Exclusivo | El consumo baja la velocidad: gastos de supervivencia seguirán marcando la pauta en 2023

“La población venezolana –cuando la ves en promedio- tiene un consumo muy concentrado en alimentación y bebidas”, ofrece un primer dato macro, Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis.

Esto –explica- es lo típico de una población pobre. En alimentación y bebidas se queda cerca de 62% del presupuesto familiar, porque es un gasto inelástico, no se puede reducir.

Recreación, salud, cuidado personal, etcétera, se lleva el otro 38%. En alimentación se gasta en carne, pollo y un poco menos pescado, porque es más caro. Pero luego “tienes el gran consumo venezolano que es harina, pasta y arroz”, que son los fuertes de la ingesta.

-¿Ha habido cambios de hábitos de consumo en 2022?

–Hemos registrado algunos cambios en el consumo proteico. El primer trimestre fue bueno cuando se habla de consumo, pero en el segundo y el tercero se desaceleró. Las tasas hoy son negativas, porque hay iliquidez, porque hay inflación, e incremento de los precios en dólares. Si se ve noviembre contra el mismo mes de 2021 y 2022, respectivamente, este año muestra una reducción del consumo, indica Luis Vicente León en entrevista con Banca y Negocios.

Inferior a las expectativas

“Deberíamos estar cerrando este año con un crecimiento de consumo mucho menor del que esperábamos. No deberíamos cerrar con aumento de más de 6%. Las proyecciones para 2023 son de 4%”, apunta el presidente de Datanálisis.

León toca el tema de la flexibilización de las sanciones internacionales, que podría tener un efecto de reactivación de pagos, contratación de proveedores, etcétera, en el Zulia, Oriente y el Sur del país. “La licencia de la OFAC es, no obstante, muy restrictiva”.

-¿Es verdad que se está reactivando el crédito?

-No. Tenemos a los bancos prestando un poco más a sus clientes convencionales.

-¿Y las tarjetas de crédito?

-Los bancos han buscado algunos mecanismos para soportar a sus clientes a nivel de crédito para el consumo, pero es algo que está vinculado a sus cuentas en dólares.

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León explica que aunque el gobierno pudiera estimular la producción, los empresarios carecen de servicios estables de electricidad y agua, no tienen crédito, no existen los mecanismos indispensables para realmente impulsar la actividad productiva y empleo.

El consumo cerró en 2021 con un aumento de  7%; en 2022 terminará con un alza de entre 4 y 6%; y para 2023 se espera un menor incremento 4%. “No es una merma sino una desaceleración”, precisa el presidente de Datanálisis.

Luis Vicente León (Datanálisis): El consumo no está cayendo, pero crecerá menos en 2023.

Ricos hay en todos lados

“Consumos como los que se ven en los nuevos restaurantes –calibra-son de lujo. El promedio esconde muchas realidades», indica. La población rica del país no supera las 800.000 personas con ingresos iguales a la población rica de cualquier país del mundo, «incluso más”, pone en el tapete.

“Luego, tenemos un segmento de 12% que tiene ahorros en el exterior y puede tener un consumo de lujo. Puede vivir, cambiar los cauchos, comprar la ropa de diciembre. Pero la gran mayoría de la población no tiene acceso a esos gastos”, asevera Luis Vicente León.

El experto saca una cuenta sencilla pero elocuente: Un salario mínimo es de 180 o 200 dólares en el sector privado; en el sector público, en cambio, son 30 dólares.

Asimetrías planetarias

Si la mitad de la fuerza trabajo formal es privada, hay una población que ha logrado tener cierta holgura, sin decir que sea rica, ni que ha resuelto sus problemas, analiza el presidente de Datanálisis.

Ese grupo “tiene una capacidad de compra infinitamente superior al de un profesor jubilado a quien le pagan en bolívares y su ingreso no está indexado”, cierra la idea.

El analista echa mano de las cifras concretas: 38% de la población, alrededor de 10 millones de personas, tiene un ingreso inferior a la canasta alimentaria.

Pero es igual en muchos países, expone. “Busca tú en EEUU un empleado de Walmart y ponlo en la 5ta Avenida de Nueva York a ver si puede”, desemboca en asimetrías que ya son globales.

