Experto | La generación eléctrica es tan baja que no alcanza para cubrir una demanda que se desplomó 50%
En la última semana, el tema de las condiciones del servicio de energía eléctrica ha vuelto a estar en el ojo de la opinión pública nacional, ante las frecuentes fallas. Especialmente, luego del apagón que afectó a la ciudad de Caracas el lunes, 2 de agosto, debido a un «evento» registrado en Tacoa, estado Vargas, según lo señaló el Ministerio de Energía Eléctrica.
Sin embargo, los cortes de energía así como las fluctuaciones o bajones ocurren con mucha más frecuencia en el resto del país; indicios paulatinos de la fragilidad del sistema nacional. De hecho, expertos aseguran que el hecho de que los bajones y cortes comiencen a percibirse con magnitud en la ciudad capital refleja un estado de extrema vulnerabilidad en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Por ello, Banca y Negocios entrevistó al ingeniero eléctrico Héctor Oswaldo Rodríguez, habitante de Barquisimeto, estado Lara, y empresario en fabricación de fusibles y conectores para líneas de alta tensión para el Sistema Eléctrico Nacional.
El ingeniero explicó que efectivamente el sistema se encuentra en una situación extrema, tanto en lo que concierne a los sistemas de generación, como de transmisión y distribución.
A continuación, se detalla la entrevista sostenida con él.
¿Qué es lo que sucede en Sistema Eléctrico Nacional que está ocasionando tantas fallas?
El SEN, desde que comenzó la llamada administración obrera y militar, ha sido manejado por personas que no tienen el conocimiento en la materia; y la aplicación de la tecnología de mantenimiento preventivo dejó de hacerse llevando al sistema a un deterioro considerable.
A nivel de generación (que incluye el sistema interconectado del Guri y las plantas termoeléctricas que están repartidas por todo el territorio y otros sistemas hidroeléctricos), esos sistemas fueron abandonados y llevados por manos inexpertas, sin conocimientos en la materia, quienes tienen una función específica más bien política y no de prestar un servicio adecuado.
A nivel de los sistemas de distribución -que son los que llevan el servicio eléctrico a las viviendas, comercios y a la industria- se puede ver en casi toda Venezuela el deterioro continuo y sostenido que está sucediendo.
Hay zonas donde las líneas no son limpiadas, no son derramados los árboles que pueden tocarlas; no se hace mantenimiento al alumbrado público; no están activos los sistemas de protección, que son vitales para conservar los equipos de distribución y transmisión; y así cualquier falla que suceda no es despejada a tiempo ni en las condiciones técnicas adecuadas para proteger los sistemas. Eso ocasiona fallas constantes en todo el sistema eléctrico nacional.
Hay otra cosa que considerar que es el desmantelamiento del equipo técnico que tenían las empresas que prestaban los servicios eléctricos, previo a la centralización del sistema en Corpoelec.
Corpoelec es la centralización total del sistema eléctrico que llevó a una administración por personal que no tiene conocimientos sólidos en la materia y que, por ello, es muy difícil que puedan tomar acciones que generen un sistema robusto.
En cuanto a la generación de la energía ¿Cuál es la demanda y cuánto se está generando?
Debido a la gran cantidad de empresas que se han paralizado debido a la recesión económica venezolana, la demanda de energía ha caído significativamente.
Se calcula que la demanda actual no llega ni siquiera a 11.000 megavatios, mientras Venezuela tiene una capacidad instalada de unos 28.000 megavatios.
Pero esa capacidad no está funcionando en su totalidad. Incluso se calcula que no se está generando ni un 30% de esa capacidad, por lo que no llega a cubrir ni el 75% de la demanda actual.
Todo ese sistema que funcionó en Venezuela y que está instalado -aunque dejado deteriorar por la impericia técnica y los actos de corrupción- no llega a cubrir la demanda pese a una disminución enorme de alrededor de 50%.
La capacidad de generación actual está apenas por el orden de los 8.000 megavatios, mientras la demanda es de 11.000. Esa realidad la estamos viendo. Por eso es que hay racionamientos en diversas partes del país.
Lo otro que se debe considerar es que la parte del sistema que sí está en funcionamiento tiene fallas por la impericia y la falta de protección de los equipos.
Entonces ¿Son fallas o racionamientos?
