#Exclusivo | Olmos: el modelo Bitcoin se desvirtuó y ahora es vulnerable a las crisis monetarias
Los precios del Bitcoin y otras criptodivisas se están desplomando. El lunes 13 de junio, el Bitcoin perdió 15% en un lapso de 24 horas. Este resultado ubica el valor de la criptomoneda insignia 66% por debajo de su máximo histórico en noviembre de 2021, cuando cotizaba en torno a los 69.000 dólares, según Coinbase.
El Bitcoin cayó por debajo de los 24.000 dólares este lunes, su nivel más bajo desde diciembre de 2020 y contando.
De su lado, Ether es la segunda moneda digital más valiosa: se derrumbó 17% y perdió alrededor del 75% de su valor desde noviembre.
Las “stablecoins” —criptodivisas que están vinculadas al valor de activos más tradicionales— también han recibido un golpe. “Tether, una de las más populares, rompió su vinculación con el dólar estadounidense en mayo, lo que echa por tierra la idea de que podía servir de cobertura contra la volatilidad”, dice CNN Business.
Aarón Olmos es economista, CEO de Olmos Group Venezuela, profesor invitado del IESA, y co autor de Paytech Book y A.I. Book (Fintech Book Series). Conversó en exclusiva con Banca y Negocios sobre este candente tema.
-Esta caída de BTC. El pasado lunes amaneció en menos de 24.000 dólares. Mínimos históricos de 2020. ¿Cómo ve usted el mercado? ¿Por qué ocurre esto?
-¿Por qué ocurre el crack de Bitcoin? En primer lugar, tenemos aumentos relevantes de los índices de inflación en las principales economías. En Estados Unidos, por un lado, 8.3% interanual acumulado, y eso no había pasado en 40 años. Igual ocurre con la economía del euro. El Banco Central Europeo también habla de 8% de inflación.
«Quizás para países como los nuestros puede ser una tontería, pero para mercados estables, con economías sólidas, hablar de 8% de inflación interanual –que puede tener tendencia al alza- es bastante complejo», añade el economista.
Y, precisamente por eso, las tomas de decisión de los bancos centrales en estos momentos son muy importantes, porque son los entes rectores de la política monetaria y cambiaria, y su principal objetivo es preservar el valor interno y externo de las monedas.
“La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo deben tomar decisiones importantes sobre las tasas de interés –o sea, el precio del dinero- y esto afecta los niveles de liquidez de las monedas, así como, evidentemente, a los mercados bursátiles. El mercado de criptoactivos no puede escapar de esta dinámica”, desemboca en la nuez de nuestro asunto.
A lo anterior hay que sumar el pronóstico de recesión global, luego del conflicto bélico Rusia-Ucrania que, desde el 24 de febrero a esta fecha, ya ha producido cualquier cantidad de efectos negativos sobre la economía global, a nivel de energía, de comercio, entre otros sectores.
«Esta situación con la inflación en EEUU y Europa –dos de los pilares de la economía global en términos de intercambio comercial- afecta de manera sistémica al resto del planeta», enfatiza Olmos.
Explica que, en consecuencia, los capitales que –de manera especulativa- se estaban colocando en el mercado de los criptoactivos, al estar directamente conectados con los movimientos de las monedas fiduciarias, que gestionan los Bancos Centrales, empiezan a salir del mercado cripto, porque quien tiene Bitcoin o Ether no necesariamente está buscando quedarse con esos activos, sino el dinero fiat que subyace detrás de ese tipo de cambio que les asigna el mercado.
El Bitcoin, sostiene Olmos, se ha convertido en un mecanismo de especulación con divisas, porque se pueden obtener más dólares o euros por una variación de precios.
En consecuencia, «cuando el precio sube todo el mundo quiere estar en criptoactivos; cuando el precio baja, vemos liquidaciones de largo y corto plazo, porque las personas tienen miedo de perder aún más su patrimonio, y se pasan a activos de resguardo, commodities de toda la vida, como el oro, por ejemplo», indica el experto.
