#GuerraRusiaUcrania | Precios de criptomonedas se derrumban y expertos pronostican mayores caídas
En la madrugada del jueves 24 de febrero Rusia comenzó la invasión de Ucrania. Horas más tarde Bitcoin y el resto de las criptomonedas notaban con fuerza el pánico de la guerra y descendían de manera notable su cotización con caídas que, en algunas criptomonedas, superan con creces el 15%.
En este sentido, el Bitcoin mostró su punto más bajo a las 6.30 horas de la mañana cuando cotizaba a 34.405 dólares acercándose peligrosamente al soporte de los 33.000 dólares. A esa misma hora el Ethereum bajó hasta los 2.307 dólares y Cardano hasta los 0,75 dólares.
Actualmente el Bitcoin, el Ethereum y Cardano cotizan en 35.520, 2.390 y 0,77 dólares respectivamente y amenazan peligrosamente sus resistencias.
Para Jason Guthrie, responsable de activos digitales de WisdomTree para Europa, «la invasión de Ucrania es una tragedia y amenaza la estabilidad global”. Por tanto, la incertidumbre que genera “afectará a muchas clases de activos, incluidas las criptomonedas. No sería apropiado especular sobre cómo puede evolucionar la situación a partir de ahora. Esperamos una rápida resolución de la situación y el retorno a la paz en la región».
– ¿Pierde el Bitcoin la consideración de valor refugio? –
Como era de esperar todos los mercados e índices mundiales han reaccionado con fuertes caídas al inicio del enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania. ¿Todos? No, todos no. Los valores refugio como el oro, la deuda pública (bono alemán o de EE.UU. a 10 años, por ejemplo) y las materias primas energéticas como el petróleo y Futuros gas natural han incrementado su valor en las últimas horas.
Pero ¿y el Bitcoin? ¿No era considerado actualmente por muchos expertos como un valor refugio de referencia y que competía directamente con el oro? Pues… Sí y no. En igualdad de condiciones el Bitcoin había demostrado cierta fiabilidad como un buen activo de inversión y un buen valor para combatir, entre otras cosas, la inflación, por ejemplo.
No obstante, en las condiciones actuales de gran incertidumbre, y considerando todavía a la principal criptomoneda como un valor de riesgo con una alta volatilidad es difícil imaginar en estas condiciones al Bitcoin actuar como verdadero valor refugio a ojos del mercado internacional. Tal vez en el futuro, pero no en la actualidad.
“Con este conflicto ha quedado demostrado que cuando las cosas se ponen mal de verdad el verdadero valor refugio es el oro y no el sector cripto”, apuntaVíctor Alvargonzález, socio fundador y director de estrategia de Nextep Finance.
En este sentido, prosigue Alvargonzález, el sector cripto en general y el Bitcoin en particular, “tampoco ha demostrado ser efectivo como valor refugio ante cambios en la política monetaria de los bancos centrales” como las subidas de los tipos de interés, “y solo quedaría por comprobar si puede actuar como tal ante una pérdida de confianza de los bancos centrales”.
Otra idea es la que indica el analista experto en criptoactivos de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, Simon Peters: “A medida que los criptoactivos se han vuelto más atractivos entre los inversores institucionales se están comportando más como un activo de «riesgo».
Los criptoactivos y los mercados estadounidenses se están moviendo a la vez como nunca antes había ocurrido. En mi opinión, parece que los inversores se están posicionando para una mayor caída de los criptoactivos. Los inversores se están inclinando ahora hacia refugios seguros como el oro para superar esta incertidumbre a corto plazo”.
No obstante, algo positivo a destacar del Bitcoin es que es “una tecnología positiva que está en crecimiento, y que ha servido a muchos inversores como refugio de los aumentos continuados de la inflación, situación provocada por las inyecciones de los bancos centrales”, comenta Diego Morín, Sales Operations Analyst de IG.
Otra opinión positiva la ofrece Herminio Fernández, CEO de Eurocoinpay: «Sin duda, a largo plazo el Bitcoin irá comiendo mercado al oro como reserva de valor». Y añade: «El sector se está legislando y regulando en todo el mundo, incluso Rusia. Otros países poco amigables con las criptomonedas están dando marcha atrás y hablan ya de regularlas, ya que no quieren perder el tren de la innovación y tecnología con los consiguientes puestos de trabajo que esto implica», indica a una nota de Investing.com.
Así, tampoco hay que olvidar que, como indica Daniel Santos, CEO de Woonkly, el Bitcoin “no ha estado correlacionado, históricamente, con la bolsa y sólo hace dos años empezó a tener cierta correlación, que estamos viendo cuando le afectan eventos como los que llevan a caídas en las bolsas. Creemos que ahora mismo no han servido como valor refugio, porque ha habido caída, no estabilidad o venta”.
