La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, reconoció que el organismo había «subestimado» la «increíblemente complicada» situación económica de Argentina, país al que la organización otorgó un auxilio de 56.000 millones de dólares.
«Era una situación económica increíblemente complicada que muchos actores, incluidos nosotros, subestimamos un poco cuando comenzamos a tratar de ayudar y armar, junto a las autoridades argentinas, un programa para hacer frente a lo más crítico de la economía», afirmó Lagarde.
En un foro en Washington, señaló además que la mejoría de los índices de la inflación en Argentina está tardando «más de lo esperado», en un momento en que el alza de los precios acumula un 15,6% en el primer cuatrimestre.
La inflación «está comenzando a bajar, pero está tomando más tiempo de lo que habíamos esperado», sostuvo Lagarde.
Según los datos publicados a mediados de mayo, la inflación en abril llegó a un nivel de 3,4% en abril -aunque marcando una desaceleración con respecto a marzo y febrero- y acumula 15,6% en el primer cuatrimestre
De acuerdo con las cifras del Instituto de Estadísticas oficial, la inflación entre abril de 2018 y abril de 2019 alcanza a 55,8%, de las más altas del mundo.
La directora del Fondo se dijo, no obstante, «esperanzada» de que un mantenimiento estable del programa argentino, con la masa monetaria como ancla, resulte «exitoso».
Lagarde hizo referencia a la cercanía de las elecciones presidenciales de octubre, en un momento en el que el presidente Mauricio Macri pierde fuelle en las encuestas.
«Hay acontecimientos políticos que entrarán en juego (…) pero desde un punto de vista económico, hay un legado muy duro heredado del equipo anterior, una situación difícil de gestionar desde todos los ángulos», explicó Lagarde.
Argentina entró en recesión en 2018, tras dos estampidas cambiarias que desataron la inflación y llevaron al gobierno de Macri a pactar un plan con el FMI.
A cambio, Argentina se comprometió a conseguir el equilibrio fiscal en 2019 y un superávit en 2020 con un duro plan de ajuste.
El índice de desempleo cerró 2018 en 9,1%. Según los sindicatos, en los últimos tres años se han perdido más de 290.000 puestos de trabajo en este país de 44 millones de habitantes.
El indicador de pobreza refleja un incremento de 25,7% a 32,0% entre el segundo semestre de 2017 e igual período de 2018.