– Gestión de riesgo –
De acuerdo con la óptica del economista y experto en criptoactivos, Aarón Olmos, es razonable que plataformas como Binance, hayan paralizado las liquidaciones de criptomonedas, especialmente Bitcoin, porque esa es una estrategia razonable de gestión de riesgo, que persigue parar la sangría hasta que los precios se estabilicen.
«Esto también lo hacen en las Bolsas de Valores. Cuando el precio de una acción comienza a caer a una gran velocidad, se toma la decisión de no permitir seguir liquidando para intentar que el mercado se estabilice en términos de precios», subraya.
Contrario al discurso de algunos muy entusiastas, Olmos apunta que en la actualidad existe una gran dependencia de las criptomonedas de la economía tradicional, aunque estas siguen siendo descentralizadas, distribuidas, abiertas, y funcionan adecuadamente las cadenas de bloque a nivel técnico.
– ¿Qué pasa con el resto de las criptomonedas? ¿Cómo afecta este crack la evolución de la adopción de criptomonedas?
-La tecnología que subyace detrás de los criptoactivos se mantiene igual. Las cadenas de bloque funcionan bien, las billeteras –con sus códigos alfanuméricos, llaves pública y privada- funcionan bien, los Exchange operan con eficiencia. Lo que estamos viendo es una situación que está afectando el elemento de especulación de precios, de lo que los criptoactivos representan. El problema está en la razón por la cual las personas van a los mercados a comprar criptos, o sea, especular.
«Si el dólar es la moneda marcadora a escala global, Bitcoin es el marcador en el mercado de los criptoactivos en general; de los casi 19.800 criptoactivos que existen, todos tienen una relación, un par, con Bitcoin, de manera cuando este baja, todas las demás criptos se ven impactadas», explica Olmos.
Y añade: «hay proyectos de criptoactivos que tienen a Bitcoin como subyacente para estabilizar sus precios, de manera que si el Bitcoin se desequilibra, todo lo demás también».
Este desajuste hay que verlo también desde el punto de vista de los servicios parabancarios, parafinancieros y parabursátiles, que son las propuestas de actividades financieras que no ocurren en los bancos, sino en estas plataformas digitales, que tienen como protagonistas a Bitcoin y otras criptomonedas.
«Algunos productos de crédito basados en criptoactivos también están sufriendo, lo que quiere decir que cuando se abre cualquier sitio web el mercado está totalmente en rojo, la única manera es generar estabilidad y disciplina. También es un proceso de limpieza. Hay un montón de criptomonedas que no sirven para nada», señala claramente Aaron Olmos.
Al comenzar a estabilizarse la economía real, y el mercado de los criptoactivos también mejore, bajará la presión sobre precio y se comenzará a ver un crecimiento paulatino. Gente que está apalancada en el mundo de la construcción, inmobiliario, alimentos o energía, y sabe que esta caída va a revertirse en el futuro, tal vez está comprando Bitcoin. Así que mientras unos salen corriendo, otros ven cómo entran en el mercado, añade el experto.
– El modelo se desvirtuó –
-Hubo un boom donde se consideraba que las criptos eran activos de refugio confiables, que iban a acabar con las monedas fiduciarias. ¿Eso hay que revisarlo o no?
-Los criptoactivos siguen siendo un canal de transferencia de valor. Pero con el paso de los años se desvirtuó su uso originario que consistía en ser una vía alternativa para transferir valor digital. Un medio de pago adicional: esa era la idea original.
«Con 13 años de historia se convirtió en un vehículo de inversión, en un activo subyacente de productos de inversión compleja a nivel de mercados no regulados, y toda esa innovación financiera, detrás de las cripto, es lo que muchas personas ahora dicen que está dañando el sistema financiero», puntualiza el economista.
¿Son un activo de refugio? «Ningún activo es un refugio eficaz frente a la inflación. Lo que está pasando con las principales monedas del mundo es que pierden su valor intrínseco, Pasa lo mismo con las personas que tienen sus portafolios de criptoactivos denominados en esas monedas; están perdiendo su valor intrínseco por el alza de los precios».
