#EspecialByN l Covid-19 va a seguir frenando la posible recuperación económica en Venezuela

Con niveles de popularidad realmente pobres y las inminentes extradiciones de Alex Saab y Hugo “El Pollo” Carvajal a EEUU como par de Espadas de Damocles sobre su cabeza, Nicolás Maduro ha dicho en fecha reciente que la reconversión monetaria que entrará en vigencia el 1 de octubre de este año ayudará “a que el último trimestre sea de consolidación, de recuperación de la economía. Este año vamos a tener crecimiento económico real”, dijo en cadena nacional de radio y TV.

Según una nota de Banca y Negocios, Maduro garantizó que la eliminación de 6 ceros al bolívar facilitará las transacciones y la vida de los ciudadanos. La medida –se llevó una mano al pecho- tiene como fin “facilitar las transacciones y el comercio y llenar a la gente de optimismo (…) este año vamos a tener crecimiento económico”.

Por su parte, el portal informativo del canal VTV reseñó que este archicuestionado mandatario disparó la siguiente salva: “No nos quedaremos de manos atadas, pongan las sanciones que quieran, sanciones ilegales, inmorales, criminales, muy crueles contra Venezuela, pero yo he dicho: Nosotros vamos a salir adelante”, remachó en una de sus usuales bravatas.

-Julio Castro: lo único seguro es la incertidumbre-

No obstante, el Covid-19 ha causado estragos en la economía, y pudiera presumirse que Maduro acaso sea demasiado optimista. El doctor Julio Castro es Internista e Infectólogo. Relató a Banca y Negocios que el 8 de septiembre pasado se liberó una información conjunta del IVIC y del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, donde se revela que –como parte del monitoreo que han venido haciendo a escala nacional- en el mes de julio (la data más reciente), 70% de las muestras tenía variante Gamma, que fue la que se originó en Brasil, 21% de variante Mu, que es la que se originó en Colombia, y el resto son porcentajes muy pequeños.

Ese es el patrón de variantes que se ve en toda la zona oriental de la región, o sea: Venezuela, Brasil, Uruguay, Surinam, Guyana, e incluso Paraguay. La zona andina tiene predominio de variante Mu.

“Es muy poco de lo que podemos saber del comportamiento de estas variantes en el mundo en general. Sabemos que las variantes no son afectadas de modo importante, o tienen un nivel de seguridad de las vacunas sobre las variantes bastante homogéneo y bueno. Y es poco lo que conocemos sobre interacción y aparición de nuevas variantes en el país”, explica el galeno.

En los estados occidentales fronterizos como Zulia y Táchira resalta la variante Mu. Variante Delta solo se registró en junio en la región capital. “No conocemos la connotación en términos de transmisibilidad de esta variante”.

El sistema Covax –dice- debería enviar en 2021 el equivalente para vacunar a 5 millones de venezolanos y eso -en un esquema de dos dosis- implicaría 11 millones de vacunas. Se envió el primer contingente de 690.000 vacunas esta semana.

“Y en teoría deberían seguir enviando hasta llegar a 11 millones de vacunas en 2021, y digo en teoría porque Covax ha tenido retrasos en la mayoría de los países de la región, porque la producción de vacunas en el mundo entero, en función de la necesidad, ha sido menor, y eso ha generado una escasez en la región latinoamericana. No estamos seguros de llegar a las 11 millones de vacunas”, toma distancia.

No hay un cronograma claro del resto de las vacunas. Se firmó un contrato con Rusia para la vacuna Sputnik, donde se deberían mandar 11 millones. “No sabemos cuántas hay pero no llega al 20% de esa cifra”, indica. Y con China se firmó un acuerdo para la vacuna Sinopharm. Han enviado un contingente quizá entre 11 y 12 millones de vacunas, pero no hay un cronograma. “Estamos esperando un cronograma para llegar a la meta de vacunar 70% de la población adulta en Venezuela”.

Una encuesta realizada entre julio y agosto revela que se han colocado 9.8 millones de vacunas en Venezuela. De esa cifra, 70% ha sido Sinopharm y 30% Sputnik. Estamos en la segunda onda pandémica en Venezuela extendida con alta transmisión y predecir siempre es difícil. Pueden subir los casos, o pueden bajar.

