Gobierno de EEUU restringe aún más el acceso al asilo en la frontera sur
Grupos en defensa de los derechos humanos también criticaron el anuncio, acusando al Gobierno Biden de estar violando la propia ley estadounidense y el derecho internacional.
Estados Unidos devolverá a México a migrantes nicaragüenses, cubanos y haitianos, expandiendo el uso de una polémica normativa sanitaria, heredera del Gobierno del expresidente Donald Trump (2017-2021), limitando aún más el acceso al asilo en la frontera.
Este jueves, el presidente Joe Biden anunció que el país expulsará de manera expedita a México a los migrantes de Cuba, Nicaragua y Haití que crucen de manera irregular la frontera, bajo el llamado Título 42.
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«Mi mensaje es este: si usted está intentando salir de Cuba, Nicaragua o Haití, no se presente en la frontera. Quédese donde está y haga la solicitud de forma legal», expresó el presidente en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Esta medida eleva a ocho las nacionalidades que son sujetas a la restricción, siendo Venezuela la más reciente, cuando los migrantes de este país comenzaron a ser expulsados de territorio estadounidense en octubre. Los ciudadanos de México y de los países del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador) también están sujetos al Título 42.
Como parte de un acuerdo, México aceptará a 30.000 migrantes al mes que sean expulsados por EEUU.
A su vez, el Gobierno de EEUU ampliará su programa de «permisos humanitarios» del que se beneficiaban los venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, con un cupo de 30.000 admisiones al mes.
Podrán acogerse a este programa aquellos migrantes que cumplan una serie de requisitos, como tener un patrocinador o no haber cruzado de manera irregular por Panamá o México.
Veto de 5 años a quienes crucen de manera irregular
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), anunció por su parte mayores penalizaciones para las personas que crucen la frontera de manera irregular.
El secretario de DHS, Alejandro Mayorkas, adelantó que, junto con el Departamento de Justicia, propondrá una nueva regla que impondrá un veto de cinco años de entrada a EEUU a las personas que crucen de manera irregular la frontera, y que no hayan solicitado el programa humanitario ni pedido asilo en un tercer país que hayan atravesado en su viaje hacia el norte.
La norma será publicada pronto y entrará en vigor una vez pase el proceso de comentario público, aseguró Mayorkas a reporteros.
Esta norma se asemeja a una medida propuesta por el Gobierno del Trump, conocida como «tercer país seguro», que buscaba restringir el asilo a los migrantes que hayan viajado por tierra hacia EEUU y que no hayan pedido refugio en otro país, solicitar asilo.
Al ser preguntado por este símil, Mayorkas señaló que «no existe similitud» con la norma propuesta por el anterior Ejecutivo, porque «se han creado vías legales de entrar» y existen algunas excepciones para que los migrantes puedan solicitar asilo en la frontera.
Legisladores demócratas rechazan las nuevas medidas
Un grupo de cuatro influyentes senadores demócratas, incluyendo el legislador por el estado de Nueva Jersey Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, rechazaron las medidas.
«Continuar utilizando esta política fallida e inhumana de la era Trump no hará nada para restaurar el Estado de derecho en la frontera», escribieron Menéndez, Ray Luján, Alex Padilla y Cory Booker en un comunicado.
Grupos en defensa de los derechos humanos también criticaron el anuncio, acusando al Gobierno Biden de estar violando la propia ley estadounidense y el derecho internacional.
«Esta subversión de los derechos humanos y de la ley sobre refugiados, es una mancha en el Gobierno del presidente Joe Biden y provocará un daño imborrable a vidas humanas», dijo Eleanor Acer, directora del programa de refugiados de la organización Humans Right First.
Por su parte, el director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, criticó a la Administración de Biden asegurando que «abrir una ventana chica para unos pocos refugiados y personas que buscan asilo, al tiempo que se le cierra la puerta en la cara a la mayoría, no es ético ni la solución a la situación actual en la frontera».
De acuerdo a la ley de EEUU, para solicitar asilo es necesario estar presente físicamente en suelo estadounidense.
Cruces ilegales
El DHS justificó la expansión del Título 42 a estas otras tres nacionalidades citando una reducción del 90% en el número de arrestos de venezolanos en la frontera después de que comenzó a aplicar la restricción en octubre.
Sin embargo, cientos de migrantes de este país siguen entrando al país por cruces ilegales, sin ser detectados por las autoridades migratorias y viéndose expuestos a situaciones de mayor riesgo.
«El Título 42 es un fracaso. Solo ha animado a los migrantes a cruzar de manera repetida y en áreas cada vez más remotas y peligrosas», dijo Marisa Limón Garza, directora ejecutiva de la organización Las Américas, en un comunicado.
Desde que entró en vigencia en 2020, la normativa ha permitido el arresto de más de más de 2,5 millones de migrantes, según datos del International Rescue Comittee.
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