España entró en recesión en el segundo trimestre, al registrar un hundimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 18,5% respecto al anterior debido a la pandemia del coronavirus, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Tras la contracción del 5,2% en el primer trimestre, la cuarta economía de la zona euro registra dos meses consecutivos de caída del PIB, lo que supone la definición de una recesión.
El Banco de España preveía una contracción de entre el 16 y el 22% del PIB en el segundo trimestre, marcado por un estricto confinamiento en abril, acentuado por dos semanas de cierre de todas las actividades no esenciales.
Entre mayo y junio, la salida del confinamiento fue muy progresiva.
El sector del comercio, el transporte y la hostelería se vio golpeado de lleno, con una caída del 40% respecto al trimestre anterior.
La construcción cayó un 24%, y la industria un 18,5%.
El turismo, uno de los pilares de la economía española ya que representa un 12% de su PIB, se vio duramente afectado, con un retroceso del 60% de sus ingresos respecto al mismo trimestre de 2019.
El consumo de los hogares se derrumbó un 21% respecto al trimestre anterior, y las inversiones de las empresas un 22%, mientras que las exportaciones retrocedieron más de un tercio en comparación con el período enero-marzo.
El gobierno español espera una contracción del PIB del 9,2% este año, aunque el Banco de España, más pesimista, prevé que la caída sea del 15%.
España ha sido uno de los países más afectados en Europa por la pandemia, con más de 28.400 muertos según el recuento oficial.
Pero también será uno de los principales beneficiarios del plan europeo de reactivación acordado en Bruselas por la Unión Europea el 21 de julio pasado.
Así, se espera que el país reciba en forma de créditos y subvenciones directas un total de 140.000 millones de euros (166.245 millones de dólares) del total de 750.000 millones (890.600 millones de dólares) de que constará el plan europeo.
Según la ministra de Economía, Nadia Calviño, las medidas tomadas por el gobierno para apoyar la actividad, entre ellas un plan de desempleo temporal, los avales del Estado a créditos contraídos por las empresas o las ayudas a autónomos, han permitido evitar «una caída del PIB de más del 25%».
El coste de esas medidas, puntualizó, representa «el 20% del PIB previsto en 2020».
La pandemia destruyó más de un millón de empleos en España en el segundo trimestre, principalmente en el turismo y el sector servicios.
La tasa de desempleo subió al 15,3% a finales de junio, y se espera que escale hasta el 19% a finales de año, según el gobierno. El FMI espera una tasa de desocupación del 20,8%.