#Exclusivo | El hidrógeno parece el combustible del futuro: ¿Venezuela puede ser un competidor clave?

El hidrógeno, el elemento químico más sencillo y abundante del universo e indispensable para la vida, está llamado a ser un vector energético de gran importancia en la misión por descarbonizar el planeta. Pero ¿Por qué se considera tan relevante y cómo Venezuela puede ser un actor clave?

Para empezar, el hidrógeno fue descubierto por el excéntrico científico Henry Cavendish en 1766. Pero no recibió este nombre hasta 1785, gracias al que se conoce hoy como el padre de la química moderna: Antoine Lavoisier, autor también del Tratado elemental de química, un libro que sentó las bases para el futuro de esa ciencia.

Volviendo al hidrógeno, su nombre procede del griego «hydros», «agua», y «genes», «creador» o «generador» debido a su capacidad para generar agua (H20) al combinarse dos átomos de hidrógeno con un átomo de oxígeno. Se suele presentar en estado gaseoso y está formado únicamente por un protón y un electrón.

El hidrógeno no es una fuente de energía, sino un vector energético, de ahí su importancia, ya que el gas se ha venido utilizando como materia prima desde principios del siglo XIX y hasta nuestros días.

Al hidrógeno se le ha utilizado en muchos sectores: en la industria química, en las refinerías para mejorar el número de octano de la gasolina, en el sector metalúrgico, en la generación de energía y, recientemente, en la industria automotriz, en los motores de combustión interna, que queman hidrógeno como combustible, o en pilas de combustible para vehículos que funcionan con motores eléctricos.

En 2021, por ejemplo, la demanda mundial de hidrógeno alcanzó la cifra de 94 millones de toneladas anuales, un 5% más que en 2020, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la descarbonización mundial, un proceso impostergable, le dará un papel aún más notorio.

Esto se pone en evidencia con los datos facilitados por Statista, que muestra que la demanda de este gas crecerá hasta los 520 millones de toneladas en 2070.

¿Dónde se encuentra y cómo se obtiene el hidrógeno?

¿Dónde se encuentra el hidrógeno? En todo el universo y principalmente en las estrellas, es de hecho su combustible (un 70% de la masa de las estrellas es hidrógeno).

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¿Alguna vez te has preguntado por qué las estrellas brillan? El hidrógeno tiene mucho que ver. Lo explico: en el interior del Sol, se produce una reacción nuclear en la que dos átomos de hidrógeno en estado de plasma se fusionan para generar un elemento más pesado, el helio, explica Foronuclear.

Dicho proceso da lugar a que se desprendan grandes cantidades de energía en forma de radiación y es la razón por la que las estrellas brillan y nos proporcionan luz.

¿Y en la Tierra dónde se consigue? ¿Hay yacimientos de hidrógeno? Aunque el hidrógeno es el elemento más abundante del universo, es bastante raro de encontrar en la Tierra, al menos en estado puro, porque al ser este tan ligero, escapa de la gravedad de nuestro planeta.

Sin embargo, se puede encontrar en compuestos orgánicos o químicos, como los combustibles fósiles o el agua. Esto significa que para obtenerlo hay que descomponer estos compuestos.

Con el agua, por ejemplo, se utiliza un proceso químico llamado electrólisis para realizar dicha descomposición. Este método separa las moléculas del oxígeno (O2) del hidrógeno (H2). Por ese sentido, es un vector energético porque para realizar la electrólisis se necesita energía.

Los colores del hidrógeno

Seguro que alguna vez has leído que existen varios tipos de colores de hidrógeno. Efectivamente, cuando hablamos de hidrógeno, existen diferentes formas de producirlo y cada forma de conseguirlo recibe un color.

El producido a partir de combustibles fósiles, por ejemplo, recibe el nombre de «hidrógeno negro». De este se derivan dos tipos de colores:

• Hidrógeno gris: el que deriva del gas natural reformado por vapor.
• Hidrógeno marrón: de la gasificación del carbón.

Sin embargo, el hidrógeno producido por la familia de los combustibles fósiles resulta cada vez menos atractivo, ya que tiene efectos nocivos para el clima.

Pero tranquilo, la descarbonización del planeta nos ha propuesto un nuevo tipo de hidrógeno bajo en contaminación, hablamos del hidrógeno verde.

¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde es aquel que se obtiene a partir de las energías bajas en dióxido de carbono (CO2) como la energía solar, la eólica o la nuclear. Y se obtiene mediante la electrólisis del agua.

