Expertos | Solo "un cambio político" puede salvar la industria petrolera venezolana
Describir la actualidad económica de Venezuela no puede excluir el declive en su producción petrolera a pesar de ser el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo.
El contraste entre la Venezuela del siglo XX y el «socialismo del siglo XXI» ha generado una interesante discusión entre economistas petroleros venezolanos con respecto al rol que ocupa el país en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En el transcurso de 50 años, Venezuela fue uno de los grandes protagonistas del negocio petrolero. Principalmente desde el primero de enero de 1976, fecha en la que comenzó a operar Petróleos de Venezuela (Pdvsa) luego de la nacionalización el 30 de agosto de 1975 por parte del gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez.
Aun con los vaivenes característicos del mercado petrolero, Pdvsa fue durante sus primeras tres décadas ejemplo de eficiencia, tanto así que apareció en lista Global 500 de la revista Fortune en el puesto 39 entre las empresas más grandes del mundo sobre la base de sus ingresos, siendo la segunda en la región de América Latina.
«Lo que hay hoy en Venezuela en materia de infraestructura ha sido gracias a que la empresa petrolera ha estado manejada por el Estado. No se crea que todas esas grandes carreteras, autopistas y distribuidores viales, más allá de que hoy no se les haga mantenimiento, la infraestructura misma de hoteles, universidades privadas y públicas, todo se hizo con el petróleo, con financiamiento del Estado», explicó a TalCual el experto petrolero Rafael Quiroz Serrano.
– La receta de destrucción –
La dramática caída de la explotación de petróleo en Venezuela y las perspectivas de esa industria son analizadas por el también especialista en el tema, el Dr. José Toro Hardy.
«A lo largo de los últimos 20 años la industria petrolera venezolana, en todas sus fases, ha sido destruida», asegura José Toro Hardy al tratar de explicar la receta del chavismo para destruir Pdvsa.
Recuerda que en diciembre de 1998, cuando Hugo Chávez gana las elecciones, Venezuela estaba produciendo 3.300.000 barriles.
«Ya se había concluido el proceso de apertura petrolera que implicaba en conjunto una inversión por el orden de los 65.000 millones de dólares, entre lo que iba a aportar Pdvsa y los inversionistas privados. De haberse cumplido con aquellos contratos ya suscritos, hoy Venezuela debería estar produciendo cerca de cinco millones y medio de barriles diarios. Y sin embargo, lo que estamos produciendo se ubica en 350.000 barriles por día y está en franca caída», asegura.
Añade que el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013) acabó con la meritocracia. «Para ellos, el término meritocracia pasó a ser una mala palabra. Despidieron 20.000 trabajadores de la industria, que en promedio tenían 15 años trabajando para la industria, de manera que en conjunto acumulaban 300 mil años de experiencia y conocimiento».
– Caída desde 2003 –
Según Toro Hardy, el pueblo no se debe creer la historia de que el desastre por el que atraviesa actualmente la estatal petrolera es producto de las sanciones de los Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro. «Eso no es así. La producción viene cayendo desde el paro nacional del año 2002. Hasta el año 2008 se mantuvo en dos millones y tantos de barriles y de ahí en adelante cae verticalmente hasta los niveles que están actualmente».
Subraya que tras los acontecimientos de 2002 y 2003, la industria petrolera pasó a estar en manos de gente mucho menos calificada.
«Luego del paro, la producción petrolera se recuperó y mantuvo más o menos un nivel por el orden de los dos millones 802.000 barriles diarios, pero nunca retomó la etapa de crecimiento acelerado que traía para el momento que Chávez llega al poder», asevera.
Para Toro Hardy resulta inexplicable que mientras el gobierno anunciaba que supuestamente invertía ingentes cantidades de dinero en la industria petrolera, la producción de Pdvsa cada vez fuera menos. «Debe haber ocurrido algo muy extraño, muy difícil entender cómo se destinaba tanto dinero del petróleo, pero la producción caía en vez de aumentar», explicó.
Recordó que Chávez modificó la Ley Hidrocarburos por vía habilitante, en lugar discutirla en el Parlamento y sin explicarle al país en qué consistía.
Además, elevó el impuesto sobre la renta de 35% a 50%, se aumentaron las regalías de 16% a 30% y creció la participación del Estado en las empresas mixtas al 60% en los casos de la Faja Petrolífera del Orinoco, quitándole toda capacidad de decisión a los pocos particulares que todavía quedaban en el país.