Habría que recordar la idea originaria que no necesariamente era conectar con dinero fiat, porque cuando se crea una interrelación de precios con dinero fiduciario todos los males de ese mundo se trasladan a los criptoactivos.
«Podríamos hablar de las stablecoins, pero muchas se han visto impactadas también por la inflación. En la actualidad la escogencia de criptoactivos no garantiza superioridad, pero este segmento quizá vas a ser el menos afectado», señala Olmos.
«Si una persona tiene 80% de su portafolio en criptoactivos está ahora mismo en problemas; sin embargo, las cripto no perdieron su característica de ser un activo fiable. Operativamente, no. Hay una corrección de precios de los proyectos. Hasta dónde van a bajar lo dirá el mercado. Algunos inversionistas están diciendo que no van a vender criptos a pesar que el precio baje», apunta Aarón Olmos a Banca y Negocios.
Muchas personas están entrando en este mercado, porque ven una oportunidad a futuro.
– ¿Se equivocó Bukele?
-El caso de El Salvador. Ya van pérdidas de más de 40 millones de dólares por este crack de BTC. ¿Qué pasará con el respaldo nacional a las criptomonedas, como el que aplicó el presidente salvadoreño Nayib Bukele?
-La ley que adoptó el presidente Bukele tiene más de un año. Comenzó a implementarse en septiembre de 2021. Aunque la lógica de estrategia financiera sigue siendo válida, asumir un criptoactivo tan volátil como moneda de curso legal, a nivel de finanzas públicas, es muy arriesgado, reconoce Olmos.
Y eso es algo que ya entes como el FMI y el BM le habían advertido al gobernante de El Salvador. La economía salvadoreña es pequeña, menos de 7 millones de habitantes, dolarizada desde el año 2000, y depende de los ingresos de remesas que llegan del exterior.
La decisión que asumió Bukele, se hizo en un entorno de rechazo internacional a esta innovación. Es una apuesta muy arriesgada porque los errores atacan directamente al erario público de una nación pobre. «No es lo mismo que una persona tenga criptos, a que todo el país dependa de BTC. Al final, la decisión se recibió con bombos y platillos, pero como ya venía una baja de precio, la posibilidad de los bonos volcán dependían de BTC y no se han podido colocar».
No hay estudios todavía que certifiquen claramente las implicaciones de una decisión como la que tomó Bukele, quien tiene que evaluar el daño patrimonial si se mantiene la tendencia a la baja. «Sin embargo, queda claro que el experimento salvadoreño muestras las costuras de asumir un cripto como elemento clave en las finanzas públicas de un país».
– ¿Qué pasa en Venezuela? –
-Finalmente, hablemos de Venezuela: ¿Cuáles son los factores que están incidiendo en la demanda de criptomonedas? ¿Cómo se comportó el mercado en 2021 y como se está comportando en lo que va de 2022?
-Si bien Venezuela sigue siendo –según Chainalysis- uno de los países de mayor adopción cripto, la proporción del uso de stablecoins en América Latina ha comenzado a crecer. En el caso de Venezuela se hecho muy difícil tener estadísticas fiables, ni siquiera el ente regulador, la Sunacrip, tiene un área de estadísticas para saber cuántas operaciones se hacen con el Petro, por ejemplo.
Cada vez más vemos que la gente está usando más stablecoins que Bitcoin, que el venezolano asume como respaldo a largo plazo. En este año se ha incrementado en Venezuela el uso de criptos estables. Más allá de algunas situaciones que se puedan estar presentando con algunos stablecoins, se persigue que haya un paralelismo con el dólar.
Todo ente gubernamental, empresa o persona que tenga su capital en Bitcoin está en una situación muy complicada, advierte Aarón Olmos.
«Hay que esperar a que se estabilice el precio para poder liquidar. No podemos saber qué cantidad de personas están liquidando Bitcoin a corto o largo plazo, pero sí sabemos que hay un crecimiento del uso de criptoactivos estables», concluye el experto con la mirada puesta en el mercado local.
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