Mucho de lo que vemos como fallas, no lo son, sino que en realidad son racionamientos programados debido a la falta de generación suficiente para satisfacer la demanda.
Pero sí logra mantenerse una relativa estabilidad en Caracas…
Caracas siempre ha tenido un trato preferencial porque es el centro del poder público además de tener el poder económico de mayor cuantía.
Es conocido desde hace muchos años el despliegue de inversión que se hizo en Caracas. Allí se concentra en este instante con Corpoelec el control de la distribución de la carga disponible en el momento.
Cuando hay fallas de generación siempre se raciona más hacia el interior. La zona occidental es la más golpeada, así como el oriente. En Caracas no porque así se determina.
Lo otro es que siempre el sistema eléctrico de Caracas tuvo mejor mantenimiento porque por mucho estuvo en manos de la compañía Electricidad de Caracas que era una de las empresas privadas que prestaba mejor servicio eléctrico en Venezuela.
Centralización del sistema
Para entonces también existía Enelbar en Barquisimeto, Enelven en Zulia, en la Electricidad de Valencia también había una parte privada; y lo demás lo manejaba Cadafe.
Cuando se centralizó todo en Corpoelec desaparecieron las empresas privadas y Enelbar y Enelven, que aun siendo empresas públicas se manejaban con criterio de gerencia privada.
Esos criterios gerenciales no fueron multiplicados cuando se creó Corpoelec, que por cierto también asumió Edelca, que era una empresa pública que se ocupaba de la mayor parte de generación.
Todo el control quedó en manos de Corpoelec y se maneja a conveniencia. Es así. Cuando hay fallas grandes la zona más racionada es fuera de Caracas.
Mejor esquema de mantenimiento
Pero también, los servicios de mantenimiento en el interior son más deficiente todavía. No hay mantenimiento en líneas de trasmisión ni distribución, ni en las subestaciones.
Caracas, por su parte, recibe una mejor estructura de mantenimiento, aunque tampoco es la óptima en este momento.
Lo otro 8que permite cierta estabilidad del servicio en Caracas) es que las decisiones se concentran plenamente en la capital. Las decisiones que pudiesen tomarse de forma más práctica en las regiones para atender fallas no se ejecutan porque hay que esperar que la orden venga siempre de Caracas. Eso un gran problema para las regiones.
En medio de todas esas condiciones ¿Qué se le puede recomendar a los ciudadanos y empresas para sobrellevar las inminentes fallas y racionamientos?
El comercio y las industrias han ido buscando paliativos con plantas eléctricas de emergencias, con el agravante actual de los problemas de combustible.
Además, existen algunos equipos grandes que pueden tomar carga de la misma red nacional cuando está disponible y almacenar energía para trabajar en sistemas de bajo consumo que puedan necesitarse en momentos específicos.
Lo que pasa es que esos son paliativos, lamentablemente esas son soluciones muy puntuales que nunca van a ser suficientes para la magnitud de los racionamientos que están sucediendo.
En el caso de Lara pueden llegar los racionamientos a las seis horas. No hay forma factible económicamente de mantener energía por seis horas o más.
Además, todos los paliativos que se han buscado, incluso en viviendas, han sido golpeados por la falta de combustible y por la falta de equipos accesibles.
Lo que se tiene que buscar es exigir que el sistema nacional sea recuperado. Ha habido propuestas para recuperarlo en un plazo bastante corto de 2 años, pero no se tomó en cuenta por intereses muy politiqueros.
Es muy difícil y antieconómico comprar sistemas paliativos para sobrellevar el problema eléctrico, cuando tenemos tanta capacidad instalada que simplemente se dejó dañar y que de hecho, en gran parte es recuperable, tanto en Guri como en las hidroeléctricas de occidente y en las termoeléctricas. Hay que insistir en que se recupere el sistema nacional.
Acabar con la gratuidad
Otra cosa importante es que el servicio eléctrico necesariamente tiene que cobrarse como servicio importante. Eso no puede seguir siendo gratuito.
Tiene que haber una tarifa adecuada, tiene que haber una relación ganar-ganar del servicio prestado y del consumidor. Tiene que buscarse una forma de obtención de fondos para poder funcionar como empresa para poder hacer las inversiones adecuadas.
Se le tiene que poner un carácter serio, gerencial, técnico al tema eléctrico para que pueda haber un servicio óptimo.
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