Los precios del café subieron esta semana a su nivel máximo en los últimos años, tras una serie de alzas recientes en momentos cuando Brasil, principal productor mundial, perdió parte de su cosecha por heladas.
El café arábica subió el viernes a más de dos dólares por libra, el más alto desde febrero de 2014.
El precio del grano arábica, de mayor calidad, se ha disparado 60% desde enero.
En tanto, el café robusta, de calidad inferior y cultivado mayoritariamente en el sudeste de Asia, alcanzó su mejor cotización desde octubre de 2017 a 1.993 dólares por tonelada, un aumento de 40% este año.
«Varias razones explican el alza astronómica en los precios del café», dijo a AFP Carlos Mera, analista de Rabobank, al citar las devastadoras condiciones climáticas en Brasil.
Mera mencionó también el incremento en los costos del transporte y la turbulencia política en Colombia, tercer productor mundial del grano.
Brasil sufrió una sequía histórica meses atrás, seguida de una fuerte helada esta semana en plantaciones clave del estado de Minas Gerais, sureste, responsable de 70% de la producción de café arábica de Brasil.
Temperaturas bajo cero «provocaron la defoliación de cosechas e incluso mataron a las plantas más jóvenes», cruciales para cosechas futuras», lamentó Mera.
El arábica tiene un ciclo productivo bianual, en el que un año de bajo rendimiento es seguido de otro de alta productividad.
– Larga crisis de precios –
El mercado repuntó «por las temperaturas heladas en las áreas de cultivo de Brasil», apuntó Jack Scoville, analista del Price Group.
«Se reportaron temperaturas gélidas en gran parte de (los estados de) Minas Gerais, Paraná y Sao Paulo. No se sabe cuán extenso es el daño, pero se cree que gran parte de la cosecha está afectada», agregó.
Explicó que es el período de floración para la próxima cosecha, y las flores se congelaron y caerán de las plantas, aunque señaló que la temperatura ha subido.
Al mismo tiempo, la demanda mundial de café ha subido este año con la reapertura de las economías globales tras la turbulencia por la pandemia.
El grano arábica se vio favorecido con la apertura, porque suele ser usado en cafeterías y restaurantes, a diferencia del robusta, usado en cafés instantáneos.
Aunque las condiciones favorecen los precios altos, el economista Philippe Chalmin explicó que el valor del café ha sido particularmente bajo en los últimos años.
«Los productores de café han experimentado una larga crisis de precios», señaló a AFP Valeria Rodríguez, de la asociación de comercio justo Max Havelaar.
«En los últimos cuatro o cinco años, la mayoría ha trabajado con pérdida», señaló.
La especialista advirtió que «si la cosecha es menor, significa que hay productores de café en algún lugar de Brasil que no tendrán café para vender, por lo tanto no tendrán ingresos».
– Lento aumento –
Los precios crecientes se le están traspasando a los consumidores «lentamente», según Mera.
«Los tostadores usan el mercado de futuros para protegerse de aumentos de precio de corto plazo, así que suele tardar de tres a nueve meses para que los consumidores vean los efectos», explicó.
Aún así, dijo, los aumentos para los consumidores serán más moderados que los de la materia prima debido a los otros factores que inciden en el precio al detalle, como el transporte, empaque y comercialización.
«El café en grano se vende en promedio a 15 euros (28 dólares) por kilo y en cápsulas a 45 euros (54 dólares) por kilo o más», indicó Rodríguez, tras recordar que esos precios están lejos de los del grano de arábica, de menos de 4 euros (4,8 dólares) por kilo.
El actual aumento en los precios del café también es parte de un contexto general de alzas en las materias primas, tanto agrícolas como industriales.