#Exclusivo | Energías Renovables ¿Una solución a la crisis energética de Venezuela?
Si bien la energía hidroeléctrica es un tipo de energía renovable que Venezuela aprovecha en gran medida, existen otros tipos de fuentes renovables cómo la solar y la eólica que el país sigue sin aprovechar, a pesar de contar con abundante radiación y viento.
El clamor por hacer frente al calentamiento global ha dejado claro que el mundo necesita urgentemente fuentes de energía más bajas en dióxido de carbono (CO2).
El aumento de las emisiones de CO2 en los últimos 20 años no son poca cosa, ya que están provocando que se acelere el calentamiento global al impedir que el calor escape de la atmósfera.
Para contextualizar, en 2021 las emisiones mundiales de CO2 relacionadas a los combustibles fósiles alcanzaron las 36.400 millones de toneladas, basándonos en los datos de Statista, lo que supone un incremento del 55% respecto a las emisiones de 1995, que fueron de 23.450 millones de toneladas.
Emisiones mundiales de CO2 de 1995 a 2021. Fuente: Statista
¿Qué alternativa nos queda?
Una fuente energética casi nula en CO2 son las energías renovables. Desde hace algunos años, estas han estado en el centro de atención de todos, desempeñando un papel cada vez más relevante en las matrices energéticas de los países y están desplazando paulatinamente a las centrales termoeléctricas, es decir las que están alimentadas por carbón, petróleo y gas.
De hecho, el gigante británico del petróleo y el gas BP sorprendió al mundo en 2020, al informar que la demanda mundial de petróleo había tocado techo. Algo discutible porque se espera que la demanda de crudo alcance nuevos hitos en 2023.
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Sin embargo, sí parece que desde la pandemia del COVID-19 y ahora el contexto actual de la invasión rusa sobre Ucrania, el uso de las energías renovables se ha acelerado.
Entonces ¿Qué son las energías renovables y acaso podrían ser una solución a la crisis energética de Venezuela? Vamos a explicar estos puntos a continuación.
¿Qué son las energías renovables?
En primer lugar, definamos rápidamente qué es la energía, un pilar clave que ha permitido a la humanidad desarrollarse hasta la fecha. Por energía entendemos la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir cambios en sí mismos o en otros cuerpos. Ésta la podemos dividir en dos grandes bloques:
- Energías No Renovables
- Energías Renovables
Si hablamos de energías no renovables, tenemos que son fuentes energéticas que se encuentran en la naturaleza en cantidades limitadas y que cuando se consumen no se pueden reutilizar. Las más famosas son por ejemplo: el carbón, el petróleo y el gas natural y se les denomina combustibles fósiles.
Aunque ciertamente los combustibles fósiles pueden producirse nuevamente por la descomposición de organismos naturales, pero no a una escala tan rápida como para que lo aprovechemos.
Y ¿qué son las energías renovables? Bueno, de acuerdo con el Podcast A Ciencia Cierta, nos referimos a energías renovables como a aquellas fuentes energéticas que son prácticamente inagotables, al menos desde el punto de vista humano, como la energía solar, el viento y la hidroeléctrica, por mencionar las más importantes.
El sector de las energías renovables, cómo decíamos al principio, está experimentando un auge debido al actual contexto del cambio climático y la crisis energética.
Esto se pone en evidencia en Renewables 2022, la última edición del informe anual de la Agencia Internacional de Energía (International Energy Agency, IEA, por sus siglas en inglés) sobre el sector, el cual prevé que la capacidad mundial de energía renovable aumente en 2 400 gigavatios (GW) durante el periodo 2022-2027, una cantidad equivalente a toda la capacidad eléctrica de China en la actualidad.
Energías renovables ¿Una solución a la crisis energética de Venezuela?
El problema climático es una crisis mundial al igual que lo fue la pandemia, pero en la Venezuela de hoy el verdadero problema es su seguridad energética.
El país viene de vivir uno de sus años más precarios en concepto de servicio de energía, a tal punto de registrar 233.298 interrupciones en 2022, es decir un incremento de casi un 23% respecto a 2021, año en el que se registraron 190.006 fallas eléctricas, según datos del Comité de Afectados por Apagones.
Países vecinos como Brasil tienen previsto agregar 10 GW de generación eléctrica en 2023, de acuerdo con un anuncio del Ministerio de Minas y Energía de Brasil, el 92% de esta generación procederá de centrales de energía solar y de energía eólica.
Alrededor de 10 GW es equivalente a la capacidad de generación de energía que posee la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, una obra que Venezuela terminó en su totalidad en 1986.
Mientras tanto la capacidad energética instalada en Venezuela, de unos 33 GW, se ha mantenido sin cambios desde al menos 2015, según muestra el site Datosmacros.com.
Gran parte de esta capacidad está conformada por centrales termoeléctricas, que previamente deben ser alimentadas con gas natural, diésel o fuel oil para generar electricidad.
Aquí es donde Venezuela podría ahorrar una gran cantidad de dinero.
