Informe | ¿Qué puede implicar para la Banca el incremento de capital establecido por la Sudeban?

La Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) ordenó una adecuación de capital a los bancos y casas de cambio que, sin duda, representa una exigencia importante para el sector, especialmente afectado por una crisis que apenas comienza a ralentizarse y estamos viendo los primeros resultados positivos de la economía desde 2014.

Por supuesto que la adecuación de la capitalización es una exigencia positiva que debe preparar a la Banca para un entorno diferente en el futuro cercano, en el cual se hace necesario que las instituciones y el gobierno concierten la adopción de una serie de medidas, ya conocidas, que permitan reactivar el crédito bancario con urgencia.

Un estándar suficiente de capitalización es un elemento fundamental para que la Banca garantice un nivel de riesgo adecuado para sus clientes y eleve su capacidad de respuesta ante los retos financieros que vendrán, en una economía que no deja de albergar incertidumbres.

De acuerdo con el texto de la resolución, para poder funcionar, los bancos deben tener un nivel de capitalización equivalente a 3% del valor de sus activos, de acuerdo con el balance de publicación de diciembre de 2021.

El activo total de la Banca, según las cifras oficiales de la Sudeban, al cierre del año pasado fue de Bs.29.878,2 millones de bolívares, equivalentes a 6.499,2 millones de dólares al tipo de cambio oficial de cierre de año, de manera que el nuevo requerimiento de capitalización consolidado ascendería a 896,4 millones de bolívares o 195 millones de dólares.

La Sudeban se aseguró de que este incremento de capital se realice con recursos líquidos, de manera que instruyó que 60% del aporte, como mínimo, provenga directamente de los accionistas y 40% de la capitalización de los resultados.

Igualmente, introdujo un elemento sustantivo al obligar a una adecuación anual de la capitalización, la cual deberá concretarse en el primer semestre de cada ejercicio anual.

A primera vista, el requerimiento establecido sugiere la realización de un esfuerzo muy importante de capitalización para los accionistas, sobre todo si se toma en cuenta la exclusión de la revalorización de activos como parte del capital.

Por otra parte, las ganancias netas del sistema bancario no registran un comportamiento holgado en los últimos cierres mensuales, lo que permite preguntarse de si este nuevo requerimiento de capital no podría convertirse en un estímulo para una consolidación del sistema, sobre todo en su segmento más pequeño, a través de procesos de fusión.

Igualmente, la Sudeban elevó considerablemente el listón para la apertura de instituciones financieras al implantar el tipo de cambio más alto entre los ponderados por el Banco Central de Venezuela (BCV) como unidad de cuenta para establecer el capital mínimo necesario.

Sin duda, comienza un proceso complejo que requiere una revisión exhaustiva de la distinta composición de los activos, ya que un volumen importante de estos activos pueden ser improductivos; es decir, que no contribuyen a la generación de renta, por lo que posiblemente haya que hacer ajustes a las valorizaciones de estas carteras, en función de hacer una justa adecuación de capital.

Por ello insistimos en que es necesario no solo reducir el encaje legal a niveles razonables, no solo para la Banca, sino permitir a todos los sectores económicos el acceso a los créditos urgentes para responder a las necesidades de la economía. Los gremios agropecuarios, por solo citar un ejemplo, demandan una cartera sectorial de no menos de US$700 millones, cuando el total de préstamos apenas pasa de US$300 millones.

Es importante que se tomen medidas que permitan a la Banca operar en un entorno más positivo y con mayores posibilidades de hacer negocios rentables que estimulen la sostenibilidad económica y financiera en el negocio bancario. Otro tema medular es la posibilidad de intermediar con la totalidad de los depósitos en moneda extranjera y no obstruir la capacidad transaccional de estas cuentas.

En el Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados de esta semana presentamos un análisis sobre el impacto de la deuda externa y su posible renegociación en la recuperación de la economía, en el contexto de un posible «arreglo» con Estados Unidos. Igualmente, actualizamos la lista de riesgos que enfrentan las empresas venezolanas en esta coyuntura.

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