#Exclusivo | El agro gana terreno en el mercado de valores: ¿es un buen negocio para los inversionistas?
Según las cifras oficiales de la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval), de los 52.329.154 bolívares que se emitieron en papeles comerciales durante 2021, el sector agroindustrial fue el segundo más activo en este segmento con un total de 14.841.122 bolívares, equivalentes a 28,4% del valor total puesto en circulación de estos títulos, al cierre del año pasado.
Mientras el segmento de papeles comerciales -el de mayor volumen en el mercado de renta fija- aumentó 1.531,7% en moneda local, el valor consolidado de los títulos de empresas del sector agroindustrial se incrementó 1.454%.
Solo en los primeros dos meses de 2022, la entidad reguladora contabiliza emisiones de papeles comerciales del sector agroindustrial, por un total de 2.400.000 bolívares, que representan 29,7% del monto total puesto en circulación, lo que indica que las organizaciones vinculadas al sector alimentos están ganando más terreno en un mercado financiero cuyo crecimiento es un síntoma evidente de alguna recuperación de la actividad económica.
Alexis Mujica, presidente de Inversora Finagro, una de las empresas financieras que ha surgido para estructurar productos de apalancamiento para proyectos agrícolas, inidca que la evolución de la emisión de títulos de este sector es un fenómeno «digno de un estudio por parte de las universidades. Sin embargo, como uno de los actores de este contexto, puedo decir que el agro es muy rentable. Ofrece rendimientos importantes, si haces el trabajo bien hecho”, indica en conversación con Banca y Negocios.
Mujica dice que todas las economías sólidas incluyen un campo eficiente, tecnificado, productivo, que permite obtener buenos rendimientos, usando los recursos apropiados.
Luego, piensa el ejecutivo, que en Venezuela hay un gran déficit de producción de alimentos. Por lo tanto, todo lo que se produzca puede ser absorbido por el mercado. “Para nadie es un secreto que por mucho tiempo hemos vivido de la importación de alimentos, pero ahora, que ya que no existe control de cambio y otros elementos que distorsionan la economía, producir en Venezuela se hace rentable”, reflexiona.
Otro aspecto: Venezuela está viendo un crecimiento económico. Mujica no lo considera un rebote, sino un crecimiento económico orgánico real; “incluso mejor que cualquiera de los que hemos tenido anteriormente basados en el petróleo”.
Explica que, con mayor crecimiento, “la gente va a comer más y mejor”. Esto –apunta- impacta el mercado de alimentos.
Además, Venezuela tiene condiciones agroecológicas que permiten una actividad agropecuaria competitiva, al igual que su topografía.
Otro factor que inclina la balanza hacia la activa emisión de títulos del sector agroindustrial es la capacidad latente y el conocimiento agropecuario acumulado. Todo este conocimiento y la capacidad organizativa de los gremios han producido un repunte del agro que requiere financiamiento “y el mercado de valores ha sido una de las vías”.
También Mujica resalta el rol cumplido por la Sunaval y su presidente, Carlos Herrera, al elogiar su gestión por su talante aperturista y promotor.
El ejecutivo financiero expone que hay que respetar los tiempos del agro. La superintendencia “entiende que así como hay entidades, como Finagro, también hay otras que pueden dar ese impulso. Los procesos que antes tomaban meses ahora se hacen en días”.
Y como punto adicional, la liberación de controles por parte de la gestión de Nicolás Maduro.
¿Y la Banca?
Según las cifras oficiales más recientes publicadas por la Superintendencia Nacional de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), correspondientes a enero, la cartera agrícola ascendió a 271 millones de bolívares -US$60,3 millones al tipo de cambio de cierre de mes- y representó 19,05% del total de préstamos del sistema, absorbido en 70,34% por los créditos comerciales.
Por supuesto, es evidente que el financiamiento bancario, por más reducido que sea, sigue representando nada menos que 99,1% del apalancamiento disponible para el sector agropecuario, pero ya se ha abierto la puerta para que la proporción de recursos que se pueden conseguir en el mercado de valores suba de manera considerable en los próximos años, sobre todo para proyectos de ciclo más largo.
La ventana de oportunidad para una emisión más acelerada de papeles comerciales y obligaciones sobre proyectos agropecuarios y agroindustriales es enorme, si se considera que las necesidades de financiamiento consolidadas de estas actividades se fijan en un mínimo de 700 millones de dólares, según indican los gremios del sector; esto implica que, según la data oficial, el crédito bancario cubre apenas 8,6% del apalancamiento requerido.
En su esquina, Juan Domingo Cordero, presidente de Rendivalores Casa de Bolsa, explica el repunte del agro en el mercado de valores como un resultado de la creciente la necesidad de financiamiento que existe en el sector agroalimentario.
Relata que no es secreto que la Banca tiene capacidad limitada para otorgar créditos, por ello los empresarios exploran otras alternativas de financiamiento como la estructuración y emisión de deuda a través de la Bolsa de Valores de Caracas, aunque fondos como Finagro operan en otros mercados, como la Bolsa Pública de Valores Bicentenaria, el corro propiedad del Estado.
Esta coyuntura –avanza en su declaración- presenta una gran oportunidad tanto para la Bolsa de Valores de Caracas como para los empresarios agrícolas, sean del sector productivo primario o del agroindustrial.
“El financiamiento bursátil es más flexible y barato que el tradicional crédito bancario, permite captar fondos con plazos más largos, lo cual se adapta a la mayoría de los ciclos de cosecha, por ejemplo”, analiza el corredor de bolsa.
Y cierra el círculo de sus ideas: “Lo normal es la coexistencia del financiamiento bursátil y el crédito bancario. En Venezuela debemos dejar atrás esa dependencia y cultura del crédito bancario cuando hablamos de financiamiento. Mientras más actores, más empresas incursionen en la Bolsa de Valores de Caracas, más robusto y más profundidad tendrá el mercado”, concluye Cordero.
– La rentabilidad de la producción primaria –
Consultamos al presidente de Finagro sobre cuál es la rentabilidad del agro, en dónde está domiciliada, y cuáles son los rubros mejores.
“El agro tiene un elemento de subjetividad. Así como hay Caraquistas y Magallaneros. Pero yo creo que la producción primaria tiene muy buena rentabilidad. Hay varios fondos de inversión a escala nacional e internacional que ofrecen muy buen rendimiento. Sólo que el agro requiere de tiempo, y quizá no es nuestra cultura”, se explaya.
Dice que la producción de mango y los rubros forestales son muy rentables. Los granos, los cereales, la palma aceitera o africana y las explotaciones intensivas pecuarias, tienen rentabilidad sobre 30%, va muy al grano.
“A nivel de los productos financieros más rentables, en Finagro nos inclinamos por la economía real. Venimos con productos que son contratos vinculados con productos físicos, cuyos rendimientos están cercanos a 20% para el inversionista con niveles de riesgo adecuados a las expectativas del mercado. Imagina lo buen negocio que son”, saborea sus palabras.
-¿Hay alguna intervención del gobierno de Maduro en el mercado de valores para el agro?
-No hay participación, ni incentivo alguno, del gobierno. Aquí no hay subvenciones. Actuamos como un sector más. La participación es con la Superintendencia Nacional de Valores. Hemos tenido reuniones con el Ministerio y nos piden que llevemos inversiones. Nuestros títulos de valores se cotizan igual que cualquier otro título, pero el apoyo es que lo que estamos haciendo, salga rápido.
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