Israel bombardeó este sábado al pueblo de Rafah pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ordenó suspender sus operaciones en esa zona del territorio palestino gobernado por Hamás, mientras en París continúan los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego.
Testigos en el lugar y periodistas de la AFP reportaron bombardeos de las tropas israelíes contra Rafah, una ciudad del sur de la Franja fronteriza con Egipto.
También hubo ataques aéreos y disparos de artillería contra Deir al Balah y Nuseirat, en el centro, Jabaliya y la ciudad de Gaza, en el norte, y Jan Yunis en el sur.
En respuesta a una petición de Sudáfrica, la máxima instancia judicial de la ONU ordenó el viernes a Israel detener su operación en Rafah y cualquier otra acción que provoque la «destrucción física total o parcial» del pueblo palestino en Gaza.
La CIJ también exigió la apertura del paso fronterizo entre Egipto y Gaza en Rafah, puerta de entrada de ayuda humanitaria que Israel cerró a principios de mes al iniciar sus operaciones en la ciudad.
El tribunal, cuyas decisiones son vinculantes, aunque no tenga medios para implementarlas, urgió por otro lado al movimiento islamista Hamás la liberación inmediata de todos los rehenes tomados en su ataque del 7 de octubre contra Israel.
Pero ninguno de los dos bandos parece haber atendido las demandas del tribunal.
Desde Madrid, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, avisó a Israel de que las medidas cautelares de la CIJ son «obligatorias», así como «la liberación de los rehenes» en manos de Hamás y «el acceso humanitario», porque «el sufrimiento de los gazatíes y la violencia deben terminar».
El presidente del gobierno español Pedro Sánchez, en coordinación con Noruega e Irlanda, anunció que el próximo martes su gabinete reconocerá a Palestina como Estado. Israel criticó duramente la iniciativa y llamó a consultas a sus embajadores en esos tres países.
Reuniones en París
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a más de 1.170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
Horas antes de la decisión de la CIJ, el ejército israelí anunció haber recuperado de Gaza los cuerpos de tres rehenes muertos, entre ellos el franco-mexicano Orión Hernández Radoux y el israelo-brasileño Michel Nisenbaum.
En respuesta al ataque de octubre, Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, en la cual han muerto hasta el momento 35.857 palestinos, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Las negociaciones indirectas mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos se estancaron a principios de mayo, poco después del inicio de las operaciones terrestres de Israel en Rafah.
Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, autorizó esta semana «continuar las negociaciones para el regreso de los rehenes».
Muy implicado en estas conversaciones, el director de la CIA, William Burns, se reunirá en París con representantes israelíes.
En la misma ciudad, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió el viernes por la noche con los cancilleres de Arabia Saudita, Catar, Egipto y Jordania para abordar la situación en Gaza.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, también habló con el ministro del gabinete de guerra israelí, Benny Gantz, sobre los nuevos esfuerzos para conseguir un alto el fuego y la reapertura del paso de Rafah lo antes posible.
«Terminen con esta pesadilla»
A pesar de la oposición de la comunidad internacional, incluido su aliado estadounidense, las tropas israelíes entraron en la ciudad de Rafah a principios de mayo.
Los soldados tomaron la parte palestina del cruce fronterizo con Egipto, lo que ha ralentizado todavía más el suministro de ayuda humanitaria para los 2,4 millones de gazatíes.
El ejército estadounidense instaló por su lado un muelle temporal en la costa de Gaza que, según un portavoz de la ONU, ha permitido el desembarco de 97 camiones de ayuda en una semana.
Pero la situación humanitaria en el territorio es todavía alarmante, con riesgo de hambruna, hospitales fuera de servicio y unas 800.000 personas huidas de Rafah, según la ONU.
Su responsable humanitario Martin Griffiths dijo que «los trabajadores humanitarios y el personal de la ONU deben poder realizar su trabajo con seguridad».
«En un momento en que el pueblo de Gaza se enfrenta a la hambruna (…) es más crítico que nunca escuchar los llamados de los últimos siete meses: liberen a los rehenes, acuerden un alto el fuego, terminen con esta pesadilla», subrayó.
Lea más contenido interesante y de actualidad: