Kirchnerismo impulsa crear un salario básico universal en Argentina

Diputados kirchneristas que integran el gobernante Frente de Todos de Argentina presentaron este martes un proyecto de ley para crear un «salario básico universal» que garantice a desempleados y ocupados con ingresos mínimos los recursos mensuales necesarios para no estar bajo la línea de la indigencia.

«El salario básico universal tiene como objetivos eliminar la indigencia en Argentina, reducir la pobreza, valorizar tareas que el mercado laboral no valoriza o subvalora, y redistribuir ingresos», señaló el diputado Itaí Hagman al presentar la iniciativa en el Parlamento.

El salario básico universal beneficiaría a unos 9 millones de personas que actualmente son desempleados, asalariados y trabajadores por cuenta propia informales e, incluso, un segmento de trabajadores formales de muy bajos ingresos que cobrarían una parte de este ingreso mínimo.

«Establecimos como criterio para plantear el salario básico universal la canasta básica alimentaria para tener un parámetro objetivo», explicó el parlamentario.

Según los últimos datos oficiales disponibles, el coste de la cesta básica alimentaria en Argentina -un indicador mensual que se utiliza para medir la línea de la indigencia- fue en marzo pasado de 12.900 pesos (106 dólares) para un adulto.

Hagman sostuvo que «un sector muy importante de la población está estructuralmente excluido del mercado de trabajo formal», con un «alto nivel de informalidad» y de trabajadores por cuenta propia también informales, y «no tiene las condiciones mínimas de subsistencia garantizadas».

«También tenemos una enorme cantidad de personas, sobre todo mujeres, que realizan tareas de cuidado fundamentales para la sociedad y que el mercado laboral no valoriza ni remunera», añadió.

El diputado apuntó que esta «precarización» derivó en que haya sectores que no tengan ingresos mínimos garantizados.

De acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles, la tasa de pobreza en Argentina se ubicó en el 37,3 % en el segundo semestre de 2021, y la de indigencia, en el 8,2 %.

Hagman precisó que crear un salario básico universal tendría un coste fiscal equivalente al 2,1 % del PIB, aunque, aclaró, poner en marcha esta iniciativa permitiría eliminar otras políticas sociales vigentes -como ayudas alimentarias-, por lo que el coste fiscal neto a financiar sería del 0,9 % del PIB.

«Es un monto significativo, pero no es inviable», aseveró.

El Gobierno de Alberto Fernández, cuyas políticas económicas son cuestionadas por sectores del kirchnerismo, aún no se ha pronunciado sobre esta iniciativa, en momentos en que el Ejecutivo está enfocado en lograr metas de reducción del déficit fiscal comprometidas ante el Fondo Monetario Internacional.