Pero esa mayoría de la población que no puede ir a un restaurante de lujo, sí puede acceder a otros mercados, y son fuente de negocios para esa actividad.

En 2023, Datanálisis proyecta que el consumo predominante siga siendo de alimentación y bebidas. No se esperan cambios sustanciales. “Las negociaciones políticas y económicas pueden ayudar, pero más a largo plazo”, redondea Luis Vicente León.

Cinco estratos

Por su parte, Pedro Quintana es director de Atenas Grupo Consultor, C.A. “Ya tenemos un nuevo perfil del consumidor. Seguimos manejando 5 estratos en nuestra muestra», indica en entrevista con Banca y Negocios.

• El estrato alto (2% del total o 150.000 hogares).
• El estrato medio alto (4% de la población o 300.000 hogares).
• El estrato intermedio (29% o 2.175.000 hogares).
• El  estrato medio bajo (2.870.000 hogares).
• El estrato bajo (1.950.000 hogares).

El estrato bajo –aporta el vocero- tiene ingresos declarados de 150 dólares mensuales. En promedio, los grupos familiares de este segmento están conformados por unas tres personas por hogar, y la mayoría está empleada en el sector público, mientras en el estrato alto todos trabajan sector privado.

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El 74% de la compra en estrato bajo es de alimentos, mientras que esta proporción baja a 60% en estrato alto.

Pedro Quintana (Atenas Grupo Consultor). «Si no hay cambios en materias macroeconómica y petrolera, el crecimiento del consumo será moderado»

Quintana refiere que el consumo de lujo solo es posible para 2% de la población, que tiene acceso marcas de prestigio. Por ello, le parece más importante focalizar las estrategias comerciales hacia los otros estratos que también consumen.

Cuando se analiza por cesta, en el primer trimestre de 2021, productos como harina, margarina, azúcar, pasta y café tuvieron una penetración de 98%, hoy está en 99% de los hogares; empacados y enlatados, en el mismo período del año pasado, tenían una penetración de 85% y actualmente en 99%.

-¿Hay un incremento considerable del consumo?

-Sí. Sobre todo en la variedad. Esto está hablando de una compra mejor y más diversificada.

Y añade: “30% se está concentrando en el canal moderno (supermercados, bodegones, entre otros), y el otro 70% en abastos, bodegas, kioscos, etcétera”.

Entre septiembre de 2021 y el mismo mes de 2022 Atenas Grupo Consultor verificó que los hogares están gastando 70% más. “Sí ha habido una mejora en el consumo de los hogares”, garantiza.

-¿Qué se proyecta para 2023?

-Tenemos una escenario conservador, si no hay mayores cambios en materia macroeconómica y petrolera, se verá un crecimiento moderado.

-¿Es verdad que se ha reactivado el crédito?

-Nosotros no manejamos información bancaria, pero el pago a través de tarjetas de débito es lo que predomina.

-¿La licencia de la OFAC a Chevron qué impacto puede tener en el consumo?

-La zona Oriental se va a ver muy marcada, pero para el segundo semestre del año que viene. Eso depende de que se apruebe y se haga. No se hace de la noche a la mañana. Se verá en el consumo con el tiempo.

Recomendaciones: «Cabeza fría» en 2023

Como cierre, Pedro Quintana, director de Atenas Grupo Consultor, hace recomendaciones muy precisas a las empresas en materia de mercadeo.

Lo primero es tener “cabeza fría” durante 2023 porque será un período de crecimiento, pero con complejidades vigentes y nuevas.

Advierte que se deben retomar y reforzar las mejores prácticas de mercadeo.

Igualmente, subraya la necesidad de reforzar los equipos, especialmente en las áreas estratégicas y de ventas.

También apunta que se debe trabajar en conseguir una segmentación más precisa y adecuada de los compradores objetivo.

Quintana señala que las empresas deben empezar a ser mucho más selectivas en cuanto a la rentabilidad de sus portafolios y presentaciones, por lo que deben manejar mejor información para que los negocios sean rentables y sustentables.

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