Las 11 reflexiones técnicas del economista Daniel Cadenas sobre los Indicadores de Actividad Económica del país

El economista Daniel Cadenas realizó varias reflexiones técnicas sobre los Indicadores de Actividad Económica en el país durante 2021.

Recordó que según la tasa de variación del Indicador de Actividad Económica de OVF, la actividad económica experimentó un incremento de 6,8% durante el año 2021.

En ese sentido, estás son las consideraciones:

1.- Este tipo de Indicadores se estiman en muchos países. Por ejemplo, en Chile el Banco Central estima el IMACEC. Estos son indicadores coincidentes de actividad económica y como tales pretenden moverse de forma conjunta o en el mismo periodo con el PIB. Si el PIB sube o baja, el indicador debería hacer lo mismo en el mismo periodo. A esto se le denomina comovimientos.

2.- En Venezuela, el BCV antiguamente publicaba dos indicadores mensuales de este tipo: uno era el Índice de Producción de la Industria Manufacturera en Volumen y Valor, y el otro era el Índice de Comercio al mayor y detal. De repente, un buen día, hace ya bastantes años, el BCV dejó de publicarlo a tiempo. Hoy, la última cifra publicada es de enero de 2019.

3.-  El BCV también elabora (o elaboraba, sobre esto no hay certeza) un Índice de Actividad Económica Mensual pero no lo publicaba, sino que era para consumo interno.  Ese índice se denominaba IGAEM (Índice Global de Actividad Económica Mensual). Siempre resultó un misterio por que el BCV nunca lo publicó, sino que lo reservaba para consumo interno.

4.-  En la mayoría de los países, estos indicadores de actividad se miden con frecuencia mensual para llevar un tracking o seguimiento de la actividad económica, sin necesidad de esperar a la publicación del PIB. Por tanto, se depende de que las fuentes publiquen los datos sin mayores retardos, cosa difícil en la Venezuela actual.

5.-  Estos indicadores pretenden capturar cambios en la actividad económica total medible en una economía. Por tanto, no son el PIB. El PIB mide la producción de bienes y servicios finales en una economía en un período y por tanto, no mide la actividad económica total, pues deja por fuera la producción de bienes intermedios, la económica informal, la economía sumergida o en las sombras, entre otros.  Acá, si voy a recomendar a los amigos de OVF que no coloquen en sus informes «PIB estimado», pues en realidad lo que se mide es otra cosa.

6.-  Los Indicadores de Actividad Económica tienden a ser más volátiles que el PIB, por la naturaleza de su construcción, pues generalmente son calculados sobre la agregación ponderada de varios indicadores de actividad económica de alta frecuencia. Mientras que, por otro lado, el PIB se mide de forma más cuidadosa, partiendo de encuestas directas a los productores y bajo tres metodologías: por el lado del gasto o la demanda agregada; por el método del valor agregado o enfoque de la producción y por el método del costo de los factores o de los pagos factoriales (método del ingreso). Con lo anterior, se quiere significar que no necesariamente las tasas de variación anuales de un indicador de actividad económica tienen que coincidir con la tasa de variación del PIB oficial.

7.-  Aunque los indicadores coincidentes de actividad económica no son el PIB, deben ser continuamente recalibrados contra el PIB, pues pretenden capturar de forma conjunta y simultánea sus movimientos. Esto es problemático en la Venezuela actual, pues el BCV tiene 11 trimestres que no publica el PIB, una falta grave a sus responsabilidades. Esto puede explicar en parte el resultado, el cual, seguramente, será reconsiderado a la luz de los datos del PIB oficial, cuando al BCV le dé la gana de publicarlo.

8.-  Este resultado también se produce o se explica, porque se está comparando contra un año particularmente malo que fue el 2020, tanto en Venezuela como en todo el mundo, a causa de la pandemia.

9.-  La dolarización de facto, el generalizado uso transaccional del efectivo en dólares, y lo engorroso y costoso de la formalización hacen que la actividad económica total de Venezuela tienda a diferir sustancialmente de la medible a través del PIB oficial o incluso de indicadores duros de actividad económica, como la recaudación del IVA. Esa actividad no medible, sumergida, informal o en las sombras, existe y quizás tenga un tamaño muy cercano al de la actividad formal.

10.-  Hablar de «Crecimiento» en una economía que ha perdido 75% de su tamaño en 8 años es, sin duda alguna, un uso excesivo y hasta abusivo del termino. Decir que se experimento una tasa de variación positiva del PIB en 2021 contra 2020, que fue un año malísimo, seria menos pretencioso y mas ajustado a la verdad.

11.-  El trabajo de OVF debe ser reconocido y aplaudido por todos, pues pretende arrojar luz en una economía donde ni siquiera puede decirse que los agentes navegan por instrumentos, sino que navegan a la antigua: usando sextante y guiados por la estrella polar.