#Expertos: Claves para gestionar un escenario de alta incertidumbre para las empresas venezolanas
Ramón Piñango y Nicolás Rubio pusieron la lupa en la incertidumbre como fenómeno para las empresas venezolanas y asomaron elementos útiles para gestionarla.
En cualquier país del mundo el capital privado debe saber gerenciar en entornos de incertidumbre, pero Venezuela ha resultado ser un caso particular, porque tiene elementos conflictivos relevantes que pueden afectar, en mayor o menor medida, el desempeño de las empresas.
Más allá de una contingencia política compleja, los empresarios, gerentes y emprendedores venezolanos deben enfrentar un entorno macroeconómico incierto, donde es muy difícil, por ejemplo, proyectar indicadores, fijar precios, concretar inversiones, planificar una estrategia financiera, controlar variables elementales como costos y gastos.
Ramón Piñango es Sociólogo, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), con Maestría en la Universidad de Chicago, y además es Doctor de la Universidad de Harvard, entre otras credenciales, como ser profesor fundador del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
Tres reglas de oro
La primera pregunta que Banca y Negocios le formuló fue cuáles son las tres reglas de oro que no debe perder de vista una empresa en estos entornos inciertos.
Dice que es fundamental tener información, creatividad y trabajo en equipo.
“Hay que tener información sobre lo que está pasando, y no dejarse llevar por corrientes de pensamiento que tienden a dramatizar; es preciso buscar distintas fuentes. Si vemos el caso de Venezuela, hay que decir que en la historia de la Humanidad han pasado cosas mucho peores”, pone en perspectiva.
Luego, avanza Piñango, es crucial el trabajo en equipo. “Es preciso que los gerentes de las altas posiciones se rodeen de buenos asesores”, da con un punto clave. Agrega que hay que estar pendientes de qué está pasando con el entorno de la empresa, por ejemplo, con los consumidores. Este debe ser un ejercicio de monitoreo constante y un gasto que no se debe sacrificar.
De allí es donde nacen las buenas decisiones, y de ese tipo de trabajo surge la creatividad.
“Siempre pensando que esta situación no es permanente, y, cuando vengan tiempos mejores, la capacidad de la empresa de aprovechar oportunidades va a ser mucho mayor”, remarca.
– ¿Cómo definir un entorno de incertidumbre?
– El entorno es volátil. Hoy pasa una cosa, y mañana otra. Cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. Se habla de un entorno VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo). Todo esto se resume, en nuestro caso, en una palabra: diáspora.
«Implica pérdida de capital humano, pero lleva a trabajar con gente joven, por ejemplo. Y también personal sobre los 50 años: debe haber personas diversas con distintos puntos de vista» en la empresa, subraya.
Hay un autor estadounidense -puntualiza Piñango- que habla de dos funciones de las organizaciones: explotar y explorar.
Desafíos internos de la incertidumbre
Para la gerencia, los desafíos que plantea un entorno de incertidumbre son muchos. En primer término, la comunicación interna. No puede ir la gerencia de marketing, por un lado, mientras comunicaciones y RSE van por otro. “Es crucial una gerencia de comunicaciones internas”, va directo al grano.
¿Cómo levantar métricas en estos entornos? “Puedo levantar ciertos indicadores, pero debo verlos en el contexto en el cual opera la organización. Por poner un ejemplo, las tiendas de ropa pueden medir cuántas camisas venden, bajo una oferta de 2×1. ¿Qué busca el consumir en esa tienda? ¿Por qué hay farmacias que siempre están repletas de compradores, mientras otras no?”, esboza a trazos gruesos las claves.
– Ahora bien, si ponemos –sin ánimo de politizar- la lupa sobre el escenario de incertidumbre en Venezuela, ¿Qué tenemos?
– Hay un evento que nadie puede ignorar. Hay que pensar en el genio Aladino, que te va a complacer un solo deseo. Qué pediría el venezolano. Que existan árbitros institucionales creíbles, no solo para la cuestión política. Las empresas y emprendimientos necesitan un entorno institucional sólido y creíble para funcionar con un elemento clave: confianza.
Parar cerrar, el experto en gerencia dice que debe haber un sentido de responsabilidad en las empresas, pues su actuación afecta a otros, y la empresa puede hacer algo por otros.
“Estoy hablando de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que estuvo muy presente en otras épocas –como la de Eugenio Mendoza Goiticoa- en este país. Hay que generar alianzas, con los distintos grupos de interés. Un buen ejemplo es el Dividendo Voluntario para la Comunidad (DVC)”, señala Piñango.
La resiliencia
En su vértice del análisis, Nicolás Rubio es consultor senior en negocios internacionales. Tiene amplia experiencia de consultoría y corporativa (multinacional) en desarrollo de negocios en Latinoamérica y el Caribe. Es doctor y magíster en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar), entre otras altas credenciales.
“En primer lugar, una empresa debe ser flexible para adaptarse a los cambios que se generan en un entorno de incertidumbre”, lanza la primera flecha.
En segundo lugar, avanza el experto, debe ser capaz de ejecutar y optimizar sus procesos, y esto requiere comunicación efectiva y transparencia.
“En tercer lugar, debe ser apta para aprender sobre la marcha, particularmente de los errores que pueda haber cometido debido a la rapidez de los cambios que se sucedan en un entorno incierto», apunta.
