Estados Unidos evalúa «todas las posibilidades» para evitar que el líder opositor Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente interino de Venezuela, pierda el control de Citgo, subsidiaria estadounidense de la petrolera estatal venezolana PDVSA, dijo una funcionaria del Departamento de Estado.
El próximo lunes 28 de octubre vence el pago de 913 millones de dólares de intereses del Bono 2020 de Petróleos de Venezuela (PDVSA), cuya garantía es el 50,1% de las acciones de Citgo, principal activo con que cuenta la oposición al presidente venezolano Nicolás Maduro encabezada por Guaidó.
La subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Carrie Filipetti, dijo que Washington sigue «muy, muy de cerca» las conversaciones del equipo de Guaidó con los acreedores para evitar una cesación de pagos.
«Estamos viendo todas las posibilidades y todos los escenarios. Pero, por supuesto, nuestra salida preferida sería que esto se negocie entre las partes«, dijo Filipetti, tras participar en un foro del centro de estudios Atlantic Council.
«Somos conscientes de lo sensible que es este problema. Para nosotros es importante que estemos haciendo todo lo posible para resolverlo de manera justa», agregó.
Filipetti declinó comentar sobre la posibilidad de que Estados Unidos revoque o suspenda la Licencia General Nº5 (GL5 por sus siglas en inglés), una exención a las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense de Donald Trump contra PDVSA que permite realizar transacciones relacionadas con el Bono 2020.
Esta licencia, emitida por el Tesoro antes de que Guaidó asumiera el control de Citgo, buscaba ejercer presión para forzar la salida de Maduro, pero ahora puede ir contra los intereses de Washington, que apoya desde enero los esfuerzos del jefe parlamentario Guaidó de poner fin al «ilegítimo» mandato de Maduro.
Si la GL5 quedara sin efecto, los tenedores del Bono 2020 de PDVSA perderían los privilegios que actualmente detentan frente a otros acreedores de PDVSA, lo que según expertos «nivelaría» el terreno.
«El elefante en el cuarto»
Alejandro Grisanti, director del directorio ad hoc de PDVSA, nombrado por Guaidó, se dijo «optimista» sobre las perspectivas de alcanzar una «solución racional» que permita a la oposición conservar Citgo, su principal activo.
«Lo que se está buscando por diferentes vías es lograr una solución negociada», declaró a periodistas. «Estamos pidiendo tiempo».
El mejor escenario posible sería alcanzar un acuerdo con los bonistas para adaptar la capacidad de pago, aseveró, advirtiendo que «si la administración de Guaidó pierde Citgo, será imposible poner fin a la usurpación» de Maduro.
«Creo que la transición se debilitará mucho», dijo.
Citgo, una refinadora y comercializadora de combustible clave para PDVSA antes de que Washington le impusiera severas sanciones a la petrolera estatal en enero, es vista por la oposición como un «motor» económico de la Venezuela post Maduro.
Francisco Monaldi, un reconocido experto en energía de la Universidad Rice de Texas, consideró que el gobierno de Donald Trump, que lidera la campaña internacional para sacar a Maduro del poder, entiende las implicaciones negativas de esta licencia, tanto para Guaidó como para su propia política en Venezuela.
Pero una negociación que posponga los efectos de esto sin tener que intervenir haría más bajo el costo político para Washington, señaló a periodistas.
«Hay espacio para una negociación porque los acreedores tampoco creen que esto es tan fácil», comentó. «Y obviamente, el elefante en el cuarto es el gobierno de Estados Unidos, que ni siquiera con hacer, sino solamente con mirar de cierta forma donde está poniendo la pata cambia totalmente el escenario».
Antes de las sanciones, PDVSA exportaba diariamente 500.000 barriles de petróleo extrapesado para ser procesados por Citgo, que tiene tres refinerías y una red de estaciones de autoservicio en Estados Unidos.