Guerra entre Israel y Palestina: las posibles consecuencias para la economía mundial
De intensificarse, podría poner en peligro todo el petróleo y las mercancías que transitan cerca de esos lugares y provocar así un caos energético.
En los últimos años hemos sido testigos de todo tipo de guerras: tecnológicas, comerciales, la guerra de Ucrania, los recientes golpes de Estado en Níger.
Ahora hay que añadir una nueva y trágica guerra, los ataques perpetrados el pasado fin de semana por parte del grupo palestino Hamás contra Israel, los cuales están exacerbando las tensiones geopolíticas en todo el mundo.
El ataque no ha sido cualquier cosa, ha desencadenado una nueva batalla campal en Medio Oriente, cuna de importante tráfico marítimo de mercancías, de petróleo y de gas.
El disparo de más de 5.000 cohetes y la incursión de fuerzas militares palestinas hasta núcleos urbanos de Israel ha sido suficiente para calificar a este ataque como la mayor ofensiva palestina contra Israel desde la guerra de Yom Kippur, explica una nota del medio español Descifrando la Guerra.
Y como parece evidente, este nuevo frente de guerra ha puesto sobre la mesa cuáles podrían ser las consecuencias más directas para las economías mundiales, que podrían ser incluso peores si se confirma que Irán está involucrado en el ataque de Hamás, que hasta el momento ha segado la vida de más de 1.000 israelíes y al menos 830 palestinos.
También podría sumarse el Hezbollah, una organización armada islamista chiíta libanesa, calificada por Washington y Tel-Aviv como organización terrorista.
Lo que es seguro es que no hay peor zona para que estalle una guerra que cerca del Canal de Suez y el Estrecho de Ormuz, que, de intensificarse, podría poner en peligro todo el petróleo y las mercancías que transitan cerca de esos lugares y provocar así un caos energético.
¿El fin de los tiempos? Riesgos inmediatos y reales de la guerra
1. Caídas en las bolsas
De acuerdo con Bolsamanía, a corto plazo los inversores están huyendo del riesgo y, por tanto, están vendiendo acciones, especialmente las más afectadas por la guerra, como las compañías aéreas o las acciones relacionadas al sector turístico.
«Las aerolíneas europeas ya se han visto afectadas. Acciones vinculadas a este sector como las de IAG, EasyJet, Wizz Air y Air France KLM han caído precisamente gracias a esta guerra», explica Victoria Scholar, responsable de investigación de Interactive Investors.
«De hecho, Wizz Air ha anunciado la cancelación de sus vuelos desde y hacia Tel Aviv hasta nuevo aviso. Asimismo, otras aerolíneas han tenido que suspender sus vuelos a Tel Aviv debido a la guerra».
En el mediano plazo, la clave es saber qué ocurrirá con Irán y si Israel considera que efectivamente ha ayudado a Hamás en el ataque. En ese caso, la guerra adquiriría nuevas dimensiones y mayor impacto.
Por el momento la máxima autoridad iraní, el ayatolá Ali Jamenei, dijo que Teherán no estaba implicado en el atentado de Hamás, aunque «besó las manos» de quienes hacían daño a Israel.
Sin embargo, The Wall Street Journal publicó este fin de semana que efectivamente Irán ha ayudado a planificar el ataque terrorista y que incluso ha determinado el momento de lanzarlo.
2. El petróleo podría frenar la economía mundial
Los precios del petróleo subieron el lunes con fuerza cuando las fuerzas israelíes lanzaron una contraofensiva y aumentaron las dudas sobre la implicación de Irán en los planes de ataque de Hamás.
Estados Unidos no ha tardado en mover sus piezas en el tablero, ha estado apoyando a Israel con armamento, mientras que se ha visto a funcionarios estadounidenses viajar urgentemente a China para actuar e influir en Irán.
«Está muy claro que la administración Biden tiene grandes intereses en contener esto», dijo Ian Bremmer, presidente de Euroasia Group. «Entre otras cosas porque si el petróleo alcanza los 150 dólares, bien podría despedirse la administración de Biden».
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Pero hoy martes, los precios del petróleo bajaron gracias a que los temores a una escalada geopolítica en Medio Oriente se moderaron, mientras que el gas se disparó en Europa por una fuga en un gasoducto entre Finlandia y Estonia resultado probablemente de una «actividad exterior».
Según datos de AFP, el barril de petróleo Brent del mar del Norte para entrega en diciembre cedió 0,56% a 87,65 dólares. En tanto, el West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre bajó 0,47% a 85,97 dólares.
«Los precios del crudo cayeron por tomas de ganancias ya que se hizo claro que será necesario un nuevo catalizador para que los precios vuelvan a subir por encima de los 90 dólares por barril», resumió Edward Moya, de Oanda, cuatro días después del ataque de Hamás a Israel.
Esto puede ser una buena señal, pero las cosas podrían cambiar muy rápidamente si surge alguna prueba de la implicación iraní. Eso provocaría una respuesta del aliado de Israel, Estados Unidos, y la respuesta se dirigirá inevitablemente a la industria petrolera de Irán con sanciones que podrían suponer un retroceso en el reciente crecimiento de la producción que ha experimentado el país.
Una situación similar es la que describen los analistas de JPM Commodities, «no hubo impacto inmediato en la producción mundial de petróleo pero el mercado nota que la oferta podría verse perturbada si Estados Unidos debiera aplicar de forma muy estricta las restricciones sobre las exportaciones de petróleo iraní o si las perturbaciones alcanzaran al estrecho de Ormuz», paso estratégico del golfo Pérsico por donde transita una gran parte del crudo mundial.
En ese sentido, Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI dijo para New York Times que si el precio del petróleo llegara a aumentar un 10% frenaría la economía mundial, reduciendo la producción en un 0,15% y aumentando la inflación en un 0,4% el año próximo.
«Vemos una economía mundial que se tambalea y que aún no es capaz de arrancar», dijo el Sr. Gourinchas.
A medio plazo, «el panorama es más sombrío», añadió, citando una serie de riesgos entre los que se incluye la probabilidad de que se produzcan más catástrofes naturales de gran magnitud causadas por el cambio climático.
3. Alza de los activos de refugio
Los efectos económicos persistentes de la pandemia y la guerra de Rusia en Ucrania trajeron consigo incertidumbre, que en efecto ha sido el principal catalizador de la inflación en gran parte del mundo.
De ahí que los activos de refugio por excelencia como el oro hayan visto un alza en los últimos tiempos. Por lo tanto, una guerra en Medio Oriente complicaría los esfuerzos por contener a la inflación y a la vez, llevaría a que los precios del oro sigan subiendo debido a la incertidumbre.
Ramón Bolívar, consejero de negocios, opina que Medio Oriente es un escenario en desarrollo, con potencial impacto en Venezuela, entre otras muchas cosas.
«Las posibles nuevas sanciones contra Irán y contra Rusia, pudieran a mediano plazo implicar una escalada del precio del petróleo por recortes en el suministro. Esto apremia a Estados Unidos, quienes buscarán aliviar el impacto de sanciones para asegurar el abastecimiento de cara a la estacionalidad que viene. Idem Europa», explica.
«Las tasas de interés pudieran revertir el recorte gradual con el que viene, lo que implicará un impacto a la economía estadounidense y al costo del financiamiento en general. Esto presiona a Biden e introduce nuevas dinámicas sobre los escenarios electorales en formación», sostiene el Sr. Bolívar.
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