Estiman en 90 millones de dólares pérdidas por saqueos en tiendas de México

Un total de 681 tiendas fueron saqueadas durante las protestas por el aumento de combustibles en México a principios de enero, y el valor de las mercancías robadas ascendió a 90 millones de dólares, informó hoy la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad).

«Fueron 681 tiendas saqueadas, 1.906 tiendas afectadas porque algunas cerraron y otras no pudieron abrir», indicó a Radio Fórmula el presidente de la Antad, Vicente Yáñez.

Asimismo, señaló que todavía no se han cuantificado los daños físicos en los establecimientos comerciales ni las horas perdidas, pero que solo en mercancías robadas el monto asciende a 1.922 millones de pesos (unos 89,7 millones de dólares).

El 1 de enero tuvo lugar en México una subida de los precios de las gasolinas de entre el 14 % y el 20 %, según el tipo de combustible, una decisión gubernamental que antecede a una liberalización de precios en el sector a partir del 31 de marzo.

Dicha medida, conocida como el «gasolinazo», provocó fuertes protestas sociales en buena parte del territorio, que en varios estados derivaron en saqueos en gasolineras y tiendas comerciales, dejando unos 1.500 detenidos y al menos 6 muertos.

El estado más afectado por los robos en tiendas fue el Estado de México, con 221 casos, seguido de Veracruz con 185, 73 en la Ciudad de México, 56 en Chiapas, 40 en Puebla y 33 en Nuevo León, enumeró Yáñez.

Ante una posible nueva subida de precios de las gasolinas en febrero, que según analistas podría rondar el 8 %, la Antad pidió a las autoridades que garanticen la seguridad de empleadores y compradores.

De producirse nuevos altercados, las cadenas «evaluarán caso por caso condiciones de seguridad que se puedan estar dando».

«Los empleados están espantados de lo que pasó. No queremos que pongan en riesgo su vida, donde pueda haber riegos, las cadenas comerciales cerrarán», explicó Yáñez.

El presidente de la Antad recordó que no hay antecedentes sobre sucesos de este tipo y magnitud en México, y calificó el hecho de «terrible» porque da muestras de la «descomposición del tejido social» que padece el país.