Este sirio vive desde hace dos meses en el aeropuerto de Malasia
En un caso que hace recordar la película «La Terminal», protagonizada por Tom Hanks, el ciudadano sirio Hassan Al Kontar, se ha visto forzado a vivir dos meses en el aeropuerto de Kuala Lumpur, mientras intenta escapar de la guerra de su país y buscar una vida en otra nación.
Al Kontar relata su experiencia a través de Twitter y ha llamado la atención de los medios internacionales. El hombre de 36 años y miembro de la minoría drusa, explicó que vive en el aeropuerto de Kuala Lumpur (Malasia) desde el 7 de marzo, después de un intento frustrado de viajar a Ecuador y luego a Camboya. La aerolínea no lo dejó abordar su vuelo a Ecuador, mientras que las autoridades camboyanas le impidieron la entrada y fue expulsado de vuelta al aeropuerto de Kuala Lumpur.
Pasó los últimos 10 años en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), trabajando como gerente de marketing de seguros y ahora se encuentra en una especie limbo burocrático. Al negarse a participar en la guerra civil siria, en 2012, la embajada de su país en EAU le negó la renovación del pasaporte y por ello no pudo obtener su visa de trabajo.
Esta situación le impide salir del aeropuerto de Kuala Lumpur y comprar un boleto para viajar.
«Desafortunadamente para los sirios, es imposible obtener una visa a cualquier lugar», dijo a CBC News de Canadá desde el aeropuerto. «Así que estoy atrapado aquí».
Desde el 27 de abril solicita que lo ayuden escribiendo un correo al ministro de Inmigración de Canadá para que le concedan una visa.
Plz retweet
I have Some good news and I need your help all of you to make it happen.
Please send an email to Mr. Ahmed Hussen – Canada’s Minister of Immigration.
«ahmed.hussen@parl.gc.ca»
Tell him you support a Temporary Resident Permit for Hassan to come to Canada immediately pic.twitter.com/Wmpb2CSsHU— Hassan Al Kontar (@Kontar81) 27 de abril de 2018
Con poco dinero, duerme en un rincón del aeropuerto, come gracias a los empleados del aeropuerto que le dejan una bandeja de comida. «Mi mundo es pequeño. Algunas sillas, dos baños, un largo pasillo para caminar y esta gente, que me hace las cosas más fáciles», dijo en un tuit.
«Ahorré suficiente dinero para comprar un boleto de avión en Turkish Airways. Pero por alguna razón, no me permitieron el vuelo», dijo a la BBC.
Kontar reconoce que hay refugiados sirios en peores circunstancias, pero su situación es también un reflejo de la crisis humanitaria.
«En el momento en que la aerolínea turca canceló mi boleto y no me permitió abordar, sé que no fue por mí, Hassan, fue por mi nacionalidad», dijo.
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