La amenaza de un nuevo crash petrolero y sus consecuencias para Venezuela
Entre 2012 y 2014, los precios del petróleo se mantuvieron relativamente estables entre los 80 y los 100 dólares el barril (West Texas). Durante ese periodo, a pesar de que gran parte de Occidente se encontraba aún sufriendo los coletazos de la crisis financiera, la demanda de crudo era muy superior a la oferta (sobre todo por el impulso de los emergentes), lo que mantuvo el oro negro en unos precios históricamente altos.
A finales de ese año comienza a caer el crudo, aún sin señales claras del posterior derrumbe que experimentaría el mercado energético hasta los 26 dólares y que generó una crisis de ingresos externos sin precedentes en la economía venezolana, con consecuencias todavía presentes en el día a día del país. Es por ello que un eventual nuevo crash de precios petroleros sería el peor escenario posible en el caso local.
Hoy en día, cuando los precios parecían comenzar a reponerse, la fortaleza de la industria del shale amenaza de nuevo con llevar al oro negro a otro desplome, de acuerdo con un análisis publicado por ElEconomista.es
Por un lado, las previsiones de los organismos especializados en energía no se atreven a mostrar un futuro en el que la demanda vuelva a superar a la oferta, tal y como pretendía la OPEP con el recorte de la producción pactado en noviembre del año pasado. Los datos que muestra la Agencia de la Energía de EEUU dejan entrever que hasta 2019 las fuerzas entre oferta y demanda van a estar muy igualadas, pero durante algunos trimestres la oferta será superior.
Por si esto no fuera suficiente, la OPEP ha publicado hoy marte su boletín mensual de marzo. En los datos de producción, Arabia Suadí ha comunicado que ha extraído más de 10 millones de barriles al día de media en febrero, lo que supone un incremento de 263.000 barriles al día. Aunque otros países como Qatar o Emiratos Árabes Unidos han recortado el bombeo, no ha sido suficiente para compensar el incremento de los saudíes. Tras la publicación de estos datos, los futuros de esta materia han comenzado a caer alrededor de un 2%.
Por otro lado, otro gráfico esclarecedor es de las reservas no estratégicas de petróleo de los países desarrollados, que se mantendrán en máximos históricos durante los próximos años. Si estas previsiones sobre reservas de crudo se cumplen, la OPEP habrá fallado en su otro objetivo, que era «limpiar el mundo de inventarios», como señalaron en múltiples ocasiones los dirigentes del cártel. Esta situación de constante sobreoferta está llevando a varios expertos de la energía a pronosticar un nuevo crash del petróleo que podría estar mostrando los primeros signos de vida.
Se ‘rompe’ el canal del crudo
El petróleo West Texas se ha movido durante más de tres meses en un canal que tenía suelo en los 50 dólares y techo en los 55. Sin embargo, el pasado 9 de marzo ese suelo se rompió para este tipo de crudo que ahora cotiza alrededor de los 48,5 dólares el barril. Para el barril de Brent, de referencia en Europa, el escenario es el mismo sólo que en unos rangos de precios que están dos dólares por encima del Texas.
Con este movimiento y los datos de producción y reservas en la mano, John Kilduff, fundador del hedge fund especializado en energía Again Capital, explica a la CNBC que el oro negro ha iniciado el camino hacia los 42 dólares el barril. Los futuros llevan varias jornadas en las que dominan las caídas con un fuerte volumen, lo que indica que los inversores están cerrando sus posiciones largas (apuestan a que el petróleo va a subir).
El acuerdo de la OPEP para recortar la producción incrementó las posiciones largas sobre el crudo, pero «se está confirmando que los inversores han tirado la toalla y estamos en un proceso grande de liquidación de posiciones largas, lo que podría llevarnos directamente cuesta abajo», explica este experto a la CNBC.
«El crudo puede caer hasta los 42 dólares, mínimos de noviembre», asegura Kilduff. No obstante, este experto que a partir de abril el oro negro podría caer incluso por debajo de los 40 dólares. La industria del shale se ha recuperado con rapidez, ahora la OPEP tiene un problema importante, puesto que el recorte de la producción está siendo compensado por la producción de otros países.
Salvo milagro, habrá crash
Por otro lado, Leonardo Maugeri, experto en energía de la Universidad de Harvard, señala en un nuevo documento (lea aquí el documento completo) que salvo una recuperación milagrosa de la demanda de crudo en 2017, «los precios del petróleo podrían sufrir otra caída sustancial».
«Es evidente que necesitamos más datos y elementos para realizar una evaluación sólida de lo que ocurrirá en los mercados de petróleo en 2017. Pero no es demasiado temprano para levantar la bandera roja: hay algo mal en los datos que circulan sobre la oferta de crudo». Los precios se han sostenido por el «apoyo psicológico que ha supuesto el recorte de la OPEP», explica el experto, pero no por los fundamentales.
«Una cosa es segura: los recortes de la OPEP y los países no OPEP no son suficientes para absorber le exceso de oferta mundial», asegura Maugeri, que vuelve a incidir en que salvo sorpresa ser verá otro desplome del crudo este año. La producción de petróleo es fuerte fuera de la OPEP, mientras que los países desarrollados continúan acumulando reservas, un claro síntoma de que todavía se está produciendo más de lo que se consume.
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