“Bitcoin ya ha demostrado su fortaleza a lo largo de estos últimos años”, prosigue Santos. Así, “si tomamos como referencia el nacimiento de Bitcoin, ha sido el activo que mayores rendimientos ha dado año tras año”, por lo tanto, y en un panorama como el actual, “si podemos esperar mucha volatilidad y fuertes caídas de precio, ya que está demostrando que por el momento sigue un poco las tendencias de otros mercados financieros, comportándose de forma similar, pero la fortaleza de Bitcoin va intrínseca y, de cara al futuro, estamos seguros de que veremos al Bitcoin muy por encima de los precios actuales y fuertemente establecido como el valor refugio del mercado cripto, de igual manera que lo hace el oro con los mercados tradicionales”.
– ¿Hasta dónde puede caer el Bitcoin y el resto de las criptomonedas? –
Para Diego Morín, Sales Operations Analyst de IG, “tendríamos que ver el acercamiento de las criptos a niveles claves, como por ejemplo los mínimos anuales en el Bitcoin (33.076 dólares), una zona que si se pierde daría impulso bajista hasta el nivel crítico de los 30 000 dólares, un suelo creado entre mayo y julio del año pasado. La misma situación tendríamos para el Ethereum, con el avistamiento del soporte de los 2.160 dólares (mínimos anuales), por tanto, si la oferta continuase con la fuerza actual ante este conflicto, podríamos tener un testeo al soporte de los 1.800 dólares, mínimos del año 2021”.
Por su parte, Simon Peters, analista experto en criptoactivos de la plataforma de inversión en multiactivos eToro aclara que “si seguimos viendo una caída del precio, lo primero que hay que tener en cuenta es que, incluso con todo esto, todavía no hemos alcanzado los mínimos vistos a mediados del año pasado tras la represión de la minería de Bitcoin en China, momento en el que vimos caer el precio hasta un mínimo de 29.000-30.000 dólares. Esta sería la primera zona a observar y ver si algunos compradores significativos intervienen”.
Por otro lado, Herminio Fernández, CEO de Eurocoinpay, ve al Bitcoin en los 25.000 dólares: “Es casi inevitable”. «Incluso más» continúa Hernández «si la guerra de Ucrania se intensifica y se mantiene en el tiempo, arrastrando al resto de criptomonedas. Además, el Bitcoin como moneda dominante no logra superar el dominio que tiene el oro en los principales mercados como activo de valor esto está lastrando su cotización».
– ¿Y ahora qué? –
Sin lugar a duda, y a pesar de esta crisis en los criptoactivos, el Bitcoin y el resto de las criptomonedas tienen un largo camino por delante como recuerda Miguel Hernández, Director de Formación de Traders Business School: “Al igual que con la crisis de 2017 con la prohibición de China, en 2020 con la pandemia mundial y en 2021 con la prohibición de minería en China para los criptoactivos”, esta crisis “ha afectado a las criptomonedas, al igual que a otros activos”.
No obstante, prosigue Hernández, “esto no significa que sea el fin de ellas, todo lo contrario. Es un mundo relativamente nuevo y que está emergiendo para quedarse. A este conflicto bélico, hay que añadir, las restricciones que están sufriendo desde el punto de vista fiscal para intentar controlarlo y esto va en contra del principio de las criptomonedas que es la descentralización. Esta no será ni la primera, ni la última crisis a la que quedarán expuestas tanto las criptomonedas como cualquier activo financiero”.
En la misma línea se posiciona Daniel Santos, CEO de Woonkly: “La adopción de las criptomonedas no ha hecho más que empezar y se esperan crecimientos exponenciales en uso, en inversión y en aparición de miles de nuevos productos sobre blockchain que lleven, a su vez, a una mayor adopción”.
Además, prosigue Santos, “por mucho que las circunstancias actuales no sean las más adecuadas, la tecnología blockchain que respalda las criptomonedas es una realidad, y está aquí para quedarse, podrá pasar por muchas fases, tanto alcistas como bajistas, podrán tener inconvenientes por el camino, pero no van a poder parar todo el movimiento que se ha generado alrededor ni la adopción masiva que ya está teniendo lugar”.
– Arranca la invasión –
Rusia inició su invasión de Ucrania este jueves de madrugada, con bombardeos en todo el país, incluida la capital, e incursiones terrestres en varios puntos del territorio que ya han causado las primeras bajas.
El inicio de la invasión fue condenado firmemente por gran parte de la comunidad internacional y por Kiev, que rompió sus relaciones diplomáticas con Moscú, y prometió defenderse, al tiempo solicitaba ayuda internacional para que se fuerce a Moscú a respetar la paz.
Los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas y la imposición de sanciones occidentales contra Rusia no bastaron para disuadir al presidente ruso Vladimir Putin, que había desplegado entre 150.000 y 200.000 tropas a lo largo de las fronteras de Ucrania desde hacía semanas.
Inicio y bombardeo
«He tomado la decisión de una operación militar», declaró el mandatario en un discurso televisado de madrugada, asegurando que no buscaba la «ocupación», sino «una desmilitarización y una desnazificación» de Ucrania y la defensa de los rebeldes prorrusos del este del país.