«De ahí en adelante esas condiciones no eran viables. Con precios del petróleo por encima de 100 dólares el barril hubiera podido mantenerse este esquema, pero como los precios de 2008 en adelante caen fuertemente, pues la producción se vino a pique», subraya Toro Hardy.
– Refinerías por el suelo –
Rafael Quiroz Serrano explica que el país posee seis refinerías, tres que pertenecen al Centro de Refinación Paraguaná (CRP) las cuales son Amuay, Punta Cardón y Bajo Grande (las dos primeras en Falcón y la última en el Zulia).
Luego están la refinería de El Palito (Carabobo), la de Jose en Anzoátegui y finalmente la refinería de San Roque ubicada en el oriente del estado Anzoátegui.
El CRP, cuando es gerenciado de forma eficiente y sin corruptelas, tiene la capacidad para refinar 900.750 barriles diarios, lo cual lo ubica actualmente como el segundo del mundo en su tipo justo detrás de la refinería Jamnagar (India) y seguido por la refinería Ulsan (Corea del Sur).
Para Quiroz, la hecatombe de Pdvsa se debe principalmente a la falta de inversión sobre todo en la etapa aguas arriba (exploración y producción) en lo que respecta al mantenimiento de pozos.
«No se le puso cuidado a la parte de exploración y se descuidó la parte fundamental de la industria petrolera que es la producción que ha venido cayendo desde 2004, en los primeros años en forma lenta, paulatina, pero en los últimos siete años de manera más pronunciada», advierte.
Añade que el abandono por parte del gobierno de Maduro del parque refinador ha agudizado la crisis. Explica que se trata de industrias de alta tecnología que requieren un mantenimiento anual, las paradas de planta, que toman entre 15 y 35 días dependiendo de la capacidad de conversión de la planta.
«La refinería en Punta Cardón tiene cuatro años sin mantenimiento. Amuay hasta hace poco tenía tres años, la de El Palito igual. Esos son complejos industriales sumamente delicados porque precisamente forman parte de la fase donde se requiere más ciencia y más tecnología», afirma.
Explica Quiroz Serrano que tras las paradas de planta las refinerías se vuelven incluso más eficientes, «teniendo el mismo tamaño sin extenderla ni ampliarla, puede refinar más barriles que el año anterior».
Considera que la cadena de los hidrocarburos en Venezuela actualmente está afectada. «Si no se produce, no se pueden refinar, si no refina, no se puede transportar, y si no se transporta no se puede comercializar. Así de simple», subraya.
– «Solo un cambio político» –
Tanto Toro Hardy como Quiroz Serrano coinciden en que el futuro de Pdvsa depende íntegramente de que se produzca un cambio político en el país, lo antes posible, antes de que la industria petrolera termine prácticamente por desaparecer.
«De no ocurrir la industria petrolera no tiene la más mínima posibilidad de recuperarse. La recuperación pasa por un cambio fundamental, un giro de 180 grados en cuanto a las políticas petroleras. Habría que devolverle la seguridad jurídica, la confianza y habría que hacer enormes inversiones», advierte Toro Hardy.
«Si aquí no se produce un cambio político olvidémonos de un viraje en la industria petrolera, olvidémonos que vamos a levantar la producción, también olvidémonos que podamos reinstitucionalizar y reconstruir a Petróleos de Venezuela», dice por su parte Quiroz Serrano.
Toro Hardy señala que se debe tener en cuenta lo relativo a los años que le quedan al petróleo como principal agente energético del mundo. Recuerda que según la Agencia Internacional de la Energía, hasta el año 2040 la demanda mundial de petróleo seguirá creciendo, pero ahí en adelante va a caer luego que sea desplazado por otros agentes menos contaminantes.
«A la industria petrolera venezolana le quedan aproximadamente 20 años y para poder retomar la producción que tenía Venezuela hace 20 años habría que disponer, entre inversiones y gastos, una suma entre 25 y 30 mil millones de dólares anuales durante los próximos ocho a diez años», advierte el experto.
Pero el Estado venezolano, que está quebrado, no tiene la más mínima posibilidad de realizar esas inversiones. «La única posibilidad que nosotros tenemos de recuperar la industria petrolera en los años de vida útil que le quedan es en manos del sector privado».
Lea el artículo completo de Tal Cual aquí
Somos uno de los principales portales de noticias en Venezuela para temas bancarios, económicos, financieros y de negocios, con más de 20 años en el mercado. Hemos sido y seguiremos siendo pioneros en la creación de contenidos, análisis inéditos e informes especiales. Nos hemos convertido en una fuente de referencia en el país y avanzamos paso a paso en América Latina.