Teherán y Moscú iniciaron el domingo 10 de noviembre una nueva fase de trabajos en la construcción de un segundo reactor nuclear en la única central nucleoeléctrica iraní en Bushehr, en una ceremonia a la que asistieron funcionarios de ambos países.
Ali Akbar Saléhi, vicepresidente de la República Islámica y jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, y Alexandre Lokshin, director adjunto de Rosatom, la agencia nuclear rusa, asistieron a la colocación de la losa de hormigón en el suroeste de Irán.
A largo plazo Irán planea tener tres reactores nucleares operando en Bushehr. «Para 2027-2028, cuando se completen estos proyectos, tendremos 3.000 MW de electricidad generada nuclearmente», dijo Saléhi en la ceremonia.
A mediados de la década de los 90, Rusia acordó asumir la construcción de la central nuclear de Bushehr, proyecto abandonado por Alemania.
El primer reactor de planta, con una potencia de 1.000 MW, entró en servicio en 2011, y en noviembre de 2017 ambos países anunciaron el plan de instalar los reactores 2 y 3, durante una visita del presidente ruso Vladimir Putin a Teherán.
De conformidad con el acuerdo nuclear internacional alcanzado en Viena en 2015, Rusia debe suministrar a Irán el combustible que necesita la República Islámica para el funcionamiento de sus centrales nucleares.