno se define por sus actos y no por lo que alardean y promocionan de sí mismo. La caracterización de la actual administración se basa en el ocultamiento de cifras oficiales, negación de la crisis económica y social con alarmantes implicaciones humanitarias, regulaciones y controles que muestran precios bajos de productos inexistentes, destrucción de incentivos a la producción y a la oferta de bienes y servicios, vulneración del Estado de Derecho y Reconversiones Monetarias para simplemente restarle tres ceros a todos los precios -dejándolos exactamente igual al inicio en términos relativos- sin corregir las causas inflacionarias.

Dicho lo anterior, vale aclarar que efectivamente se hará evidente, llegando e iniciando el 2019, un re-escalamiento en el nivel de los precios de bienes y servicios en magnitudes “verticales” en porción 1.000. Así las cosas, la verdad es que no es que aparecerán los ceros que elimina la Reconversión Monetaria, sino que se harán evidentes los ceros de los millones de los bolívares fuertes, en adelante bolívares soberanos, que a su vez en el pasado no tan lejano resultarían ser millardos del bolívares a secas.

El presidente de la República anunció la nueva Reconversión Monetaria el jueves 22 de marzo de 2018; aclarando que el nuevo bolívar soberano entraría en funcionamiento en 04 de junio de 2018. Por su parte, durante el mes de marzo la Asamblea Nacional reveló los cálculos que esta instancia del Estado estaría procesando e informando a falta de que el Banco Central de Venezuela cumpla con sus responsabilidades en la materia de estadísticas nacionales y en materia de precios específicamente. La Asamblea Nacional informó que la inflación correspondiente al mes de febrero 2018 se ubicó en 84,2%, mientras que la inflación correspondiente al mes de enero 2018 se habría ubicado en 80%. Lo anterior significaría que la inflación acumulada al cierre de febrero 2018 se ubicaba en 231,6%. Si proyectáramos esta inflación acumulada anualizando al cierre de 2018, la inflación del año podría ubicarse alrededor del 132.849,63%.

Supongamos que en el momento del discurso del presidente respecto a la Reconversión Monetaria, alguien estaba adquiriendo algún bien cuyo precio era 1.000 bolívares fuertes (disculpe el lector el precio utilizado, sabemos que nada cuesta 1.000 bolívares fuertes, pero es para facilitar ver nuestro punto y el ejemplo numérico) En este sentido podríamos preguntarnos ¿Cuánto tiempo tendría que pasar a partir de la fecha del discurso sobre la Reconversión Monetaria, utilizando la inflación acumulada para proyectar el precio del bien en el futuro en bolívares soberanos, como para que llegué nuevamente los tres ceros de 1.000, en este caso bolívares soberanos?

Alrededor de 11,5 meses después del discurso, es decir a mediados de febrero 2019, los niveles de precios mostrarán “el mismo nivel” de continuar el proceso hiperinflacionario idéntico a los dos primeros meses del año 2018 así como su incidencia general sobre bienes y servicios -nada hace pensar, basado en los anuncios y acciones por parte del Ejecutivo Nacional que lo anterior cambie, si no se ha diseñado ni articulado política económica ni pública coherente ni eficiente-.

Para peor de males, como ha sido costumbre, producto de las políticas públicas y económicas del Gobierno y sus distorsiones, este re-escalamiento terminará resultando en menoscabo de los sueldos y salarios, que suelen ajustarse menos que proporcionalmente a los precios generalizados en la economía.

Los dos primeros de ceros aparecerán este mismo 2018, el tercero si queda para inicio del año 2019.

Por lo visto, esta es la acepción que posee el Gobierno por Soberano, ahora se entiende la relación entre el discurso y la praxis.

* Economista UCV. Master in Competition and Market Regulation, BarcelonaGSE, Universidad Pompeu Fabra, Universidad Autónoma de Barcelona. Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid. Master en Economía y Derecho del Consumo, UCLM. Postgraduate Diploma in Economics for Competition Law, Kings College London, University of London.