Corea del Norte disparó el jueves un «nuevo tipo» de misil balístico que podría estar propulsado por combustible sólido, una tecnología largamente pretendida por el régimen de Kim Jong Un, afirmó el ejército surcoreano.
«Corea del Norte parece haber lanzado un nuevo tipo de misil balístico, posiblemente de combustible sólido», explicó a la AFP el Estado Mayor Conjunto de Seúl.
Hasta ahora, todos los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) conocidos de Corea del Norte eran de combustible líquido, pero el desarrollo de esta nueva tecnología de propulsión era una vieja aspiración de Pyongyang.
Estos proyectiles son más fáciles de almacenar y transportar, más estables y más rápidos de lanzar, lo que los hace más difíciles de detectar y neutralizar.
En un desfile militar en Pyongyang en febrero, Corea del Norte exhibió un número récord de misiles balísticos intercontinentales y nucleares, entre ellos algunos que probablemente eran unos nuevos ICBM de combustible fósil, apuntaron analistas.
El ejército de Seúl dijo que había detectado un misil balístico «de medio o largo alcance» lanzado en una trayectoria elevada (hacia arriba en vez de hacia afuera) desde la zona de Pyongyang. El proyectil, disparado a las 07H23 (10H23 GMT), voló 1.000 kilómetros antes de caer en el mar.
Japón, que activó brevemente una alerta urgiendo buscar refugio a los habitantes de la región septentrional de Hokkaido, dijo que el misil no cayó dentro de su territorio y que no amenazó a sus ciudadanos.
Los ministros de medioambiente y clima del G7 se reúnen este fin de semana en Sapporo, la capital de la región de Hokkaido, un mes antes de la cumbre de los líderes del grupo en Hiroshima.
Estados Unidos condenó «enérgicamente» a Corea del Norte por el lanzamiento de lo que describió como un «misil balístico de largo alcance».
China, a su vez, fustigó el papel «negativo» de Washington en la zona.
Se trata del último ensayo de armamento prohibido por parte de Pyongyang, que ya había disparado varias veces este año sus ICBM más potentes y había probado lo que describe como drones submarinos de ataque nuclear.
La prueba llega después de que Kim Jong Un ordenara el lunes fortalecer las capacidades de disuasión del país a «una velocidad más rápida» y con un enfoque «más práctico y ofensivo».
«Guerra real»
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en su peor momento en años.
El Norte declaró el año pasado que su estatus de potencia nuclear era «irreversible», cerrando la puerta a negociar un posible desmantelamiento del arsenal.
Y este año, Kim ordenó al ejército intensificar las maniobras para prepararse para una «guerra real».
El Sur ha intensificado la cooperación con Washington, con ejercicios conjuntos que incluyen el despliegue de activos militares estratégicos estadounidenses en la zona.
El portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, criticó el jueves la presencia de Estados Unidos en la zona y alegó que era responsable de las tensiones.
«El impacto negativo de los ejercicios militares estadounidenses y el despliegue de armas estratégicas alrededor de la península (coreana) es obvio para todos», advirtió.
Pyongyang considera que estas maniobras como ensayos para una eventual invasión. El martes, los describió como ejercicios «frenéticos» que «simulan una guerra sin cuartel» contra su país.
El último test es probablemente un intento del Norte de «poner presión en el Sur y en Estados Unidos por sus ejercicios militares conjuntos», dijo a la AFP Choi Gi-il, profesor de estudios militares en la Universidad Sangji.
Seúl acusó el martes a Corea del Norte de «irresponsable» por cortar la semana pasada la línea directa de contacto entre ambos países.
Según el Ministerio de Unificación surcoreano, Pyongyang no responde desde el viernes a las llamadas realizadas a través de la línea directa de contacto ni al canal de enlace intercoreano.
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