El Estado español adquirió un 3% de Telefónica, seis meses después de que un grupo semipúblico saudita entrara en el capital del gigante de las telecomunicaciones, informó el organismo público Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
«En cumplimiento del acuerdo de Consejo de Ministros del pasado mes de diciembre, que ordena a SEPI la compra de acciones hasta alcanzar un máximo del 10% de capital social de la compañía, la Sociedad Estatal ha alcanzado el 3%», indicó la noche del lunes el ente estatal en un comunicado.
El gobierno del socialista Pedro Sánchez justificó en diciembre su decisión de que el Estado regresara al capital de Telefónica, destacando la importancia de las actividades de la empresa para «la seguridad y la defensa» del país.
Telefónica, presente en 12 países, nueve de ellos latinoamericanos, había sido totalmente privatizada en 1997.
En septiembre, el grupo semipúblico Saudi Telecom Company (STC) anunció de forma sorpresiva la adquisición del 9,9% de Telefónica, causando perplejidad en el gobierno de izquierda, que supo de la transacción en el último minuto.
Si el grupo saudita hubiera querido comprar más del 10%, hubiera necesitado permiso del gobierno.
El ejecutivo de Sánchez dijo que su decisión «va en línea» con otros países europeos, como Alemania, Italia y Francia, donde el Estado posee partes minoritarias de sus principales empresas de telecomunicaciones.
Telefónica anunció en febrero que sufrió en 2023 una fuerte pérdida neta por el impacto en sus cuentas de una provisión hecha para financiar un plan de despidos en España, donde se suprimirán unos 3.400 puestos de trabajo.
El operador telefónico emplea a unas 100.000 personas en todo el mundo.
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