El hidrógeno verde no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni en el proceso de producción. Además, es versátil y fácil de almacenar, explica la multinacional energética Iberdrola. Por eso, está llamado a jugar un papel determinante en sectores difíciles de descarbonizar como el transporte, la calefacción o las industrias intensivas en generación de energía.

Fig 1. Producción, conversión y usos finales de hidrógeno verde en todo el sistema energético. Fuente: IRENA

¿Y por qué las industrias no usan simplemente las energías renovables para bajar sus emisiones? Es porque las energías como la eólica o la solar son muy variables en generación, que dependen de las condiciones climáticas para producir electricidad.

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Es precisamente aquí donde el hidrógeno verde entra en el juego, porque el hidrógeno puede usarse como vector para almacenar la electricidad producida por las energías renovables. Posteriormente, al utilizar el hidrógeno como respaldo para alimentar a estas industrias, estamos eliminando el CO2 de la ecuación y solo estaría desprendiendo vapor de agua a la atmósfera.

Por eso, muchas consultoras del sector de la energía opinan que el hidrógeno verde será el combustible del futuro. Por ejemplo, la última previsión de Rystad Energy para la producción de hidrógeno verde es de 24 millones de toneladas en 2030 a partir de 212 gigavatios (GW) de electrolizadores.

En ese sentido, ya hay países en América Latina que se están anticipando a este crecimiento (el caso de Chile y Brasil). Veamos entonces a detalle cómo Venezuela puede aprovecharlo.

Fig 2. Los 10 principales países con mayor capacidad acumulada de hidrógeno verde. Fuente: Rystad Energy.

El mercado del hidrógeno, una gran oportunidad para Venezuela

Venezuela es un país donde el agua es su principal fuente de energía. El hidrógeno verde podría producirse en Venezuela perfectamente a partir de las centrales hidroeléctricas, almacenarse, luego transportarse como gas y, por último, transformarse en energía útil para su consumo.

De hecho, en 2022, la Asamblea Nacional propuso la incorporación del hidrógeno verde en el Proyecto de Ley de Energías Renovables y Alternativas.

La propuesta planteaba que las energías renovables deben tener una forma de almacenamiento para evitar fluctuaciones y debilidades en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Asimismo, agregaron que en el país se puede cambiar todo el sistema industrial y todos los que funcionan con gasolina y gas con la finalidad de utilizar hidrógeno, por ser el elemento más apropiado y que ofrece protección al planeta.

Pero el estudio más factible hasta el momento parece ser el realizado por la Universidad de los Andes, el cual ha concluido que Venezuela podría producir más de 1 millón de toneladas de hidrógeno por año a un costo inferior a los 0,5 USD por kilogramo.

Sin embargo, el estudio no está basado en el hidrógeno verde, sino en uno de los procesos más estudiados y conocidos, el llamado “reformado con vapor de agua”, en otras palabras hidrógeno gris.

La materia prima para fabricar hidrógeno a partir de este método es el gas natural y su principal componente, el metano. Desde luego, no sería totalmente limpio, pero sí podría permitir que la industria petrolera venezolana evite la quema de gas natural  en los típicos mechurrios.

En efecto, Venezuela podría evitar la emisión anual de decenas de millones de toneladas de CO2 equivalente, así como importantes cantidades de contaminantes a la atmósfera.

Adicionalmente, favorecería la creación de empleos, la motorización del sector social, una mayor captación de divisas, una mayor seguridad energética y un impulso a la economía del hidrógeno.

Algunos se preguntarán: «¿Por qué debería Venezuela apostar por el hidrógeno si dispone de las mayores reservas de petróleo del mundo?». Otros en cambio dirán que hay mercados mucho más atractivos que el del hidrógeno, y tendrán razón.

Lo cierto es que el petróleo se enfrentará a un declive significativo en 2050 en favor de las energías limpias y que, siguiendo este orden de ideas, nos quedaría una ventana de 30 años para desarrollar otro mercado que sea igualmente atractivo.

El del hidrógeno verde es hoy un nicho en desarrollo, pero en el futuro será el combustible que se venda. Hoy hemos visto que países como Chile y Brasil no han tardado en apostar por este mercado emergente del hidrógeno. Por lo tanto, Venezuela no debe tener miedo en ir abandonando el petróleo así como en apostar por nuevos mercados.

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