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El trabajo infantil se concentra en zonas costeras y vulnerables de Costa Rica, en donde persiste la desigualdad en especial hacia la población negra, migrante e indígena, con bajos niveles educativos y altos grados de pobreza, reveló este viernes una fuente oficial.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Ministerio de Trabajo costarricense presentaron los principales resultados de la aplicación del Modelo de Indicadores de Riesgo de Trabajo Infantil.

El estudio indica que Costa Rica tiene una vulnerabilidad al trabajo infantil a escala nacional de 27 puntos en promedio, de un total de 100, y los puntajes varían entre los 15 y 57 puntos en los 81 cantones del país.

«Los indicadores nos muestran una incidencia mayor en ciertas zonas y con ciertas características. En todos los casos podemos ver que se trata de poblaciones vinculadas al sector agropecuario, y también de poblaciones indígenas o afrodescendiente, esta es una alerta importante de la atención que tenemos que brindar», expresó a la Agencia EFE la ministra de Trabajo, Geannina Dinarte.

Datos oficiales citan que en el país hay 30.369 menores entre 5 y 17 años que trabajan, lo que representa el 3,1 % del total de la población en ese rango de edad.

Las principales actividades que realizan estos menores son las agropecuarias (33,2 %), seguidas de las comerciales (26,7 %).

El informe destaca que las provincias con más altos grados de vulnerabilidad son Limón (Caribe) con 40,8 puntos en el índice, Puntarenas (Pacífico central y sur) con 33 y Guanacaste (Pacífico norte) que sumó 29,4 puntos.

Todos ellos mostraron factores de riesgo como baja escolaridad, dependencia económica, personas en trabajos no remunerados, así como altas desigualdades en especial hacia la población afrodescendiente, migrante e indígena.

Por su parte, la provincias de San José (24,3 puntos), Alajuela (23,6 puntos), Heredia (22,8) y Cartago (18,2), tienen mejores promedios en el índice de vulnerabilidad, aunque persisten desafíos en algunos cantones específicos que deben ser atendidos de manera integral.

«Esas vulnerabilidades se concentran siempre en las mismas zonas y esta herramienta lo que hace es identificar aquellos cantones con mayor índice para que se puedan atender integralmente toda esa problemática de desigualdad, desocupación, falta de escolarización, y la situación de pobreza y vulnerabidliad que se repite si no se rompe el círculo», dijo a Efe la directora de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana, Carmen Moreno.

Las autoridades manifestaron que pese a que Costa Rica tiene posibilidades de convertirse en el primer país de América Latina y el Caribe en erradicar el trabajo infantil, es urgente que estudie el panorama que refleja el estudio y por medio de la georeferenciación ejecutar una política social para quienes lo necesitan.

«Estamos en el margen de error de las estadísticas, entonces lo que nos falta es ir con mayor precisión porque es una población pequeña (los 30.369 menores) pero que amerita una atención integral para llegar a esas zonas y atenderlas focalizadamente», afirmó Dinarte.

La siguiente fase de la iniciativa es realizar un mapeo de programas sociales e institucionales, identificarlas fuerzas vivas comunitarias y reunirse con autoridades y líderes locales para aplicar una estrategia que permita acelerar la reducción del trabajo infantil y trabajo adolescente peligroso.

El Modelo de Indicadores de Riesgo de Trabajo Infantil ha sido desarrollado conjuntamente por la OIT y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y el apoyo económico del Gobierno de España.