Estados Unidos acusó a Irán de ser «responsable» de los ataques de este jueves 13 de junio contra dos buques petroleros en el mar de Omán, un incidente que levanta temores de un nuevo enardecimiento de tensiones en el Golfo.
Los buques cisterna «Front Altair» y «Kokuka Courageous» navegaban frente a la costa de Irán cuando tuvieron que ser evacuados al incendiarse como consecuencia de un ataque de origen indeterminado.
Es el segundo incidente de este tipo en pocas semanas en esta zona estratégica y coincide con las tensiones crecientes entre Irán y Estados Unidos, que ya había señalado a Teherán de provocar los ataques similares ocurridos en mayo.
Mientras con aquel episodio Washington demoró varios días en apuntar su dedo, este jueves reaccionó de inmediato.
«La evaluación de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques», dijo el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, a periodistas.
En apoyo a esta acusación, citó el trabajo de los servicios de «inteligencia, las armas utilizadas, el nivel de experiencia que se necesita para ejecutar la operación, los recientes ataques iraníes similares en el transporte marítimo» y el hecho de que ningún grupo aliado de Irán que opera en el área «tiene los recursos y la capacidad para actuar con tal grado de sofisticación».
El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que esto «representa una clara amenaza para la paz y la seguridad internacionales, un ataque flagrante contra la libertad de navegación y una escalada inaceptable de las tensiones entre Estados Unidos e Irán».
– «Sospechoso» –
Irán dijo que su Marina rescató a 44 personas después de que los petroleros se incendiaran por un «accidente» y expresó preocupaciones por «incidentes sospechosos».
«La palabra sospechoso no es suficiente para describir lo que aparentemente se desprende» de estos «ataques» contra «petroleros con destino a Japón» en el preciso momento en que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se reúne con el líder supremo iraní, Ali Jamenei, reaccionó en Twitter el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif.
La región sufre desde hace más de un mes una escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán.
Washington, que continúa endureciendo sus sanciones económicas y diplomáticas contra Teherán después de cerrar la puerta hace un año al pacto nuclear de 2015, multiplicó repentinamente a principios de mayo sus despliegues militares en Medio Oriente, acusando al régimen iraní de preparar ataques «inminentes» contra intereses estadounidenses.
La República Islámica ha negado esas acusaciones mientras amenaza con superar ciertas restricciones a su programa nuclear.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió el jueves que el mundo no podía permitirse un gran conflicto en el Golfo.
Ante el Consejo de Seguridad, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, denunció «una evolución peligrosa» en Medio Oriente, en tanto la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió «máxima moderación» para evitar cualquier «provocación» en la región.
Las circunstancias de los ataques aún no están claras.
– «Demasiado pronto» para un acuerdo –
Según los medios estatales iraníes, el primer incidente ocurrió a bordo del buque «Front Altair», del grupo noruego Frontline y con bandera de las Islas Marshall, en un punto situado a 25 millas náuticas de Bandar-e Jask, una localidad portuaria del sur de Irán. Autoridades marítimas de Oslo informaron de tres explosiones a bordo.
El «Kokuka Courageous», con bandera panameña y propiedad de la compañía de Singapur BSM Ship Management, viajaba desde Arabia Saudita rumbo a Singapur con un cargamento de metanol. Veintiún tripulantes saltaron al agua y fueron rescatados, indicó la agencia oficial IRNA.
La televisión iraní mostró imágenes espectaculares de llamas y columnas de humo saliendo de unos de los buques.
A pesar de su acusación directa, la administración estadounidense no ha anunciado más represalias contra Teherán. Incluso reiteró su llamado al diálogo, lo que fue rechazado este jueves por el líder supremo de Irán.
Al recibir a Abe este jueves, Jamenei rechazó cualquier diálogo con Donald Trump, alegando que «no merece intercambiar mensajes con él».
El presidente estadounidense estimó en Twitter que es «demasiado pronto para siquiera pensar en lograr un acuerdo». «Ellos no están listos, ¡y nosotros tampoco!», escribió.
No obstante, Pompeo aseguró que Washington aún quiere que Teherán regrese a la mesa de negociaciones «cuando llegue el momento».