#YoTePregunto | Cordero: la Bolsa ha sido la mejor cobertura posible en esta crisis
Mientras la capitalización bursátil de Chile, un país con la mitad de la población y sin los recursos de alto valor que tiene Venezuela, cerró 2018 en 283.358 millones de dólares, el valor de la Bolsa de Valores de Caracas alcanza unos 2.000 millones, apenas una fracción de 0,7 % del mercado en el país austral.
Sin embargo, en medio de la voraz hiperinflación y con una devaluación indetenible, ese mercado mínimo ha logrado en los últimos dos años rendimientos que se acercan e, incluso, superan la erosión del valor del capital que causan ambos fenómenos.
Juan Domingo Cordero Osorio, quien está en proceso de asumir la presidencia de Rendivalores Casa de Bolsa, sostiene que los números indican que la Bolsa de Valores de Caracas ha sido la mejor, sino la única, herramienta de inversión que ha permitido a los inversionistas obtener la «mejor cobertura posible» frente al drama económico nacional.
Al cierre del primer trimestre, el Índice Bursátil Caracas se apreció 434%, mientras la inflación -según la Asamblea Nacional- ascendió a 558% en el mismo período y la devaluación en el mercado paralelo fue de 348%, de manera que el corro caraqueño le ganó la partida al mercado «negro» de divisas.
En los primeros dos meses del año -anota Cordero Osorio- el IBC dejó atrás a ambos enemigos; sin embargo, la fuerte volatilidad nacional no permite hacer proyecciones basadas en estos resultados, aunque el mercado parece preparado para mantener la tendencia.
Cordero Osorio creció en la Bolsa, pues su padre, Juan Domingo Cordero, pasó prácticamente medio siglo en el negocio, a tal punto que fue presidente de la Bolsa de Caracas. El grupo familiar compró Rendivalores en 2014 y ahora los herederos, Juan Domingo y su hermano Simón, asumen el mando ante la decisión del veterano fundador de retirarse.
La empresa, en consecuencia, vive un proceso de renovación acelerada que se hace visible, a través de una campaña de mercadeo que pretende masificar la marca. A la par, Rendivalores hace eventos para diferentes públicos con la intención de «evangelizar» sobre los beneficios de invertir en el mercado de valores.
—El mercado de capitales ha vivido no pocos auges y caídas. ¿Cuál es la razón de fondo para que un mercado tan pequeño y poco profundo se esté convirtiendo en una opción interesante para invertir?
—Hay muchos factores. En principio, que las empresas que están en pizarra son actores reconocidos, con trayectoria y que han apostado consistentemente por el país. Se trata de compañías que lo han visto todo en este país, y han resistido. Eso hace que los inversionistas confíen.
—Es curioso que entre las acciones ganadoras aparezcan empresas estatizadas, que ya no tienen una actividad económica rentable o reporten resultados confiables. ¿Cómo se explican esos casos?
—Efectivamente, hay empresas públicas que cotizan en la Bolsa como Cantv, Sivensa y Fábrica Nacional de Cementos, que fueron objetos de procesos de expropiación o estatización. Estas acciones han rendido mucho, porque la apuesta del inversionista es comprar estos activos que hoy resultan muy baratos, a la espera de un cambio de ciclo político. Si estas empresas mejoran su desempeño o, mejor aún, si se privatizan, sus acciones darán rendimientos de magnitudes exponenciales. Es un riesgo, pero en un mercado abierto es una apuesta válida.
– Cuidado con las expectativas –
Cordero reconoce las limitaciones del mercado, no solo las derivadas de su tamaño reducido y escasa profundidad. También asume que el mercado actualmente ofrece solo productos muy básicos, pero asume que esa realidad va a ir cambiando.
Esta generación de relevo parece haber aprendido duras lecciones del pasado y no se precipita con las expectativas.
«Es cierto que estamos en un mercado mínimo; pero hay que ver los datos del rendimiento de las acciones frente el dólar del primer trimestre. Todas le ganaron al paralelo, incluso las empresas públicas como Fábrica Nacional de Cementos y Sivensa. Hubo un cierto efecto político sobre las acciones, como resultado de sucesos que elevaron las expectativas. En todo caso, el resultado es que hay inversionistas que empezaron, en enero, con 60.000 bolívares y hoy acumulan 3,5 millones».
– El encaje y la renta fija –
—Ante la sequía crediticia de la banca, por la política de encaje legal ¿está repuntando la renta fija?
—El mercado de renta fija ha sufrido mucho por la hiperinflación, porque no hay instrumentos en el mundo que puedan superar los niveles de inflación en Venezuela. Lo más alto que se puede encontrar son rendimientos de 26% o 27%, que no son atractivos para los inversionistas; sin embargo, se están produciendo emisiones de empresas con tradición en ese mercado, porque es una manera de financiarse ante la política de encaje que ha aplicado el Banco Central de Venezuela; por eso acuden al mercado para emitir obligaciones y pagarés.
«El año pasado se realizaron más de 50 emisiones y en lo que va de 2019 ya se han hecho más de 30. Hay una gran actividad de empresas emisoras, pero el problema ha radicado en la colocación de esos papeles; no obstante, la inflación se ha desacelerado. Los pagarés, por ejemplo, le pueden ganar a esa inflación por su perfil de corto plazo», atisba el panorama Cordero Osorio.
—Entendemos que la Superintendencia Nacional de Valores ha apoyado el proceso…—Efectivamente, hemos tenido una gestión muy pro mercado. Por ejemplo, las emisiones de bonos y papeles comerciales tardaban más de cuatro meses en ser aprobadas, lo que no tenía sentido y generaba grandes pérdidas a los emisores, y ahora salen en 19 días, un plazo que se debe seguir acortando, pero sin duda es una buena señal, es todo un cambio de política.
—¿Quiénes son los inversionistas que están llegando a la Bolsa?
—Personas naturales y las más importantes tesorerías corporativas, que aportan el mayor volumen, pero estamos interesados en seguir creciendo entre los pequeños inversionistas. Queremos atraer a las empresas emergentes. la realidad económica ha cambiado, muchos actores tradicionales han salido. Hay que reconstruir, hacer eventos, alianzas con universidades y relaciones firmes con esas nuevas generaciones. Estas nuevas empresas han debido reinventarse, adaptarse a las realidades cambiantes; son los clientes que nos interesan.
—¿Cómo afectan las sanciones financieras internacionales a la Bolsa?
—Este es un mercado muy local, con dinámica propia. Creo que el impacto se registra en el elevado riesgo país que estas sanciones, junto con la crisis, está generando. Está claro y es absurdo no reconocerlo que captar inversionistas internacionales, como en otras épocas, es muy cuesta arriba.
Rendivalores se encuentra entre las 10 primeras casas de bolsa del mercado. El universo total de operadores autorizados es de 27 instituciones, pero la mayor actividad se concentra en 15.
La intermediación bursátil de acciones es la actividad básica de la compañía, pero también estructura emisiones de renta fija y tiene un nuevo servicio de gestión de activos financieros. Uno de los planes de Rendivalores es lanzar un fondo mutual, pero este segmento es aún más incierto.
—En una mirada más de largo plazo, ¿cómo se consolida este mercado en una situación tan incierta y compleja?
—La Bolsa lo que ha hecho es precisamente defender el libre mercado, la propiedad privada y se mantiene dentro de sus principios. Hacemos mercado sin apuestas por la política, aunque no puede ser insensible ni abstraerse totalmente del entorno. Tenemos un manejo profesional, adecuado, técnico del riesgo de los inversionistas.
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