Grupo Santander despedirá a 3.700 empleados en España

El Banco Santander anunció su intención de cerrar 1.150 oficinas y prescindir de 3.700 empleados, dentro del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), un mecanismo de reestructuración empresarial previsto en la legislación española, planteado por la entidad tras la integración con el Banco Popular.

El proceso afectará principalmente a la red comercial, a sus estructuras de apoyo y también a los servicios centrales, con objeto de «racionalizar solapamientos, redundancias y duplicidades», una vez finalizada la integración tecnológica entre los dos bancos españoles, según explica un comunicado de CCOO.

Este martes 14 de mayo quedó constituida la comisión representativa a la que obliga el Estatuto de los Trabajadores, en la que este sindicato contará con cinco miembros. Las negociaciones entre el banco y los sindicatos comenzaron el pasado 6 de mayo.

Tras la presentación de sus resultados correspondientes al primer trimestre del año, en el que el beneficio se redujo un 10 % respecto al mismo período del año anterior, el consejero delegado del Grupo Santander, José Antonio Álvarez, aseguró que la entidad tiene «el mejor ánimo para que el proceso dure el menor tiempo posible».

Al término de la primera reunión con los sindicatos, el banco trasladó su disposición a acometer los ajustes de forma no traumática, es decir, con bajas incentivadas y prejubilaciones.

El Banco Santander compró al quebrado Banco Popular de España por el precio simbólico de 1 euro por acción en junio de 2017, con el compromiso de enfrentar sus compromisos pendientes y realizar una inyección de capital que inicialmente fue estimada alrededor de 7.500 millones de dólares.

Las autoridades europeas habían declarado el estado de insolvencia de la institución que tenía una de las mayores redes comerciales de España. El Santander, sin embargo, también se comprometió a cumplir con deudas y provisiones adicionales estimadas en más de 8.000 millones de dólares.

Para los directivos del Santander el premio valía la pena, pues con la absorción del Popular alcanzaría una clientela de 17 millones de cuentahabientes y una cuota general de mercado superior a 20% y de 25% en el segmento de Pequeñas y Medianas Empresas.