«Hay cosas que la empresa puede controlar, sobre las que puede actuar considerando el aquí y el ahora, y muchas otras más que simplemente no podrá controlar”, expone.
¿Cómo definir un entorno de incertidumbre? Para Rubio, un entorno de incertidumbre es “aquel donde, con la información disponible, es muy difícil anticipar o predecir el futuro comportamiento de variables o posibles cambios en el estado de las cosas”, abre un compás.
Y va a lo deseable: los agentes económicos –remacha- requieren certidumbre para su mejor funcionamiento, y las empresas son agentes económicos.
“En un entorno de certidumbre, variables como la inflación, las tasas de interés o el tipo de cambio pueden ser estimadas de manera más o menos precisa”, declara de modo muy puntual.
Y añade: Además, hay certezas para las empresas como que, generalmente, la propiedad privada y la propiedad intelectual serán respetadas y los contratos deberán cumplirse, por ejemplo.
“En un entorno incierto, estas certezas ya no son tales. Los mercados necesitan información para funcionar apropiadamente. Además, si esta no está disponible o existe incertidumbre en niveles muy altos, pues su funcionamiento se dificulta», apunta Rubio.
«Semánticamente, la incertidumbre es diferente al riesgo, ya que, en el segundo caso, es posible calcular probabilidades”, redondea el PhD en Ciencia Política.
La importancia de la información
El liderazgo corporativo –va a lo necesario- debe ser capaz de tener toda la información necesaria para la mejor toma de decisiones. Un primer desafío es obtener la información sobre los indicadores de un mercado.
“En este sentido, hay una herramienta gerencial muy útil para conocer el entorno denominada análisis PESTEL. Este análisis contempla factores en los aspectos políticos, económicos, socioculturales, tecnológicos, ambientales (environmental en inglés) y legales”, declara el portavoz.
Y pone un ejemplo: ¿Cuál es la proyección del crecimiento económico en el largo plazo del país?
“Un segundo desafío es la construcción de una mejor relación con sus clientes de manera que tanto la empresa como estos pueda sobrellevar la incertidumbre reinante”, arroja luces, en perfecta consonancia con Ramón Piñango.
Los clientes –dice- son una excelente fuente de información sobre el comportamiento del consumidor.
Recursos humanos: un tercer desafío
Un tercer desafío –precisa- es el manejo de recursos humanos en un ambiente incierto.
“La incertidumbre afecta a las empresas y a las personas. Entonces, los empleados de las empresas que, a su vez, son consumidores de bienes y servicios en la economía, van a buscar maximizar sus ingresos y mejorar sus carreras profesionales”, afirma Nicolás Rubio.
¿Y qué hay de las métricas en estos entornos? Las empresas –calibra- llevan una serie de indicadores sobre su desempeño corporativo.
“Hay que saber cuánto se vende y más importante aún cuánto se gana o pierde. También cuál es el retorno de la inversión realizada”, expone criterios que dicta el mínimo sentido común.
Conocer el inventario
“No obstante, siempre es importante conocer el inventario con que se dispone y su nivel de rotación. No solo en la propia empresa sino también en los distribuidores y si es posible en los minoristas más importantes que venden los productos que la empresa hace y/o comercializa”.
Si por alguna razón la empresa se queda sin inventario, analiza Nicolás Rubio, “no va a poder cumplir a sus clientes y si por el contrario empieza a acumular inventario debido a una menor demanda en el mercado, pues esto le generará graves problemas financieros y logísticos por los costos que acarrea”, cierra este punto.
Por último, Rubio puso la mira sobre el entorno de incertidumbre venezolano actual. Esto fue lo que indicó: “Un primer desafío macroeconómico es la inflación. Este es un desafío del entorno sobre el cual las empresas no tienen influencia”, apunta.
Venezuela es una economía inflacionaria, recuerda. “Salimos de una de las hiperinflaciones más largas de la historia y todavía tenemos una inflación interanual de doble dígito. Esto sin duda afecta a las personas y a las empresas por su efecto empobrecedor”, el semblante se le oscurece.
Y va rematando su declaración: “Feliz o infelizmente, las empresas tienen experiencia lidiando con esta situación debido a nuestro historial inflacionario».
«En segundo lugar, el relativo bajo crecimiento de la economía, tomando en cuenta la depresión económica que sufrimos por ocho años y que hizo que nuestro PIB hoy sea mucho menor a lo que era en 2013. La incertidumbre es tal que, si usted visita el sitio web del BCV, la información oficial del tamaño del PIB es de hace años atrás”.
Caja negra
El BCV habla actualmente –aporta el vocero- de crecimiento de la economía en porcentajes, sin embargo, “no podemos ver cuál fue el tamaño del PIB en 2023. Un país en el cual nadie sabe a ciencia cierta cuál es el tamaño de su economía, es un país incierto para operar. En tercer lugar, la gerencia de los recursos humanos es fundamental”, apunta.
Y da el tiro de gracia: “La emigración ha hecho que una parte importante del recurso humano calificado se haya ido a otras latitudes. Igualmente, la calidad de nuestra educación, particularmente la pública, enfrenta desafíos propios. Entonces la disponibilidad de ese recurso humano calificado tiende a disminuir. Las empresas deberán prestar más atención al entrenamiento continuo de su personal”, remata.
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