Poco después empezaron a escucharse explosiones en varias ciudades de Ucrania, desde Kiev hasta Járkov, su segunda ciudad en la frontera con Rusia, pero también en Odesa o Mariúpol, a orillas del mar Negro y el mar de Azov.
Las sirenas de aviso de bombardeos se activaron en la capital, en Odesa y en Leópolis (Lviv), donde Estados Unidos y otros países habían desplazado sus embajadas.
El ejército ruso aseguró que estaba atacando instalaciones militares ucranianas con «armas de alta precisión», reivindicando que habían destruido los sistemas de defensa antiaérea y haber dejado «fuera de servicio» las bases aéreas de Ucrania.
El ejército ruso dijo además que los separatistas del este están avanzando y tomando el control de territorios.
Las primeras bajas
Kiev anunció que más de 40 soldados y una decena de civiles ucranianos murieron. También confirmó que ya hubo incursiones terrestres de las fuerzas rusas por el norte, desde Rusia y Bielorrusia, pero también por el sur en la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Bielorrusia, aliada del Kremlin, aseguró no estar participando en la operación.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski anunció una ley marcial en todo el país, pero pidió a la población no entrar en pánico. También urgió a la comunidad internacional a crear una «coalición anti-Putin» para forzar a Moscú a respetar la paz.
Además, el mandatario decidió cortar las relaciones diplomáticas con Rusia, que se habían mantenido pese a la anexión de Crimea.
«Las fuerzas ucranianas llevan a cabo encarnizados combates. El enemigo ha sufrido pérdidas importantes que serán aún más importantes», dijo también Zelenski, que prometió «infligir el máximo de bajas» al agresor.
El ejército ucraniano aseguró haber matado a 50 ocupantes rusos y abatido cinco aviones y un helicóptero en el este del país.
Las autoridades ucranianas cerraron el espacio aéreo a la aviación civil por motivos de seguridad, mientras que Rusia cerró el transporte marítimo en el mar de Azov, que comunica ambos países.
«Preparé las bolsas y huí»
Rusia aseguró que los civiles de Ucrania «no tienen nada que temer», pero en el metro de Kiev, decenas de personas buscaban refugio o la manera de salir de la ciudad por tren o por carretera. «Me he despertado por el ruido de las bombas, preparé las bolsas y huí», indicó a AFP María Kashkoska, de 29 años, en un estado de conmoción en el metro.
En medio de la noche, el tráfico de la capital era el propio de las hora punta. Vehículos llenos de familias buscaban salir de la ciudad, hacia el oeste, lo más lejos posible de la frontera rusa, situada a 400 km.
En Chuguev, cerca de Járkov, una mujer y su hijo lloraban a un hombre, muerto en un ataque de misiles, una de las primeras víctimas del ataque.
«Le había dicho que nos fuéramos», repetía incansablemente el hijo, junto a los restos de un antiguo coche Lada y al cráter provocado por el proyectil caído entre dos inmuebles de cinco pisos.
En su mensaje televisado, Putin había instado a los soldados ucranianos a deponer las armas y justificó su ataque por el supuesto «genocidio» de la población rusoparlante en el este de Ucrania.
«El día más triste»
Las reacciones al inicio de la invasión no se hicieron esperar. Biden, que llamó a Zelenski para expresarle su «apoyo», condenó «el ataque no provocado e injustificado por parte de las fuerzas militares rusas» y aseguró que «el mundo hará responsable a Rusia».
«El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano», remarcó Biden, que se reunirá virtualmente con los líderes del G7 el jueves a las 14H00 GMT.
También hay previstas reuniones de emergencia de los dirigentes de la Unión Europea y de la OTAN. El jefe de la alianza militar, Jens Stoltenberg, denunció el «ataque irresponsable y no provocado (…) que pone en riesgo incontables vidas civiles».
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió que «Rusia se enfrentará a un aislamiento sin precedentes» y prometió «el más robusto y más severo paquete de sanciones que jamás hayamos adoptado».
China, cercana a Rusia, indicó que estaba «siguiendo de cerca» la situación e instó a las partes a «la moderación».
El jefe de Naciones Unidas, Antonio Guterres, aseguró que era «el día más triste» de su mandato.
Tormenta en los mercados
Tras semanas de tensión, la situación en la frontera ucraniana empeoró la semana pasada, con un aumento de la violencia en el este del país, escenario de una guerra desde 2014 entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos que ha dejado más de 14.000 muertes.
El lunes, Putin reconoció la independencia de las «repúblicas» separatistas de Donetsk y Lugansk y cuestionó la propia legitimidad de la existencia de Ucrania. Un día más tarde, el Parlamento ruso dio luz verde para el despliegue de fuerzas rusas en Ucrania.
La invasión ha golpeado a los mercados internacionales. El petróleo Brent superó los 100 dólares por barril por primera vez en siete años y las bolsas de todo el mundo caían en picado el jueves.
La Bolsa de Moscú, que interrumpió los intercambios durante unas horas, encajaba unas pérdidas de más del 30% y la moneda rusa, el rublo, registraba su mínimo histórico frente al dólar antes de la intervención del banco central de Rusia.
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