Eurocámara fija sus líneas rojas para acuerdo comercial con EEUU

Los eurodiputados fijaron este martes las condiciones para negociar un eventual acuerdo comercial sobre bienes industriales entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, como poner fin a las amenazas a la comercialización los vehículos o dejar fuera la agricultura.

Los parlamentarios de la comisión de Comercio Internacional aseguran que «iniciar las negociaciones redunda en el interés de los ciudadanos europeos y de las empresas de la UE, ya que aliviaría las actuales tensiones en las relaciones comerciales» con Washington.

Pero también fijan en una resolución sus «condiciones para la conclusión de un acuerdo», empezando por el «abandono por parte de Estados Unidos de los aranceles» impuestos al aluminio y al acero europeos desde junio de 2018.

Los eurodiputados piden además la suspensión de las negociaciones «si Estados Unidos introduce un nuevo arancel», por ejemplo a los automóviles europeas, con el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza desde hace meses.

El mandato de negociación de la Comisión, que negociará en nombre de los países de la UE, deberá incluir a su juicio el sector automóvil, una antigua demanda de los europeos, y excluir la agricultura, algo que desea en cambio Estados Unidos.

La Eurocámara, que deberá votar en marzo esta resolución en sesión plenaria, sólo tiene un papel consultivo sobre el mandato de negociación del ejecutivo comunitario, si bien le corresponde ratificar el eventual acuerdo una vez finalizado.

Los ministros europeos de Comercio se reunirán por su parte el viernes en Bucarest para decidir si acordar a Bruselas el derecho a iniciar estas negociaciones, fruto de la tregua comercial alcanzada en julio entre Trump y el titular de la Comisión, Jean-Claude Juncker.

Sin embargo, la amenaza de nuevas tensiones planea de nuevo, después que el departamento de Comercio estadounidense finalizara su informe sobre la industria automóvil europea, que podría conducir a Trump a adoptar nuevos aranceles a los vehículos del bloque.

La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) estimó este martes en un comunicado que estos aranceles «no sólo afectarían gravemente a la industria europea, sino también a la economía estadounidense y a sus consumidores».