Armando Benedetti, aliado caído en desgracia del presidente Gustavo Petro, denunció que recibió amenazas «de personas muy poderosas», en momentos en que la autoridad electoral lo investiga por el presunto financiamiento ilegal de la campaña presidencial en Colombia.
El curtido político fue clave en la victoria del primer gobierno de izquierda en la historia del país, pero terminó en el centro un escándalo de corrupción, conspiración y chantaje que el viernes lo apartó de su cargo como embajador de Colombia en Venezuela.
«Tengo evidencia física de amenazas que hemos recibido de manera directa e indirecta provenientes de personas muy poderosas», aseguró Benedetti en Twitter y pidió a la Fiscalía tomar «medidas urgentes» para protegerlo a él y a su familia.
En unas grabaciones filtradas a la prensa se escucha al exdiplomático amenazando a la entonces jefa de despacho de Petro, Laura Sarabia, con revelar información sobre financiaciones ilegales a la campaña de Petro por unos 3,5 millones de dólares.
«Laura (…) Nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos (…) Con tanta m… que yo sé, pues nos jodemos todos, si ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes», se escucha en los audios, que según Benedetti fueron «manipulados» y grabados cuándo estaba bajo efectos del alcohol.
Benedetti y Sarabia, que hasta hace unos días pertenecían al círculo cercano del presidente, fueron fulminados del gobierno el mismo día. La autoridad electoral los citó a ambos a declarar el 13 de junio para que cuenten todo lo que saben sobre los dineros que entraron a la campaña de Petro.
En fotos publicadas por medios locales se ve al exdiplomático en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
«Mi salida del país nada tiene que ver con las amenazas de las que hemos sido víctimas mi familia y yo. Salgo a cumplir con un compromiso familiar previamente adquirido. Estaré de vuelta el martes», aseguró Benedetti.
El escándalo empezó a finales de mayo tras el robo de un maletín con miles de dólares de la casa de Sarabia. La niñera de la exjefa de gabinete terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego la policía interceptó sus conversaciones telefónicas usando un informe falso de policía que la vinculaba con narcotraficantes.
Sarabia y Benedetti compartían la misma niñera y se acusan el uno al otro de conspiración en una intrincada historia que aún deja más preguntas que respuestas. La Fiscalía investiga el caso.
Ante miles de simpatizantes este miércoles, Petro aseguró que las acusaciones contra su gobierno son parte de «un golpe blando, un golpe de Estado, un golpe contra la voluntad popular» y aseguró que a su «campaña no entró un solo peso sucio».
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