Me explico, las fuentes renovables como la eólica y la solar no tienen un coste marginal como sí lo tienen las centrales termoeléctricas. En otras palabras, el coste de producción es bajo porque el viento y el Sol son recursos naturales gratuitos. Por lo tanto, las renovables tendrían una ventaja económica vs. las termoeléctricas.
El potencial eólico y solar de Venezuela
Ahora hablemos del potencial renovable que posee el país. Venezuela cuenta con varias zonas prospectivas para la generación de energía eólica: La Guajira (Estado Zulia), Paraguaná (Estado Falcón), Isla Margarita y Coche (Estado Nueva Esparta) y Araya (Estado Sucre), según recoge la web ecopoliticavenezuela.com.
También tenemos el Mar Caribe como zona ideal para la instalación de parques eólicos offshore, que muy seguramente pueden ser viables puesto que al norte de Colombia, específicamente en Barranquilla, ya se están desarrollando varios proyectos eólicos costa afuera.
La capacidad eólica marina se multiplicará por 10 de aquí a 2035. Fuente: BloombergNEF
Las zonas ideales para la energía solar fotovoltaica son muy similares a aquellas donde se puede generar la energía eólica. Sin embargo, estaríamos descartando una superficie bien importante: los lagos, los embalses y hasta el mar.
Sí, la fotovoltaica también la podríamos instalar en los embalses de las centrales hidroeléctricas. Y un sitio ideal podría ser nada menos que el embalse de Guri.
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El principal beneficio de la fotovoltaica flotante sería que, además de aportar nueva capacidad eléctrica a Venezuela, funcionaría como respaldo de las centrales hidroeléctricas y aprovecharía la red eléctrica existente para llevar la electricidad a nuestros hogares.
Potencial fotovoltaico de Venezuela. Fuente: 2017 The World Bank, Solar resource data: Solargis
Entonces ¿Qué está esperando Venezuela? ¿Por dónde podría empezar? De acuerdo con el informe del Observatorio Venezolano de Finanzas titulado «Propuesta para resolver la crisis económica de Venezuela», uno de los pilares fundamentales para resolver la crisis energética de una vez por todas, e incluso revitalizar la industria petrolera, es contar con el acceso al financiamiento internacional.
Si Venezuela accediera al financiamiento de los organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internaciona (FMI) podrían permitir que llegaran nuevas inversiones en el corto y mediano plazo. No obstante, esto implicaría que, ya encontrados en este punto, las sanciones y otras medidas de presión internacional tendrían que estar eliminadas.
Venezuela también debería evaluar ser miembro de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés). Este organismo cuenta con un total de 168 países suscritos, de los cuales Cuba, Ecuador y Colombia, ya son parte. Su objetivo no es otro que facilitar y acelerar el uso de las energías renovables.
En 2019, por ejemplo, IRENA fue una de las fuerzas impulsoras para hacer realidad un proyecto fotovoltaico de 10 MW en Cuba, que puede no parecer gran cosa, pero abastece el equivalente a casi 7.000 hogares cubanos. Y sí, hablamos de Cuba, un país cercano al actual gobierno de Venezuela.
El uso de la eólica y solar no es nuevo en Venezuela
Pero Venezuela no puede caer en la misma falla que se dio bajo el gobierno del presidente Hugo Chávez, quien en 2006 diseñó el programa «Sembrando Luz», algo innovador para el momento, cuyo objetivo era que, mediante el uso de tecnologías emergentes, como las microgrids, la energía solar y la eólica, miles de comunidades rurales tuvieran acceso a la electricidad.
Tiempo después, el programa inició la construcción de dos parques eólicos con una capacidad inicial de 25 MW y 75 MW en Paraguaná y La Guajira, respectivamente. Pero en 2014 se abandonó por completo. En efecto, esto también significó que los parques eólicos fueron abandonados y Venezuela no se benefició de ellos.
Conclusión
Las renovables, a pesar de que son intermitentes en generación de energía, me refiero a que dependen de las condiciones climáticas para generar continuamente electricidad, si que pueden ayudar a fortalecer la seguridad energética de los países y, paralelamente, bajar las emisiones. No por nada, muchos países ya están apostando por ellas.
Por lo tanto, Venezuela debe apoyarse también en las nuevas tecnologías. No con esto estoy diciendo que debe dejar de producir petróleo, todo lo contrario, el petróleo es y será el principal motor de la economía venezolana.
Pero para que la industria petrolera siga creciendo, se debe contar con un sistema eléctrico más confiable y pensar en añadir cada año nueva capacidad a la matriz energética. No hablo tampoco de añadir centrales termoeléctricas, que son más caras, me refiero a apostar de nuevo por la energía eólica y solar, pero a gran escala.
América Latina sigue siendo un mercado emergente para las renovables y muchas de las multinacionales de la energía lo están viendo como una oportunidad para expandirse. Tal es el caso de Iberdrola en Brasil y Enel Green Power en Chile y Colombia.
En ese sentido, Venezuela debe buscar acuerdos significativos con este tipo de empresas, similares al alcanzado el año pasado con Siemens. Tal vez así, en un futuro Venezuela pueda volver a ser el líder que una vez fue en materia de energía.
El autor es Ingeniero, diplomado en gestión de proyectos y editor-redactor de World Energy Trade
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