Los Guardianes de la Revolución iraníes anunciaron este jueves que se apoderaron de un «petrolero extranjero» que, según ellos, se dedicaba al «contrabando de combustible» en el Golfo.
El buque cisterna fue interceptado el domingo 14 de julio «al sur de la isla (iraní) de Lark», en el estrecho de Ormuz, indicó Sepah News, sitio oficial de los Guardianes, fuerza de élite iraní, sin precisar el nombre de la embarcación ni su bandera.
«Este barco, con capacidad para dos millones de barriles y con 12 tripulantes a bordo, estaba en camino para entregar el combustible de contrabando (recibido de) barcos iraníes a buques extranjeros en regiones más lejanas cuando fue interceptado por la fuerza Naval de los Guardianes de la Revolución», según Sepah News.
El anuncio ocurre dos semanas después de que la policía y los servicios aduaneros de Gibraltar, asistidos por la Royal Marines, interceptaran un buque petrolero iraní frente a las costas de ese territorio británico, ubicado en el extremo sur de España.
Según Sepah News, el informe del buque confiscado fue entregado a la justicia, que investiga el asunto.
El martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní anunció que su país había dado asistencia a «un petrolero extranjero que (tenía) tenía un problema técnico» en el Golfo.
Más temprano, la organización TankerTrackers, especializada en el seguimiento de los cargamentos de petróleo, había informado que un petrolero con bandera panameña, el Riah, que hacía viajes en el estrecho de Ormuz para reabastecer a otros buques, entró en aguas iraníes el 14 de julio.
Según TankerTrackers, la señal del sistema automático de identificación de petroleros se había interrumpido en ese momento.
La última posición conocida del Riah fue en el estrecho de Ormuz, frente a la isla de Qeshm, situada a menos de 6 millas náuticas (11 km) al oeste de Lark.