“Generosidad Navideña”, Aguinaldos, Nudge Ineficiente y Pérdida de Peso Muerto
La siguiente reflexión puede servir a los responsables de las políticas públicas y regulatorias en Venezuela para entender el poder y la importancia de la Soberanía del Consumidor -entendida como la libertad a decidir y escoger sus decisiones de consumo por parte de los individuos-.
Las épocas festivas, especialmente las decembrinas, se caracterizan por la costumbre y “generosidad” manifiesta en regalos y aguinaldos. Una características de estos regalos en bienes y no monetarios, es que suelen ser escogidos y adquiridos por personas distintas a los consumidores finales. Tales regalos pudieran diferir de los gustos y preferencias de los receptores del regalo y consumidores finales. En este sentido, la única manera de que el presupuesto destinado a los regalos maximice el excedente y utilidad de los consumidores finales, es que quienes compren los regalos repliquen exactamente la decisión que tomarían los consumidores finales de contar con el monto monetario de dinero como extra a su presupuesto para tomar sus decisiones soberanamente. Nótese que nuestro análisis se circunscribe, única y exclusivamente a la utilidad del receptor del regalo, el consumidor final, y no ponderaremos los beneficios esperados por parte de quien otorga el regalo -esto complicaría un tanto el análisis y queremos, sin necesariamente perder generalidad en el análisis, destacar la importancia y el poder de la soberanía del consumidor-.
Salvo en ciertas excepciones, por ejemplo cuando el beneficiado del regalo sufre de asimetrías de información -como sería el caso de Bienes de Experiencia-, que pudieran permitir un significativo excedente en favor del consumidor final; por lo general es de esperar que el consumidor final termine con una utilidad inferior al caso de que recibiese el monto monetario invertido en la adquisición del regalo. En el caso venezolano sin embargo debemos reconocer un aspecto adicional. Diferencia en los costos de búsqueda de las personas pudieran hacer que un regalo en especies implique mayor utilidad que su contraparte en dinero, si los costos de espera y búsqueda de dichos productos son elevados para quien recibe el regalo en comparación para quien lo adquiere -pendemos en productos regulados y escasos-.
Un aguinaldo que implique una cantidad regala de un producto igual a M/Pr, donde M es el monto dedicado al regalo y Pr el precio del producto regalado, ubicaría al beneficiado en una curva de indiferencia inferior a aquella en la que se ubicaría si se le hubiese dado por aguinaldo en dinero el monto M. Ciertamente consumirá más del producto regalado pero con una utilidad inferior al caso en el que se le hubiese entregado por aguinaldo el monto monetario utilizado para adquirir el regalo en especie.
En el caso venezolano, pensando en algunas lecciones que los responsables de las políticas públicas y regulatorias pudieran sacar, destacan:
1.- Resultará más eficientes en favor del beneficiario de una política pública de “redistribución”, dar transferencias que imponer el consumo de un tipo de productos -por ejemplo, CLAPs- o controles de precios y descuentos forzados que imponen cambios artificiales en los precios relativos.
2.- Los controles de precios nunca significan restitución del poder de compra de la moneda, sino una nueva distorsión de los precios relativos, con alternativas de políticas, tanto macro de estabilización, como de transferencias, más eficientes y maximizadoras del excedente de los consumidores.
3.- El pinzamiento de márgenes vía imposición de descuentos por parte de la SUNDDE basado en la fórmula del índice de Lerner (P-C/P) en contraposición a lo establecido en la doctrina de la SUNDDE y la Providencia Administrativa N.003 a la hora de formar precios considerando falazmente el margen por medio de la fórmula (P-C/C); constituye una política expoliadora y confiscatoria que lesiona la eficiencia dinámica y la sostenibilidad de la oferta y el acceso a los bienes en el mediano plazo.
4.- Los controles de precios y su distorsión de precios relativos podrían constituir un Nudge ineficiente e imposición de incentivos a sobre-demandar el producto regulado, con implicaciones de destrucción de Bienestar Social ante otras alternativas de políticas públicas.
Enrique González: Economista UCV. Master in Competition and Market Regulation, BarcelonaGSE, Universidad Pompeu Fabra, Universidad Autónoma de Barcelona. Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid. Programa Avanzado en Política de Competencia, Instituto de Empresas, IE.
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