Italia condiciona liberación de patentes a retiro del bloqueo de exportaciones de vacunas de EEUU y Reino Unido

El presidente del Gobierno italiano, Mario Draghi, afirmó que, antes de afrontar la posible liberación de las patentes de la vacuna contra el coronavirus, Estados Unidos (EE.UU.) y el Reino Unido deben «retirar el bloqueo a las exportaciones» en vacunas y componentes.

«Antes de llegar a liberar las patentes, hay que quitar el bloqueo a las exportaciones que Estados Unidos y Reino Unido continúan manteniendo. La Unión Europea (UE) exporta la mitad de las vacunas que ha proporcionado a sus ciudadanos. El 50 % de su producción la ha dado a otros mercados», destacó Draghi en una rueda de prensa al final de la Cumbre Social de líderes europeos en Oporto, Portugal.

Reconoció que la petición del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de eliminar temporalmente las patentes de las vacunas contra el coronavirus para la Unión Europea «ha abierto una puerta» para debatir, pero que «hay quien protege la sacralidad de las patentes y quién no», al responder sobre las diferentes posiciones dentro de la UE.

Draghi explicó que, por una parte, «las casas farmacéuticas han tenido subvenciones gubernamentales imponentes y se espera que hagan algo en cambio, temporal y circunscrito», y aseguró que esto «no sería un desincentivo a la producción cómo se teme».

Pero, agregó, que «liberar las patentes no garantiza una mayor producción de las vacunas» pues «es algo muy complejo que necesita una tecnología y organización, así como la producción tiene que ser segura por lo que la liberación de las patentes no garantiza esta seguridad».

Respecto a que la petición de Biden se trata de una movimiento político y táctico contra China y Rusia, Draghi rechazó esta posibilidad al asegurar que ni Rusia ni China se acercan al nivel de producción de Estados Unidos.

Sobre la declaración firmada este sábado que compromete a los 27 estados europeos integrados a trabajar para desarrollar el «Pilar Europeo de Derechos Sociales» y reducir las desigualdades, Draghi explicó que aunque puede parecer poco se trata del «momento final de un largo camino en el campo de la protección de los derechos sociales» que comenzó hace ya cuatro años.

Y afirmó que esa declaración «no habría sido posible si el Reino Unido todavía fuera miembro de la Unión Europea», ya que «se había opuesto obstinadamente a una intervención en este sentido, creyendo que se trataba de un ámbito de competencia nacional exclusiva».

Destacó que en este momento de crisis, con el mercado laboral que está experimentando cambios importantes, «tener un conjunto de normas mínimas para la protección de los derechos sociales es una garantía importante » y es «el primer paso para un mercado laboral común».