Informe | Una nueva expresión de control: ahora los precios deben ser “equilibrados”
El Ministerio de Comercio Nacional citó al gremio de automercados y abastos a una reunión con el fin de advertirles que deben mantener unos precios “equilibrados” y evaluar los valores que deben regir para la lista de productos básicos, cuyos precios fueron “acordados”.
La idea parece ser rescatar esa lista y actualizar los precios, en función, básicamente, de su costo de producción o adquisición. En todo caso, trascendió la promesa de que habría fiscalizaciones más frecuentes y exhaustivas para verificar si los precios en los anaqueles son “justos” a partir de la nueva “expresión monetaria” y si se ajustan a la tasa de cambio oficial del Banco Central de Venezuela.
La verdad es que este último punto no es un problema. Debido a que por la apreciación inducida del bolívar, por parte del Banco Central de Venezuela, las diferencias entre los precios del mercado oficial y el paralelo suelen ser mínimas o, incluso, el no oficial resulta ser más barato.
Lo que sorprendería es la posibilidad de que se retorne a un esquema de fijación de precios –que nunca ha funcionado y nada indica que pueda ser factible ahora- cuando estamos en un proceso de apertura –ciertamente, también inducida por las circunstancias- que está dando resultados positivos.
Retroceder a políticas que constriñen el funcionamiento de los mercados no bajará los precios. Hará que los anaqueles estén menos poblados de productos y, en consecuencia, sus precios subirán. Es la experiencia y negarla no tiene sentido. Confiamos en que el gobierno está asimilando los beneficios que trae un proceso de apertura, aun cuando este se encuentre en estado incipiente y la importancia que tiene un sector productivo robusto, con un marco económico y jurídico adecuado, para el crecimiento de nuestra economía.
Quisiéramos poder entender lo que se quiere significar con el concepto de precios equilibrados. Posiblemente se refiera a los términos de margen máximo de ganancia fijado en la Ley Orgánica de Precios Justos, un instrumento que desaparece y reaparece del discurso oficial periódicamente, pero que se sabe que, en la práctica, ha resultado inaplicable.
Estamos avanzando en un proceso de recuperación lento y costoso. Con sanciones internacionales que lastran las posibilidades de que el Estado brinde apoyo real a la producción interna, una planta industrial paralizada y mal mantenida, principalmente en las empresas que son administradas por el Gobierno Nacional, una red comercial cada vez más informal, sin una oferta clara y suficiente de financiamiento, niveles de consumo históricamente bajos, entre otros factores.
Lo que corresponde ahora, en lugar de advertir y sacar la vara de los controles, es diseñar una estrategia en la que el Estado cumpla un indispensable papel de estímulo. ¿Por qué no revisar el marco legal e institucional que rige las relaciones de mercado? ¿Por qué no acordar una estrategia que permita abrir sectores estratégicos a la inversión nacional e internacional? ¿Por qué no crear, a través de un sincero diálogo tripartito, instrumentos que estimulen el empleo formal, el consumo y, por ende, un incremento de los infrahumanos niveles de salarios, especialmente en el sector público?
¿Por qué, en lugar de pagar un salario mínimo a pensionados y jubilados no se comienza a discutir un nuevo régimen previsional de aplicación progresiva, con participación privada?
Hay muchos temas que discutir. Cada uno más relevante que el anterior. Son tantas las reformas que hay que hacer para que un proceso de recuperación económica se consolide, que es muy difícil encontrarle sentido a reuniones como la que reseñamos en la entrada de esta nota editorial.
En todo caso, si el gobierno aspira a que existan precios equilibrados lo que debe revisar son sus propias políticas monetarias y fiscales. Si las corrige, no tendremos precios «equilibrados» ni «justos», sino precios ajustados a la realidad de la oferta y la demanda de bienes y servicios, en otras palabras, precios de mercado.
En el Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados de esta semana presentamos temas relevantes para los negocios como qué hacer ante la escasez de financiamiento bancario, o como manejar la comunicación estratégica dentro de la empresa, así como comentamos el «nuevo» concepto de precios que maneja el Ejecutivo Nacional que, ante la próxima «expresión monetaria», parece decidido a regresar a mecanismos de control que una ya larga experiencia ha demostrado que no funcionan.
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