Irán anunció este domingo 4 de agosto que capturó un navío «extranjero» en el Golfo, el tercer barco interceptado por la República Islámica en menos de un mes, en esta región estratégica, que ha generado tensiones entre Teherán y Washington recientemente.
Las fuerzas navales de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen, capturaron un buque cisterna, pero de momento no precisaron su nacionalidad. Siete tripulantes extranjeros fueron detenidos durante la operación, que tuvo lugar el miércoles, según la agencia de prensa Fars.
El navío apresado transportaba «700.000 litros de carburante de contrabando en las cercanías de la isla de Farsi», en el norte del Golfo, precisó la agencia de prensa IRNA, citando un comunicado de los Guardianes de la Revolución.
Fue transferido al puerto de Bushehr (sur) y «su carga de carburante de contrabando, entregada a las autoridades», en coordinación con la Justicia iraní, según la misma fuente.
El barco iba rumbo a los países árabes del Golfo, según el general Ramezan Zirahi, comandante de las fuerzas de los Guardianes de la Revolución que capturaron el navío.
Se trata del tercer barco interceptado por Irán desde el 14 de julio en el Golfo. Una tercera parte del petróleo que transita por vía marítima en el mundo lo hace por el Estrecho de Ormuz, ubicado en esa región, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
El 14 de julio, Irán interceptó un petrolero con bandera panameña, el «MT Riah», que también fue acusado de transportar petróleo de contrabando.
Cinco días después, el 19 de julio, la Marina iraní capturó un petrolero sueco con bandera británica, el «Stena Impero», sospechoso de «no respetar el código marítimo internacional».
– Escolta de navíos –
La captura del «Stena Impero» se produjo 15 días después de que las autoridades británicas interceptaran el petrolero iraní «Grace 1» frente a las costas de Gibraltar. El «Grace 1» fue interceptado, según Londres, porque estaba violando las sanciones de la Unión Europea al dirigirse hacia Siria, en guerra, con un cargamento de petróleo, algo que Irán niega.
Reino Unido anunció después que había ordenado que la marina escolte a los navíos civiles con bandera británica que naveguen por el Estrecho de Ormuz.
Por su parte, Estados Unidos, archienemigo de Irán, pretende poner en marcha una coalición internacional en el Golfo para proteger a los navíos mercantes. Su idea es que cada país escolte militarmente a sus barcos con el apoyo del ejército estadounidense, lo que garantizaría la vigilancia aérea de la zona y el mando de las operaciones.
Pero los europeos se mostraron reacios a la propuesta, para evitar asociarse a la política de «máxima presión» sobre Irán que defiende el presidente estadounidense, Donald Trump, pues quieren preservar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní alcanzado con la República Islámica en 2015.
Esta nueva captura podría acentuar las tensiones, que no dejaron de aumentar en el Golfo desde que Washington decidiera retirarse del acuerdo sobre el programa nuclear iraní en mayo de 2018, al que siguió la reimposición de fuertes sanciones estadounidenses contra Irán, que hicieron que el país perdiera casi todos sus compradores de petróleo.
– «Un polvorín» –
Las sanciones asfixiaron la economía de esta potencia regional, miembro de la OPEP, que cuenta con las cuartas reservas de crudo mundiales y las segundas de gas.
Además, los ataques actos de sabotaje de mayo y junio pasados contra petroleros en el Golfo, que Washington imputó a Teherán (y que Irán rechazó haber cometido), y la destrucción de un dron estadounidense, contribuyeron a incrementar la crispación.
Con todo, este domingo, el general iraní Ahmad Reza aseguró que los riesgos de que estalle un conflicto en el Golfo habían disminuido.
«A simple vista, podría parecer que la situación en el golfo Pérsico se orienta hacia un conflicto militar pero si se observa más de cerca, vemos que la probabilidad de tal conflicto es cada vez menos elevada», dijo, citado por la agencia de prensa Mehr.
Sin embargo, destacó que «el Golfo Pérsico es como un polvorín y la explosión del primer petardo puede conducir a un gran desastre».