#Exclusivo | Refinación no llega a 15% de su capacidad: oferta de combustibles seguirá siendo deficitaria y volátil
“El problema del parque refinador venezolano –que por supuesto va ligado umbilicalmente con la capacidad de procesamiento de petróleo- es que tenemos una capacidad instalada de 1.300.000 barriles diarios, pero sólo estamos llegando a un promedio de 155.000 barriles diarios”, dice el economista Rafael Quiroz.
Los incendios en las refinerías venezolanas se tornan moneda corriente. El pasado 19 de septiembre la refinería de PDVSA en Puerto La Cruz hizo combustión por la caída de un rayo –ya se sabe de las fuertes tormentas eléctricas que ha registrado el país- sobre un centro de almacenamiento de desechos.
Esto obliga a preguntarse qué está pasando en Venezuela con la refinación de crudo. Rafael Quiroz es un economista y experto petrolero, jefe de la Cátedra de Economía Petrolera en la UCV y autor de varias obras sobre la materia, quien fue entrevistado por Banca y Negocios sobre este asunto.
“El problema del parque refinador venezolano –que por supuesto va ligado umbilicalmente con la capacidad de procesamiento de petróleo- es que tenemos una capacidad instalada de 1.300.000 barriles diarios, pero sólo estamos llegando a un promedio de 155.000 barriles diarios”, ofrece cifras concretas.
La demanda interna de combustibles está entre los 230 y los 240.000 barriles diarios. Ya por ahí hay un déficit de 35% en el abastecimiento de todos los combustibles.
Explica que por esta razón se siguen importando combustibles, “específicamente desde Rusia, India, e Irán”. Relata que Rusia ha disminuido el suministro por la guerra con Ucrania, pero los otros dos países están enviando normalmente gasolina a Venezuela.
Sobre la refinería que se quemó en septiembre, Quiroz dice que tiene 50 años de construida y fue la segunda en levantarse en Venezuela. “Es la segunda vez que se incendia. Dentro de la falta de mantenimiento está la ausencia de pararrayos. Hace un tiempo una empresa cotizó para instalar un sistema de pararrayos, pero PDVSA no cumplió con el primer pago de 40%”, denuncia.
Pasa lo mismo –dice el experto- en las otras refinerías, en cuanto a la falta de mantenimiento, a lo cual se suman las fallas eléctricas.
– La parte más delicada de la cadena de valor –
“La refinación exige mantenimiento permanente. Es el más importante de los cinco eslabones de la cadena valor del petróleo y es donde tenemos serios problemas por la falta de mantenimiento. En agosto se cumplieron 10 años del incendio de Amuay, que causó muchas muertes y heridos, y la empresa aseguradora se ha negado a pagar. Por lo tanto eso sigue así. Estamos hablando de una de las más antiguas. La de mayor capacidad de generación de gasolina con más de 600.000 barriles diarios”, se explaya Rafael Quiroz.
Por su parte, Francisco Monaldi, profesor-investigador de Política Energética y director del Programa de Latinoamérica del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice en Houston, y Director Fundador del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, en Caracas, también habla con Banca y Negocios sobre esta materia.
Dice que las refinerías venezolanas se han recuperado del momento en que llegaron a refinar menos de 100.000 barriles diarios. Y –dependiendo del momento- están procesando ahora entre 150.000 y 200.000 barriles. Durante la pandemia el mercado nacional de combustibles cayó a niveles muy bajos, explica, pero todo depende del precio.
“En la medida en que se vende gasolina subsidiada, y la otra en dólares que también está subsidiada, sube la demanda”, relata.
Monaldi reconoce que se reporta una tasa de crecimiento de la economía, hay una cierta recuperación, y la demanda de combustibles por esto supera a la oferta. ¿Por qué PDVSA no está produciendo a plena capacidad? Porque eso requiere inversiones muy grandes. El déficit llegó a estar muy por encima de los 200.000 barriles, indica el experto.
– PDVSA ya no importa gasolina de Irán –
La prueba de que el problema ya no es tan grande, es que PDVSA ha suprimido sus importaciones de gasolina de Irán, sino que ahora se concentra en crudo y condensados para reexportar el petróleo extra pesado y generar divisas, indica Monaldi a diferencia de Quiroz.
“El otro problema es el precio, que el gobierno es capaz de cobrar el diésel y la gasolina a precios internacionales, y eso impacta en el bolsillo del venezolano. El subsidio hay que hacerlo bien pensado y no vaticino que las cosas funcionen demasiado bien”, se encoge de hombros el experto.
Dice que PDVSA ha incrementado sus volúmenes refinados, pero siguen ocurriendo los accidentes, de modo que “hay volatilidad en términos de la oferta”, indica el vocero.
De su lado de la cancha, Rafael Quiroz retoma el hilo de su narrativa y se refiere a la producción. Dice que en agosto cayó en comparación con julio de 698.000 barriles por día a 635.000 bpd. Este es un descenso significativo, remarca.
– Algo nunca visto –
Quiroz dice que la producción petrolera está lejos de la meta de Tarek El Aissami de llegar a 2.000.000 de barriles por día. “Nunca PDVSA ha tenido un crecimiento como el que el Ministro promete, ni siquiera antes de la nacionalización: la producción se mantiene estancada y no hay visos de que algunas empresas extranjeras estén interesadas en invertir en incrementar la producción”, echa de menos.
Opina que hay que poner los ojos sobre los pozos maduros o marginales, es deicr los que tienen crudo convencional (liviano, mediano y pesado). “Parte de la política petrolera del gobierno está bien direccionada, pero no hay empresas que quieran invertir en esos pozos que menciono”, se deslinda.
El experto cuenta que la producción en esos pozos sale mucho más barata que en la Faja del Orinoco. “Caemos un poco en la fantasía presidencial de ofrecerle petróleo a Europa, Asia, y EEUU; cuando no podemos ofrecer petróleo mientras no tengamos capacidad ociosa de producción, o cerrada, como dicen los economistas”.
– Compromisos ya adquiridos –
Los 600.00 barriles promedio de extracción actual no dan sino para suplir a los países con lo que ya estamos comprometidos: China, Cuba, algunas naciones de Petrocaribe, España e Irán. “Ya es hora de que el gobierno deje de creer que con 600 o 700.000 barriles diarios somos un factor clave en el mercado petrolero mundial”, ironiza.
Monaldi ataja la pelota y refrenda que el país ha visto estancamiento en la producción. Se llegó a finales de 2021 a un pico en diciembre, producto de que se había abierto producción cerrada en 2020, luego de que hubo un colapso de exportaciones por las sanciones a Rosneft, entre otros factores.
“Si quieren incrementar la producción deben hacer inversiones. Hay cero taladros perforando en estos momentos. Ya se ha negociado entre Chevron y PDVSA las condiciones, y estamos esperando a ver qué pasa. Y allí se verá si vienen nuevas flexibilizaciones de sanciones. Eso determinará si se puede elevar la producción en unos 300.000 barriles de diarios en un lapso de 2 o 3 años. Esto está muy lejos de los 2 millones de barriles ofrecidos por Maduro para fines de este 2022”, concluye Monaldi.
A guisa de cierre, Rafael Quiroz apunta que “debemos manejar bien los elementos que ofrece el mercado mundial de los hidrocarburos, que está amenazado por una recesión mundial que parece inminente”, subraya. Dicha recesión es una Espada de Damocles sobre la producción de petróleo, lo cual impulsa una reducción de los precios.
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