#Especial ByN | Cómo salir de la miseria salarial en Venezuela: hablan expertos
En el seno del Gobierno se discute el tema, en medio de presiones. Algunos sectores consideran que se debe incrementar el salario mínimo en no menos de 3.000 %. Otros sectores en el chavismo se preocupan por los impactos macroecómicos.
Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), sostiene que los industriales han hecho el mejor esfuerzo que han podido para ofrecer mejores salarios, pero la situación económica sigue siendo compleja.
“En la Encuesta de Coyuntura del Conindustria del tercer trimestre de 2022 la remuneración en el sector industrial –sector operativo- se ubica en 171 dólares. Dividimos entre pequeña, mediana y grande”, abre fuegos el dirigente empresarial.
Las centrales sindicales, por su parte, están desarrollando propuestas. No hay consenso, pero las cifras que se manejan hablan de solicitar alrededor de 300 dólares mensuales como ingreso básico, además de restituir la vigencia de la Ley Orgánica del Trabajo, Trabajadores y Trabajadores (LOTTT), especialmente en la materia previsional; es decir retomar las prestaciones obligatorias en un mercado laboral desestructurado e informalizado.
En el seno del Gobierno se discute el tema, en medio de presiones. Algunos sectores consideran que se debe incrementar el salario mínimo en no menos de 3.000 %. Hay que acallar la conflictividad que empieza a despertar. Otros sectores en el chavismo se preocupan por los impactos macroecómicos, pues consideran que una explosión inflacionaria sería peor.
Los empresarios hablan de una política integral. Un conjunto de reformas macro y microeconómicas que permitan recuperar progresivamente los salarios, pero en el entendido de que no será ni muy rápido, ni muy fácil.
La remuneración depende de producción y productividad, asevera Pisella. Esto se mide en la recuperación de la capacidad instalada que se ha verificado de 2021 a esta fecha.
Esa es la propuesta de Conindustria: producción y productividad. “La pequeña industria incrementó –en el tercer trimestre de 2022- 97% la remuneración de sus trabajadores con respecto al mismo período de 2021.
Hiperinflación descartada: Conindustria
En 2022 –avanza Pisella- “aumentamos 68% la remuneración en dólares”.
Por otra parte, el dirigente niega que se haya entrado en un segundo ciclo de hiperinflación en diciembre de 2022, como aseguran algunos economistas.
“En diciembre de 2021 la inflación cerró en más de 600%. En el año que acaba de terminar la cifra se redujo a un tercio de eso posiblemente; quiero esperar la data del BCV. La inflación no está controlada pero se viene disminuyendo. En 2023 es posible que ceda más. Sin embargo, sigue estando entre las más altas del mundo. El Estado necesita más ingresos. No es sencillo”, prefiere ver el vaso medio lleno.
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Pisella destaca que el gasto público se ha reducido grandemente. Y pronostica que ayudará la licencia de la OFAC a Chevron, con un incremento de la producción de unos 50.000 barriles de petróleo adicionales. “Eso va a ayudar a que vayamos teniendo más ingreso. Estamos exportando a EEUU sin descuentos, vienen diluyentes desde el gigante del norte que ayudan a subir la producción, etcétera”.
-Sin embargo, hay conflictividad social: los maestros protestaron y no pudieron detenerlos…
-Yo no puedo hablar de las cifras del sector público. Pero las mejoras se van a dar, conforme mejoren los ingresos del Estado.
-¿Bajar el encaje legal bancario podría mejorar los salarios?
-En la misma medida que liberes bolívares, debes tener los dólares.
-Quiero decir, bajar el encaje para aumentar el crédito…
–Nuestra propuesta es que se permita a la Banca intermediar con las cuentas en dólares. De esos depósitos que están allí que se permita dar créditos en dólares, hasta que se controle la inflación. Es una propuesta que estamos haciendo. Esto no va a causar inflación.
En 2020 la industria cerró en 19% de la capacidad instalada. Hoy está en 38.5%.
El presidente de Conindustria, remarca que el BCV ha hecho un esfuerzo enorme por contener el dólar paralelo, pero tiene una capacidad limitada. Por eso los precios van a seguir subiendo y los salarios se quedan cortos.
Dejar hacer y dejar pasar
En otro orden de ideas, destaca que no hay producción nacional, y esto favorece a los productos importados. Es proclive a una especie de libre flotación del tipo de cambio, donde «se deje hacer y se deje pasar».
A noviembre de 2022 el valor agregado manufacturero creció 12%, y para 2023 se estima que esté entre 5 y 7%. Hay que tomar en cuenta –dice- los productos importados que entran con beneficios arancelarios. Pisella ve con buenos ojos la entrada en vigencia de la Ley de Armonización Tributaria.
