Informe Especial | Las empresas venezolanas frente al cierre de 2020

Estamos avanzando en tercer trimestre del año y ya debemos comenzar a mirar la perspectiva para el cierre de este ejercicio. Posiblemente, estemos ante una situación inédita en la cual un número muy alto de empresas se van a ver forzadas a salir del mercado y veremos una informalización aún más generalizada, especialmente en el sector comercio.

La cuestión es cómo evitar caer como víctima de esta pandemia económica, cuando la resiliencia tiene límites y, en Venezuela la lucha del sector empresarial ha sido agotadora hasta socavar la base patrimonial de muchas empresas con seria afectación en sus flujos de caja.

Asumimos plenamente, que a pesar del entorno, no hay que rendirse, pues los empresarios son la fuerza que lleva a los países al desarrollo económico. La capacidad de ajuste está llegando a extremos, pero hay que hacer los esfuerzos necesarios para mantenerse en el mercado, concretando oportunamente los cambios de gestión, e incluso de modelo de negocios, que sean necesarios.

Hablamos de sentido de la oportunidad como capacidad de anticipación. A grandes rasgos, estamos viendo una economía que puede llegar a tener 25% del tamaño que tenía en 2013, con hiperinflación, colapso de servicios públicos, precarización institucional, incertidumbres regulatorias, escasez de financiamiento y, lo más grave, un consumo declinante.

Cuando el mercado se achica quedan dos opciones: ajustarse y diversificar. Ajustarse en el sentido de tener la capacidad de operación para permanecer en el mercado de forma sostenible, lo cual significa reducir aquellos costos que no son imprescindibles, reorientar recursos, maximizar fortalezas, ahorrar, ganar eficiencia y gestionar el flujo de caja de forma ordenada y con base en escenarios sensatos.

Diversificar implica la posibilidad de, a partir de las capacidades que se tienen, incursionar en nuevos nichos, con el fin de ampliar las posibilidades de generar caja. Es muy importante que cualquier decisión que se tome con el portafolio de productos se fundamente en un análisis muy certero de la posibilidad de rotación rápida.

Hay que tomar medidas para proteger la cadena de suministro y ello supone alianzas fuertes y mutua protección con los proveedores.

Es importante usar la tecnología de manera rentable. El teletrabajo es una opción, pero hay que considerar, al menos, tres elementos: el saldo entre los costos y los ahorros efectivos que genera; la capacidad de la empresa de sostener la operación sin interrupciones; y cómo se adapta al modelo de negocios, en términos de cuál es el valor que agrega a la actividad.

En el Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados de esta semana se dedica amplio espacio a plantear ideas concretas sobre cómo las empresas pueden sobrellevar un segundo semestre de 2020 que transcurre con perspectivas muy complejas, especialmente por el creciente impacto del Covid-19 y una muy peligrosa caída continuada del consumo.

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