Irán dijo que la detención del Boeing 747 venezolano que transportaba a 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes desde hace una semana en Argentina forma parte de una «operación de propaganda» contra Teherán.
En su rueda de prensa semanal en la capital del país persa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Said Khatibzadeh, relacionó el caso con la elevada tensión actual entre Irán y los países occidentales por las cuestiones nucleares.
«Las últimas semanas están llenas de propaganda, operaciones psicológicas, guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad (en Irán) y este caso forma parte de ello», dijo.
El domingo, las autoridades de migración en Argentina justificaron la medida de retener el aparato en el aeropuerto internacional de Ezeiza (en las afueras de Buenos Aires), que transportaba piezas de automóviles, por las sospechas sobre los motivos de su vuelo al país sudamericano.
«Creo que hace más de un año, según la compañía (iraní) Mahan Airlines, que el avión fue vendido a Venezuela», afirmó Khatibzadeh, recordando que no todos los tripulantes son iraníes.
Este incidente tuvo lugar mientras el presidente venezolano, Nicolás Maduro, visitaba Teherán, donde se firmó el sábado un acuerdo de cooperación de 20 años entre los dos países petroleros, ambos sometidos a sanciones estadounidenses.
Las autoridades argentinas informaron el domingo que no hay detenidos y que todos los tripulantes fueron alojados en hoteles con permisos provisorios de estadía.
Los funcionarios de migraciones retuvieron los pasaportes de los iraníes pero indicaron que podrían recuperarlos antes si abandonaban el país en un vuelo regular de línea mientras prosiguen las averiguaciones.
Desde hace unos días, las negociaciones sobre el programa nuclear iraní entre las grandes potencias y Teherán se han vuelto tensas.
Irán anunció esta semana su decisión de desconectar 27 cámaras de vigilancia sobre sus actividades nucleares, como respuesta a una resolución occidental aprobada el 8 de junio en la que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunciaba la falta de cooperación de la República Islámica.
La reacción de Teherán suscitó las condenas de Washington, Berlín, Londres y París, que instaron el jueves a Irán a «poner fin a la escalada nuclear».
Hace más de un año, se iniciaron conversaciones en Viena para restablecer el acuerdo internacional de 2015 que preveía la limitación de las actividades nucleares iraníes a cambio de la supresión de las sanciones internacionales.
El pacto está moribundo desde que en 2018 el entonces presidente estadounidense Donald Trump retirara unilateralmente a Estados Unidos y restableciera las sanciones.