El inicio de la tercera ronda de negociaciones en México entre el gobierno de Venezuela y la oposición, previsto para este viernes, fue pospuesto ante la ausencia de la delegación del presidente socialista Nicolás Maduro, confirmaron ambas partes.
«Ante la ausencia de la delegación del régimen (de Maduro) el día de hoy, la delegación de la Plataforma Unitaria reitera su compromiso de avanzar en este proceso», expresaron los negociadores de la oposición, que sí habían asistido al hotel donde estaba pautado el encuentro, en un comunicado divulgado en Twitter por su principal vocero, Gerardo Blyde.
«Convertir este proceso en una guerra de micrófonos (…) le hace mucho daño a la negociación», indicó el texto fechado en Ciudad de México.
El arranque se «retrasó», pero habrá reunión el sábado, dijo por su parte a la AFP en Caracas, bajo anonimato, una fuente cercana a la representación del chavismo.
Esta ronda de las conversaciones facilitadas por Noruega llegaba en medio de tensiones por la inminente extradición a Estados Unidos del colombiano Alex Saab, un empresario próximo a Maduro y acusado de corrupción que el oficialismo planteó incluir en su delegación negociadora; y por el control de una petroquímica venezolana fiscalizada en Colombia.
Además, la habitual tirantez entre el gobierno de Maduro y Washington avivó la hoguera.
Sin referirse al aplazamiento, el jefe de la delegación oficialista, Jorge Rodríguez, rechazó en Twitter declaraciones del embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, quien en un video dijo que «un acuerdo» es la «única oportunidad» de que la Casa Blanca flexibilice sus sanciones económicas contra Venezuela.
Story «insulta a la Mesa de Diálogo en México», escribió Rodríguez, presidente del Parlamento, de mayoría chavista. «Que vaya a naricear (darle órdenes) a Supermán».
– «Provocación» –
El pasado 14 de septiembre, Rodríguez anunció la inclusión de Saab en la delegación chavista como «miembro pleno». El empresario está detenido en Cabo Verde a la espera de su extradición a Estados Unidos por lavado de dinero de corrupción vinculada con un programa de alimentos de Maduro.
Ni el gobierno ni la oposición se refirieron al asunto este viernes.
«Habría que ver si Noruega lo va a permitir. Yo creo que son más que todo provocaciones», dijo a la AFP el consultor político Pablo Andrés Quintero. El gobierno busca «elevar el costo para la oposición», explicó este profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Simón Bolívar (USB) Daniel Varnagy cree que la movida del chavismo intenta «usar a Noruega para ejercer presión» y bloquear la extradición de Saab.
Tres días después del anuncio sobre Saab, el chavismo advertía en un comunicado del posible «quiebre» de las negociaciones por Monómeros, petroquímica venezolana en Colombia cuyo control había sido entregado a Juan Guaidó, opositor reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, aunque Maduro sigue firme en el poder.
Monómeros fue intervenida el 6 de septiembre por las autoridades de Colombia, lo que Maduro tildó de «robo».
Aunque la alianza que respalda a Guaidó agradeció la «protección de activos», el manejo de la compañía abre fracturas.
Ya hay diferencias entre Voluntad Popular, partido de Guaidó y su mentor, Leopoldo López, y otras organizaciones opositoras y el caso Monómeros puede «generar un quiebre más», dijo Quintero.
– ¿Fuerza? –
Ambas partes iniciaron negociaciones en México a mediados de agosto y volvieron a reunirse a principios de mes.
Los encuentros anteriores cerraron con acuerdos en puntos sin mayor disenso: mecanismos para financiar vacunas contra el covid-19 y la ratificación de la «soberanía» de Venezuela sobre Guyana.
Dos exigencias centrales están sobre la mesa: el chavismo pide el levantamiento de las sanciones contra Venezuela y el reconocimiento de Maduro, cuya reelección en 2018 es denunciada como un fraude por sus adversarios, y la oposición pide un cronograma electoral que incluya nuevas presidenciales.
El 21 de noviembre habrá comicios de gobernadores y alcaldes, en los que los principales partidos opositores romperán el boicot que encabezaron en las presidenciales de 2018 y las parlamentarias de 2020.
Pero, debilitada, la oposición despierta dudas.
«Yo hablo de oposiciones, así, en plural. No hay fuerza para hacer ceder al gobierno», subraya Varnagy, que recordó fallidos procesos de negociación previos como el de Barbados, en 2019, y República Dominicana, un año antes.
«Las negociaciones anteriores buscaban un quiebre en el sistema y un cambio de sistema político. Ya quedó bastante claro que eso no va a ocurrir», consideró.