“Es difícil saber cuál va a ser el escenario. Pero si se produce una sustitución por la variante Delta –por ejemplo- podría haber un aumento, como ha pasado en EEUU, Europa e India”. Castro estima que el escenario más probable es un aumento en las próximas semanas, pero de ahí en adelante es muy difícil de predecir.

“Lo que el ciudadano tiene que hacer –expone- es seguirse protegiendo, sea cual sea la variante. Mientras haya Covid-19 usar el tapabocas, evitar las concentraciones, los espacios cerrados, porque esas medidas protegen contra cualquier variante”, redondea sus ideas el experto.

-Grisanti: ambiente económico de incertidumbre-

En su esquina, Alejandro Grisanti, economista y consultor, se refiere a lo dicho por Castro en estos términos: “Cuando uno oye al doctor Castro se concluye que uno tiene que ser muy humilde con la pandemia porque es mucho lo que no se sabe. Y por esto es mucho lo que tenemos por delante y lo que falta por ver. Eso, en términos económicos implica un ambiente de mucha incertidumbre, que son ambientes de baja inversión, bajo emprendimiento, etcétera”, abre fuegos.

“Países que han tenido un alto porcentaje de su población vacunada, cuando les llega otra variante empieza a incrementarse la transmisibilidad, el número de casos, y el número de muertes. Se encienden de nuevo las alarmas. La gente se vuelve a quedar en sus casas y a reducir el consumo”, va directo al grano.

Grisanti destaca el tema de las remesas. Recuerda que el emigrante venezolano ha ido sobre todo a países de América Latina. En EEUU se ha producido un programa muy expansivo de la Reserva Federal y el emigrante centroamericano –que se fue mucho antes al gigante del norte- ha incrementado sus remesas.

Pero Venezuela se ha perjudicado. Las remesas a Venezuela cayeron de 3.500 millones de dólares en 2019 a 1.550 millones en 2020, y creemos que subirán este año a 1.950 millones en 2021. Hay un falso incremento de 25%, pero si se compara con 2019 hay una caída de 40%.

En el caso de Venezuela se calcula que la economía es hoy en un octavo de lo que era en 2012. La economía cayó un 88.5%.

“Somos el 12.5% de lo que éramos en 2012. Si esa economía crece 10% pasa a ser el 12.6% de lo que fue, entonces la economía pasa a haber caído un 88.4%. Pero aunque haya un pequeño repunte a final de año, la destrucción previa fue tan fuerte, que la mejora será muy pequeña, si bien no estimamos que vayamos a crecer 10%”, pone muy en claro en conversación con Banca y Negocios.

-Pragmatismo-

Hay un pragmatismo en la actuación económica del gobierno, “que uno no sabe si es por convicción o por necesidad no han cambiado ninguna ley”, pero no se sabe si luego vuelven los controles de cambio, por ejemplo, si se eliminan las sanciones, señala el economista.

La tasa de cambio se mueve con el mercado, se hacen la vista gorda con la dolarización, producto de este pragmatismo, y hay un ajuste draconiano sobre el gasto público y la población. Entonces, algunos sectores comienzan a dar signos de crecimiento, como alimentos, cuidado personal, y todo lo que son necesidades de consumo masivo, así como telecomunicaciones.

“Producto de la pandemia, la clase media ha buscado expandir un poco su casa porque se tiene que quedar allí, hacen un anexo para poner una oficina, quizás han comprado un apartamento más grande, o una casita, pero sí se ha reactivado un poco lo inmobiliario. Hay algunos sectores ganadores frente a otros perdedores como bebidas alcohólicas y tabaco, vestido y calzado, que se han visto muy perjudicados. Pero yo sí creo que habrá de acá a fin de año un pequeño crecimiento”, indica Grisanti.

El economista despeja la ecuación de su análisis de esta manera: “Pese a toda la incertidumbre que todavía queda con el Covid-19, uno ve a los países en el orbe renuentes a volver a la población al confinamiento, incluso en Venezuela, y si bien ha habido un repunte de casos, no pareciera que vayan a colapsar los sistemas sanitarios. Veo poco probable que vayamos a un confinamiento tan restrictivo como en 2020. Los efectos económicos que tendremos por el Covid-19 en lo que queda de 2021 y en 2022 van a ser menores”, da la estocada final.