“No va a haber recuperación total en 2023, pero sí se puede dar un crecimiento sostenible en el tiempo, con producción nacional”, lo cual permitiría hacer mejoras a las tablas salariales.
Los salarios más bajos del mundo
En su trinchera, José Guerra es economista de la UCV, exparlamentario y director del OVF. También ofrece sus criterios sobre si es posible recuperar el salario en Venezuela.
“Los salarios en Venezuela son los más bajos del mundo. En el caso de los trabajadores de la administración pública, el salario mínimo está en 7 dólares , o 6 dólares a la tasa de cambio del 16 de enero. Más un bono equivalente a 6 dólares en promedio. Eso hace un total de 12 dólares”, echa mano de la matemática más sencilla.
Para el sector privado (Comercio y Servicios) en el área metropolitana de Caracas, al cierre de noviembre, el salario promedio fue 120 dólares. Y para el sector industrial –entra en los predios de Pisella- a nivel global, según la encuesta de Conindustria el salario promedio es 130 dólares. Pisella habla de 170 dólares, pero Guerra se refiere a un “promedio”.
El economista opina que hay una brecha muy significativa entre las remuneraciones del empleado público y del sector privado. “Ambas son bajas, pero es ultra baja y prácticamente a nivel de indigencia lo que gana un empleado público”, un negro agrio le atenaza las pupilas.
Ingresos esperados para 2023 (Millones $)
Exportación petrolera 14.000
IVA 2.500
ITGF 1.500
ISLR No petrolero 1.000
Otras exportaciones 1.500
Aduanas y otros 1.500
Gasolina 1.700
Fondos externos 4000
Total 27.700
Falso el argumento de que no tienen para aumentar los salarios— Jose Guerra (@JoseAGuerra) January 17, 2023
Polémica: entre 80 y 100 dólares
La pregunta –lanza por la libre- es si es posible que el Estado pueda incrementar los salarios. Hay una polémica “porque hay algunos que decimos que sí, de una manera moderada, llevando el salario mínimo a un rango de entre 80 y 100 dólares. Pero hay otros que dicen que no tiene la capacidad para ello”.
Guerra explica que según las cuentas de las exportaciones petroleras, con los precios actuales de la cesta venezolana de entre 65 y 70 dólares por barril, “el Estado sí podría pagar un salario de entre 80 y 100 dólares a los trabajadores de la administración pública y a los pensionados del seguro social”, despacha contundente.
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¿Cuál es el problema? Según el director del OVF, si estos aumentos se dan en un contexto en el cual la inflación no se controla –coincide con Pisella- esta, al cabo de un tiempo, volverá a erosionar el poder adquisitivo de los salarios y entonces será necesario volver a pedir aumentos, “y de ese círculo vicioso no vamos a salir”.
¿Qué indica esto para José Guerra? “Que Venezuela lo que necesita es un programa económico global para abatir la inflación, hacer crecer la economía, financiarla de forma sana, de manera tal que no se recurra al BCV para que imprima dinero, que es lo que está generando este proceso de alta inflación”, redondea el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Codo a codo con África
De su lado del tablero, José Manuel Puente es economista de la UCV y PhD en Oxford. Es profesor titular del IESA y profesor invitado en Oxford y Salamanca, entre otras credenciales. Puente ofrece a Banca y Negocios una visión final del asunto.
El problema de fondo –asegura- es que Venezuela ha terminado por tener el salario mínimo y promedio más bajo de América Latina, e incluso del mundo; solo países africanos pueden tener salarios mínimos y promedios como el de Venezuela. En América Latina nadie tiene salario mínimo de 6 dólares. Esto –dice- es consecuencia de la hiperinflación, y la inflación de 2022 que fue la más alta del mundo. A esto se suma el conflicto cambiario.
-¿Qué hay que hacer?
-Un programa de estabilización con ayuda financiera en grandes volúmenes, para poder estabilizar a la economía de Venezuela. Mientras Venezuela no controle su inflación, su tipo de cambio se va a apreciar, y esto traerá más inflación, que minará los salarios.
Hay muchas dudas –relata- sobre la calidad del crecimiento de Venezuela. La única manera de que sea sustentable es que haya productividad. Si solo se hacen aumentos nominales sin incrementar la productividad, se seguirán yendo a pique los salarios. “Es la primera vez que Venezuela –siendo un país de petróleo- tiene un salario mínimo más bajo que Cuba”.
“Los jubilados y pensionados han caído en una situación muy precaria”, apunta. Así vista la cosa, parece que el enemigo es la inflación, la cual nace de un errático esquema económico, que debe ser reajustado con urgencia.
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