#Exclusivo: La recuperación no llega a Valencia donde el comercio ha caído entre 15% y 18% este año

Al inicio de 2024, los gremios de los sectores comercial y empresarial en Valencia, capital de Carabobo, tenían amplias expectativas de crecimiento. Sin embargo, la ciudad que una vez fue uno de los grandes polos industriales del país, hoy ve reducida su actividad económica.

A casi ocho meses transcurridos de 2024, las cifras gremiales indican que hubo una contracción de la actividad económica local y que la esperanza de salirle al paso a esta coyuntura reside en la expansión que se pueda generar durante la temporada de fin de año.

El 2023 no había sido un año productivo, según indicó a medios de comunicación, en enero pasado, la presidenta regional de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras), Ana Isabel Taboada.

La dirigente refirió, en esa oportunidad, que los sectores comercial e industrial no habían registrado el crecimiento esperado ya que el 50% de las utilidades netas que se obtenían eran destinadas al pago de impuestos.

Pero, había expectativas de crecimiento para 2024, según indicó a Banca y Negocios el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Ernesto Abbas, algo que no se concretó en el primer semestre del año.

“Venimos en una caída todo el año. Había una expectativa generada sobre el levantamiento de las sanciones y sobre ese aumento en la demanda en la producción”, comenta el dirigente gremial.

En julio pasado, Ana Isabel Taboada ofreció a medios de comunicación un balance de los sectores que sí habían reportado crecimiento en Carabobo. El sector comercial no estuvo en la lista.

«Dentro de la industria sí ha habido ciertos crecimientos, (como) el sector petrolero, el sector de autopartes, sector farmacéutico y el alimenticio (…) eso ha hecho que la industria, vamos a decir, haya crecido en algunos sectores», mencionó en esa oportunidad la representante local de Fedecámaras.

Gremios empresariales esperaban una recuperación, pero esa expectativa no se cumplió.

Contracción comercial

El reporte de la Cámara de Comercio de Valencia indica que hasta julio de 2024 hay una recesión entre el 15% y 18% con respecto al mismo periodo de 2023.

Ernesto Abbas indica que se trata de una situación que se mantiene, pese a las alternativas presentadas por el sector comercial, como ventas por abono, ofertas e instrumentos crediticios como apps.

“Se ha intentado ofrecer paliativos frente al bajo poder adquisitivo del venezolano, pero no ha sido suficiente para remontar esa caída”, afirma.

El panorama a inicios de año lucía favorable. Abbas indica que el levantamiento de algunas de las sanciones comerciales vaticinó un incremento de la producción nacional y su incidencia en elevar el poder adquisitivo del consumidor. Escenarios que no se concretaron.

Sin embargo, la realidad que explica el dirigente gremial en Valencia está ligada a consumidores con poca capacidad de compra y baja demanda de productos frente a comerciantes que tienen el compromiso de mantener el abastecimiento en sus establecimientos, en medio de un entorno de poco acceso a financiamiento vía créditos y una ciudad con problemas de infraestructura y servicios públicos.

“Tampoco hay inversiones por parte del Estado en obras de infraestructura de importancia que puedan dinamizar la economía. (…) Otro aspecto es el sistema de crédito, que no está lo suficientemente robusto y de alguna manera accesible como para poder financiar”, destaca Abbas.

En lo que resta de año, las esperanzas de remontar la cuesta se centran en el inicio de la temporada escolar y la movilidad comercial que esto implica, además de la venidera temporada de fin de año.

“Muchas personas gozan de las bonificaciones de fin de año y utilidades, y eso también tiene una tendencia a impulsar el mercado de alguna manera, el consumo. No obstante, creemos que hace falta generar condiciones para que pueda crecer el poder adquisitivo. Necesitamos ser más productivos, aumentar nuestro PIB”, indica el dirigente.

La informalidad ha aumentado en Valencia.

Crecimiento desordenado

Comercios temporales, mercado saturado e informalidad son, también, algunas de las características que Abbas menciona con respecto a la sostenibilidad de comercios en Valencia.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia apunta que, aunque los emprendimientos han sido un buen paso para comenzar y que la Alcaldía de Valencia ha facilitado procesos y trámites para acceder a la formalidad, “el área de la informalidad es bastante amplia”.

Aunado a esto, indica que ha habido también comercios intermitentes, es decir, “negocios que son momentáneos” y que responden a una necesidad, pero que no permanecen activos en el tiempo.

“Hay coyunturas, se atienden, luego el mercado se satura y cierran las empresas. Por ejemplo, lo estamos viendo en el caso de muchas farmacias y bodegones que en determinado momento saturaron el mercado con ofertas y el mercado no permite abastecerlos a todos”, explica.

Ernesto Abbas precisa que esto sucede porque la apertura de comercios no se realiza con base en estudios de mercado o sobre una propuesta de valor de negocio que lo vuelva más viable en el tiempo, sino que es más en torno a una posibilidad de inversión.

“El llamado es, por supuesto, a seguir trabajando, a seguir enfocado en todo este universo de clientes, en atenderlos, en prestarles buenos servicios, en tener buenas ofertas, en fin, en atraerlos para que puedan en él adquirir lo que necesitan”, concluye.

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