La bolsa y el peso de México caen tras triunfo de López Obrador

La Bolsa y el peso de México caían más de 1% este lunes tras la victoria en las elecciones presidenciales del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien durante la campaña generó temor en los mercados.

El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa de México caía 1,35% y se ubicaba en 47.020,32 puntos.

En lo que va de la jornada se habían negociado 30,7 millones de acciones en el IPC, conformado por los títulos de las 35 mayores empresas en la plaza bursátil.

En tanto, el peso perdía 1,2% y superaba la barrera de las 20 unidades por dólar, según Bloomberg.

En su tercera carrera consecutiva a la presidencia, López Obrador denunció «el saqueo y la corrupción del neoliberalismo», y prometió revisar la reforma energética que desde 2014 abrió el sector a la inversión privada.

Esto ha despertado desconfianza de los mercados que ven en este discurso la inminencia de políticas económicas populistas que podrían llevar a una crisis al estilo de Venezuela.

Pero el domingo, al conocer los resultados preliminares que le dieron una amplia victoria, López Obrador aseguró que garantizará una «libertad empresarial».

En un multitudinario evento, el izquierdista aseguró que «se respetará la autonomía del Banco de México, el nuevo gobierno mantendrá disciplina financiera y fiscal y se reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros».

El Banco de México (central) mantiene su pronóstico de crecimiento para 2018 de la segunda economía de América Latina en un rango de entre 2% y 3%.

Pero el 21 de junio, elevó su tasa de interés de referencia en 0,25 puntos porcentuales a 7,75% en respuesta a una reciente depreciación del peso frente al dólar.

México actualmente renegocia el Tratado de Libre Comercio que sostiene con Estados Unidos y Canadá, pero las conversaciones se encuentran empantanadas ante reclamos estadounidenses de beneficios para su sector automotriz y por su exigencia de revisar el pacto cada cinco años.

La incertidumbre generada por esto y el próximo gobierno de izquierda, junto con un entorno de mayores tasas de interés externas, representan un riesgo para la inflación, que en mayo se ubicó en 4,51%, por encima del objetivo del banco central de 3% +/- un punto porcentual.