Guyana irá a las urnas el lunes 2 de marzo en una elección crucial para una de las naciones más pobres de Sudamérica, condicionada por el próximo auge petrolero está destinado a redibujar el escenario político, fuertemente dividido por las etnias.
Es probable que la votación sea muy reñida entre la gobernante Asociación para la Unidad Nacional y la Alianza para el Cambio (ANPU-AFC), liderada por el presidente David Granger, y el opositor Partido Popular Progresista (PPP) de Irfaan Ali.
Los partidos se dividieron los escaños (33-32) en la Asamblea Nacional saliente de 65 asientos.
Con el flujo de petróleo de los vastos campos marítimos tras un gran descubrimiento de ExxonMobil en 2016, el FMI espera que la economía de Guyana registre este año un crecimiento récord en el mundo de 85%.
La producción de petróleo es actualmente de alrededor de 52.000 barriles por día, pero se espera que crezca a 750.000 para 2025.
– Elección sobre riqueza petrolera –
Los partidos «no están ofreciendo nada nuevo, así que lo que es importante es el petróleo», dijo el analista Henry Jeffrey, un ex profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Guyana.
«Debido a que está a punto de haber una tremenda riqueza en nuestro camino, es muy importante la elección», dijo Jefferey.
Pero considera que Guyana, localizada en la punta noreste de Sudamérica, esta lejos de estar lista para el boom del petróleo: una legislación clave no ha sido promulgada y el Estado carece de expertos calificados en la industria del petróleo.
La expectativa del incremento del PIB ha aumento las dudas sobre cómo Guyana será capaz de manejar la nueva riqueza que fluirá en el país.
Es probable que la elección se desarrolle en función de las líneas étnicas, con la coalición de Granger apoyada principalmente en la comunidad negra de Guyana y el PPP respaldado por la población indo-guyanés.
«El porblema en Guyana es étnico y ninguno de estos partidos está sugiriendo nada nuevo», añadió Jeffrey.
El gobierno perdió un voto de confianza en diciembre de 2018, pero impugnó el resultado y se embarcó en una serie de impugnaciones judiciales para permanecer en el poder.
Granger, un general del ejército de 74 años, finalmente convocó en septiembre pasado a elecciones para el 2 de marzo.
El presidente y Ali, de 39 años, están cortejando al voto juvenil con la promesa de educación gratuita, empleos, aumentos salariales y pensiones, así como subvenciones en efectivo para los niños que asisten la escuela, una vez que los ingresos del petróleo empiecen a llegar.
– 8.000 millones de barriles –
ExxonMobil estimó en enero que el total de recursos petroleros recuperables era de 8.000 millones barriles.
Granger destaca el aumento de los salarios y pensiones durante su presidencia, 4,7% de crecimiento económico en 2019, y dice que su política más estricta en materia de delincuencia ha reducido el tráfico de drogas y los asesinatos, así como la corrupción.
Ali ha hecho campaña para reducir los impuestos y aumentar los servicios sociales.
La ONG británica Global Witness afirma que Guyana perdió 55.000 millones de dólares a causa de un contrato de exploración mal negociado con ExxonMobil en 2016.
La organización dijo que Guyana está en riesgo por el aumento del nivel del mar y que necesita urgentemente dinero para construir defensas costeras, así como para escuelas y hospitales, y pidió que se renegocie el contrato.
La ex colonia británica, que limita con Brasil, Venezuela y Surinam, tiene una población de unos 750.000 habitantes, aunque los legisladores creen que un tercio o más ha emigrado a América del Norte y el Caribe.
La Comisión Electoral dijo que los resultados finales tardarán varios días, ya que muchos de los más de 2.000 colegios electorales están en lugares remotos en un territorio dominado por bosques, montañas y ríos.